La estelar de la cartelera
- 11/05/2025 01:00
¡EE.UU. vs China! A la usanza del viejo Oeste, llegó un desconocido forastero a retar al rankeado pistolero. ¡Empiezan las apuestas! No es un encuentro entre ángeles; llegaron a ser verdaderos gigantes a un costo muy alto en que héroes y villanos supieron camuflarse para enriquecer a muchos y empobrecer a muchos más. No ganará el mejor, los puños y patadas no definirán el desenlace. Triunfará el más diestro, el más sereno, el más paciente, quien exprima con mayor fineza la tecnología, el que entienda con excelencia el momento histórico que vive el mundo y, finalmente, el que sepa manejar a su favor las reglas comerciales internacionales, el poder de la negociación más que la intimidación. Se quedarán con las ganas aquellos esperanzados en una solución militar. Todas las potencias le temen a la destrucción, quieren continuar como potencias. Saben que no deben traspasar las amenazas ni las intimidaciones. Es importante mantener el veto en la ONU.
Ambos contrincantes poseen herramientas muy eficaces para lograr sus objetivos. La contienda no será nada aburrida y es muy probable que haya espectadores que reciban ácidos salivazos en sus rostros; Panamá entre ellos. Es público y notorio el poderío de EE.UU. que, con 750 bases militares fuera de sus fronteras, en los últimos 40 años ha intervenido en 13 países mientras China, con sólo una base militar fuera de su territorio, en Djibouti, cero intervenciones en igual período. El gigante asiático no teme la embestida arancelaria de Trump. Reconoce que le afectará, pero sostiene que no le temblarán las piernas para enfrentarla. Es posible que, mirándose en el espejo de Rusia, sometida a decenas de sanciones, con una economía en crecimiento con nuevos y poderosos clientes operando con rublos, yuanes y rupias, se convenza de que ellos también pueden utilizar el versátil capitalismo salvaje en su beneficio. China ya es el principal socio comercial de más de 140 países. Sus exportaciones en virtud de la Nueva Ruta de la Seda durante el primer mandato de Trump eran de 38,7 % y hoy marcan 47,8 %. En el sudeste asiático eran de 12,8 % y en estos momentos registran 16,4 %. Antes las exportaciones a EE.UU. eran 19.2% y hoy son del 14.7%, o sea, se reduce el impacto arancelario. Con Xi Jinping la táctica de “crecer con bajo perfil” como pensaba Deng Xiaoping, se acabó. Hace años China viene actuando con alto perfil. Hoy es la defensora principal del multilateralismo como medio predilecto para arribar a acuerdos internacionales efectivos y duraderos, mientras Trump arremete contra esta vía y saca a su país de organizaciones mundiales nacidas con esta visión.
Wall Street tiene más vidas que un gato. Su capacidad de combate, múltiples veces probada, no puede ser ignorada por nadie serio. En Nueva York ruge el sistema financiero mundial, los bancos más vibrantes están allá, al igual que las calificadoras de riesgos. Su poder decisorio es bestial. No es casualidad que la sede de la ONU también radique ahí. La fortaleza del dólar todavía transpira por todo el planeta. La libertad se siente mejor en una democracia que en un régimen centralizado, aunque el neoliberalismo esté dando señales de debilidad. El cinturón de campeón lo ostenta hoy EE.UU. China es el retador. ¡Nuevas estrellas en el ranking de la cartelera mundial!