Las negociaciones del Suntracs con la Capac

Archivo | La Estrella de Panamá
  • 24/10/2025 00:00

Tras 12 convenciones y más de 50 años de relación, la Cámara Panameña de la Construcción (CAPAC) se niega a negociar directamente con Suntracs la nueva Convención Colectiva de Trabajo, como también se opone a iniciar un proceso de avenimiento.

Atrás quedan los discursos con los que aseguraban ser un modelo empresarial de negociadores que lograban estabilidad en uno de los sectores más dinámicos de la economía. Pero, el pueblo reconoce claramente que los obreros no han obtenido dádivas, sino que todo lo logrado es fruto de la lucha, del sacrificio y de una historia escrita con sangre desde los albores del sindicalismo panameño, hace 100 años, con el Movimiento Inquilinario, gesta heroica que fue aplastada por la misma oligarquía que hoy controla el Gobierno y los gremios empresariales de manera cobarde y cruel, con la intervención militar yanqui a punta de bayonetas.

Algunos empresarios exhiben hoy su peor rostro al ver una gran oportunidad en la política antisindical de este Gobierno de eliminar a su contraparte negociadora y liquidarla para siempre.

Lo que pretenden es retrotraer a los trabajadores a la época de los “borrigueros”, con salarios miserables y condiciones de trabajo inhumanas. No soportan que hoy los obreros hayamos logrado salarios incluso mayores que los de ciertas profesiones, una salud laboral que antes no existía y que el sindicato posea bienes y propiedades que muestran su nivel de crecimiento, con locales en todas las provincias que ni siquiera ellos, que tanta fortuna han acumulado, tienen.

Se trata de la misma clase empresarial que ha estado implicada en los casos de corrupción más sonados de este país, como los de Odebrecht, Blue Apple y New Business, adendas, licitaciones amañadas y sobre costos y que hoy le hace el juego a una ministra de Trabajo y a un Gobierno con el nivel de aceptación popular más bajo de la historia, a solo 15 meses de su gestión. Una clase empresarial que, con el apoyo de la fuerza bruta de su Gobierno, que “solo apoya a la empresa privada, a nadie más”, cree que puede amedrentar y aniquilar a una organización que ha demostrado capacidad de lucha y movilización.

Hoy, la Capac está bajo el control de los intereses del capital financiero y minero. Son los mismos que impusieron las cuentas individuales en la Caja del Seguro Social con la Ley 462 para apropiarse de los fondos de los asegurados y pagar pensiones miserables, y están detrás de la reactivación del proyecto minero y de los embalses de río Indio. Son los mismos que aplauden el memorando de entendimiento con Estados Unidos. Avalan y se frotan las manos con el lawfare o patraña jurídica contra Suntracs y celebran la persecución contra nuestros dirigentes porque creen que así, de una vez por todas, acabarán con el sindicato.

La Capac, siguiendo directrices de la ministra de Trabajo, ha violado la Convención Colectiva vigente firmada el 4 de abril de 2022 que es ley entre las partes. Se viola la Constitución Política, el Código de Trabajo y los convenios de la OIT suscritos por el Estado panameño, así como otros instrumentos internacionales, tales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Pacto Internacional de los Derechos Económicos y Sociales. El Suntracs no escatimará esfuerzo alguno en el ámbito legal nacional e internacional para lograr efectiva justicia para los trabajadores y trabajadoras.

Subestiman a los obreros y al pueblo. Seguiremos resistiendo y movilizándonos. No permitiremos que los sindicatos amarillos negocien por los trabajadores y defenderemos nuestras conquistas hasta el final.