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La lecto escritura y la formación integral de la persona

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  • 21/08/2025 00:00

Una de las habilidades más importantes que logran las personas aprender en la escuela, es la lectoescritura y la comprensión lectora. Con ello se inicia un proceso de aprendizaje que puede durar toda la existencia del ser humano, más allá de su participación en el sistema educativo. La comprensión del entorno, de la comunidad, el país y el mundo, es parte de este espíritu de aprendizaje inspirado por la lectoescritura.

En tal sentido, la competencia lectora ha sido definida por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE. 2017) como “la comprensión, el uso, la reflexión y el compromiso con los textos escritos, con el fin de alcanzar los propios objetivos, desarrollar el conocimiento y el potencial personales, y participar en la sociedad”. Además, es fundamental analizar las prácticas pedagógicas que pueden ayudar a los estudiantes a enfrentar estas exigencias

Por ello, se busca que la implementación de las estrategias de lectoescritura, contribuyan a lograr que la enseñanza se adapte a las condiciones especiales y necesidades educativas específicas de cualquier tipo de estudiante, ayudándolo a aprender, a superarse en la escolaridad y en su desarrollo humano.

La lectoescritura también impacta directamente en el lenguaje, la creatividad y la imaginación, tanto en la niñez, la adolescencia, la juventud, como en la adultez. Ellos pueden mejorar su vocabulario y comprender estructuras complejas de lenguaje que les faciliten la comunicación de una manera más abierta y libre. Esta competencia, también influye en las habilidades sociales, puesto que la niñez, ávida de lectura, tendrá entre otras, la oportunidad de aprender de diversas situaciones, comprender a los personajes de los libros, socializar, conocer formas de vida diferentes. Todas estas habilidades lo ayudan a integrase mejor a sus grupos del aula, escuela y comunidad, despertando el respeto, la empatía de y con las otras personas.

Aprender a leer y escribir oportunamente, tiene múltiples ventajes, como: estimular el pensamiento crítico, las actividades neuronales del cerebro y la capacidad de análisis. Contribuye, asimismo, al acceso de múltiples conocimientos y a una mejor comprensión de su realidad; desarrollar una relación más horizontal con las otras personas, comprender mejor las repercusiones de la tecnología digital en los aprendizajes de la niñez.

Existen diferentes métodos de lectoescritura, que pueden ayudar a una niña o niño a adquirir esta habilidad, como lo son: el método global, el método silábico, método fonético, el método de las palabras generadoras. Se inicia con palabras que tengan interés para los estudiantes, posteriormente se pasa a formar frases y oraciones, y luego a la construcción de los textos escritos.

Este proceso lectoescritor, se inicia con los fonemas y grafemas, para luego alcanzar las palabras, frases y oraciones. La fusión de algunos de estos métodos fortalece la capacidad lectora y comprensiva del alumno, al reconocer letras, sonidos y palabras.

El desarrollo de las habilidades lectoras requiere que el alumno haya alcanzado una edad en la que tenga la madurez indispensable para hacerlo. Se puede estimular el interés en los tres o cuatro primeros años de edad, pero en general. su capacidad neuronal no estará preparada para este proceso completo de aprendizaje, sino a partir de los 5 o 6 años de edad, Recordemos, también, que existen las excepciones y, con alguna frecuencia, llegan a la escuela niños y niñas con inteligencias excepcionales.

En nuestros países hemos contado con excelentes maestras y maestros que han contribuido a lograr aprendizajes de la lectoescritura, tempranamente, en el aula de clases. Lamentablemente a partir de los años 90 se fue debilitando esta competencia. En principio, debido a limitaciones en la formación docente y, luego, a la falta de continuidad de las políticas educativas, en un área como ésta que es de capital importancia. Cada gobierno introduce nuevos cambios en la educación, sus contenidos y métodos, sin que las instituciones formadoras de docentes logren fortalecer un modelo o esquema de trabajo debidamente sustentado en los preceptos de la psicología, la neurociencia, y la pedagogía. Recientemente se introdujo la alfabetización digital, sin una adecuación apropiada a los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Las evaluaciones nacionales e internacionales en los últimos años han puesto mucha atención en los procesos lectores, aritméticos y científicos. Entre ellas se encuentran los modelos TIMSS, ERCE y PISA. Todos ellos, de una u otra forma, llamaron la atención sobre el valor de la lectoescritura y la comprensión lectora, para avanzar en los aprendizajes de conocimientos cada vez más amplios y de mayor impacto en la vida de la sociedad. Afortunadamente, Panamá, logró recientemente, un mejoramiento en los resultados lectores de estudiantes de 3º y 6º grado, de acuerdo con la prueba ERCE (UNESCO. LLECE/OREALC. 2025).

Lograr que los alumnos puedan leer, escribir y comprender adecuadamente lo que leen, se acompaña, igualmente, del uso de la oralidad, la letra cursiva, y de las estructuras gramaticales. La escritura de párrafos y textos libres, es una competencia deseable de alcanzar en la educación primaria y media, que se fortalecerá mediante la evaluación formativa que realice la maestra o el maestro.

En los estudios superiores universitarios, con frecuencia se ponen a prueba las habilidades lectoras de los estudiantes. Casi inmediatamente al entrar los estudiantes intentan adaptarse a la vida universitaria, y se limitan a la lectura obligatoria de los textos de las diferentes asignaturas, allí se identifica la debilidad en poseer el dominio básico para su interpretación.

Al mismo tiempo, tienen acceso a los cafés internet, donde la actividad central gira en torno a la lectura y la escritura, mediante la computadora, con nuevos códigos, normas y estándares. Esto significa que “provienen de una cultura lectora diferente. (Fernández & López, 2020). Este nuevo modelo de aprendizaje, muchas veces, crea dificultades en alcanzar habilidades para la lecto escritura y, a la vez, aprender a utilizarlas para aprender con la tecnología.

Los estudiantes manifiestan que disfrutan buscando y leyendo información en Internet, así como enviando mensajes de texto. Sin embargo, para iniciar y proseguir los estudios universitarios se requiere el dominio de habilidades para leer y escribir textos en los que se confronten las posiciones asumidas por distintos autores, pues el material que se elabora en ese nivel se caracteriza por el discurso científico que, en muchos casos, adoptan una posición reflexiva. (González, 2020; Martínez, 2021; Pérez, 2023).

La escasa dedicación a la lectura y la falta de hábito para escribir, contribuyen a una mala ortografía. Además, los estudiantes universitarios ya no realizan lecturas prolongadas como en el pasado, y en los centros educativos no se destina suficiente tiempo para enseñarles a estructurar un texto adecuadamente (Martínez, 2023)

El pedagogo Paulo Freire expresó que” Jamás aceptaré que la práctica educativa debía limitarse solo a la lectura de la palabra; a la lectura del texto, sino que debería incluir la lectura del contexto y la lectura del mundo”.

*El autor es docente universitario