Nuestro aumento delincuencial y exigencia de nuevo tratamiento no tradicional
- 18/11/2025 00:00
“Cambia la causa de un mal, para cambiar sus dañinos efectos”. Dicho popular. Pocas veces, en Panamá, la población se ha sentido estremecida, tanto en lo gubernamental como en lo civil, hasta sentir cierto nivel de impotencia generalizada, ante el aumento de variados delitos entre ellos violaciones a personas y propiedades de toda clase donde se llega a observar casi con impavidez - incoherencia- indiferencia ciudadana, reacción inapropiada, tanto en el orden civil como militar, lo cual hace exhibir una peligrosa incapacidad total para frenar ese aumento impactante, hasta reducirlo a su mínima expresión.
Sobre el historial universal del delito se han destacado contadas figuras humanas, donde vale destacar al italiano Cesare Lombroso, con su tesis sobre el origen natural del delito. Tesis que parcialmente rechazamos para enfatizar en otros factores socioeconómicos que influyen en la estructuración de la conciencia ciudadana, con sus valores culturales imperantes y variablemente en el tiempo.
Nuestro país, pequeño para muchos pero grande para pocos, sostiene un historial de sonoro delincuencial, desde la decapitación de Balboa, el fusilamiento de Lorenzo, la Tajada de Sandía, el asesinato del Presidente Remón; y siguen más, dignos de escudriñar.
Si no cambiamos nuestra estructura de poder, estaremos condenados a obtener los mismos resultados que se reflejan en valores imperantes que afectan nuestra integridad moral -social, reflejada hasta en toda producción, hasta en la literaria como en poemas de D. Korsi, novelas de R. H. Jurado, J. Beleño, F. Chamarín y hasta en la frase de R. Cuervo: “el que quiere conocer a Panamá, que corra, porque se acaba”.
Es natural que manifestemos contradicciones en cómo abordar - tratar - controlar la aparición de esta espiral delincuencia que parece desbordar todo principio de convivencia moral y bases para el progreso y felicidad, pero jamás antagonismos que bloqueen su eliminación o su mínima expresión.
Por lo anterior, para romper este parecido cerco desviacionista asfixiador te invito a que abramos un iniciador debate de salida, cónsonas repuestas mediante un simple FODA resumido así: Fuerzas, en lo judicial, ¿policial u otro estamento?. Oportunidades: actuar inmediatamente o esperar otras condiciones. Debilidades: clara – apropiada evaluación de lo ocurrido y el daño moral. Cuando al tratar los casos escandalosos, con clara corrupción, Martinelli, Murcia, Odebrecht, etc.. Amenazas: derrumbe de la moral ciudadana, con desconfianza en todos los estamentos del Estado.
Amigo lector, sensible y consciente para involucrarte contra toda injusticia, el toro está en el ruedo y prepara tu espada.