Luis Carlos Fruto: marino de profesión, sindicalista de corazón
- 05/11/2025 00:00
Hoy 5 de noviembre es un día dedicado a Colón por su sello definitivo en la gesta separatista de Panamá de Colombia, impidiendo que las tropas colombianas lograran avanzar hacia la ciudad de Panamá. Los líderes separatistas en Colón lograron detener el Batallón Tiradores, obstaculizando su avance hacia la capital y logrando que sus comandantes fueran arrestados. Esto consolidó la separación al garantizar que no había fuerza militar colombiana que pudiera sofocar el movimiento separatista.
El capitán Fruto nació en Colón. Se graduó en el Colegio Abel Bravo e inició la carrera de marino mercante en la Escuela Náutica Mercante Cap. Alt. Fernando Siliceo y Torres en la ciudad de Veracruz, México. Culminó sus estudios en la Escuela Náutica Mercante Cap. Alt. Antonio Gómez Marqueo donde obtuvo el título de piloto naval.
Trabajó en Panamá como capitán de remolcador en operaciones portuarias en los puertos de Colón y ciudad de Panamá. Se desempeñó en el ámbito de los derechos laborales de la gente de mar como secretario General Marítimo y como secretario General del Sindicato de Trabajadores de Servicios Marítimos de Remolcadores y Afines de Panamá. (Sitrasermap). Además ejerció como presidente por dos (2) períodos en la Asociación Panameña de Oficiales de Marina (APOM). Representó a los trabajadores en la Comisión Tripartita de la República de Panamá para la elaboración e implementación del Convenio del Trabajo Marítimo 2006, salvaguardando los derechos de la gente de mar a nivel mundial. Desempeñó funciones de presidente en la sección de la región de América Latina de Gente de Mar para la Federación Internacional de Transporte.
Inicialmente se desempeñó como inspector de la ITF, en los puertos de la República de Panamá, pero por motivos de salud se separa del cargo y funge como asesor. En las oficinas de ITF Américas, con sede en la República de Panamá, trabajó dentro del Comité de Bienestar de Gente del Mar, cuyo propósito era garantizar casas a los marinos a nivel de Latinoamérica. En la trayectoria en la defensa de los derechos de la gente de mar se puede mencionar la demanda de inconstitucionalidad del Decreto Ley 8 de 26 de febrero de 1998, “por la cual se reglamenta el trabajo en el mar, las vías navegables y se dictan otras disposiciones”... entre otros muchos proyectos.
La participación en organizaciones como la ITF, en la voz de Edgar Díaz, de Sitrasermap, Eduardo Ramos, Abdiel Denis, compañeros del Canal, los de APOM, entre otros, compartieron experiencias muy significativas en la transparencia, verticalidad, compromiso y defensa de los derechos de los compañeros del mar. Señalaron “hoy el mar está en calma... las olas parecen suspirar con respeto, porque el gran capitán ha emprendido su última travesía”.
El capitán Fruto fue un hombre de temple firme y corazón noble. Un marino de convicciones claras que jamás temía decir la verdad, y siempre defendía lo justo. Vivió su vida como navegó sus mares: con valor, dignidad y con la brújula siempre apuntando al bien.
Luchó con fuerza, con pasión y con entrega por el reconocimiento de los derechos de los marinos panameños. ¡Fue voz y timón de su gente! El capitán Fruto no conocía la rendición. Remó contra la corriente cuando fue necesario, y aún en las tempestades mantuvo el timón firme.
Su espíritu fue faro y guía para muchos, marcando un rumbo de respeto, justicia y amor por la profesión marítima.
Hoy su barco ha zarpado hacia aguas serenas, más allá del horizonte; dejándonos un legado profundo: la valentía de luchar por lo correcto, la fidelidad a los principios y la inspiración de quien vivió sirviendo con el alma. Quienes tuvimos el honor de conocerle sentimos un vacío inmenso, pero tenemos la certeza de que su ejemplo seguirá navegando con nosotros en cada puerto, en cada marino, en cada causa justa que mantenga viva su voz.
Hoy levanta anclas y desamarra los cabos para seguir navegando con rumbo seguro hacia el puerto celestial. Que las aguas eternas te reciban en calma compañero Fruto. Gracias por haber compartido tu experiencia, tu solidaridad, tu honestidad y tu compromiso de lucha en el sindicalismo, nacional e internacional. Gracias Fruto, a tu mamá, a tus hijos y a todos los compañeros de lucha.