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Panamá: la castilla del oro

Roberto Barrios | La Estrella de Panamá
  • 30/08/2025 00:00

En su cuarto viaje, Cristóbal Colón, entre 1502 y 1504, estando reparando sus naves en el mar Atlántico, en la desembocadura del río Belén (hoy provincia de Veraguas), escribió su famosa carta a los Reyes de España: Isabel y Fernando de Aragón. En ella les decía que los aborígenes de esta región tenían mucho oro, y por eso los reyes denominaron a Panamá: La Castilla del Oro.

Gonzalo de Badajoz, en 1515, uno de los pocos sobrevivientes del grupo de Diego de Nicuesa en Acla, trató de llegar al Pacífico, pues los aborígenes le aseguraban que había muchos pobladores con oro y riquezas abundantes. Logró cruzar la cordillera en Capira y Campana, y descendió a los llanos del Chirú, hoy Antón, donde inicia el golfo de Parita, jurisdicción de Natá posteriormente.

En su recorrido por el territorio del cacique París o Parita, fueron visitados por el mismo cacique y sus secuaces, quienes les ofrecieron 80 pectorales de oro laminado en nombre de sus mujeres, suficientes para ataviarse Badajoz y sus hombres. Días después, la alegría no les duró mucho: Badajoz y sus hombres fueron emboscados por indígenas enviados por el cacique, quienes les arrebataron el preciado tesoro. A partir de ese momento, todo el esfuerzo de los peninsulares fue “recuperar el tesoro de Badajoz”.

Se sabía de la existencia, al sur de Panamá, de una organización milenaria que era el Perú. Por eso, el militar Pedrarias Dávila, muy allegado a la Corona Española, fue designado por el Rey y la Reina de España para que dirigiera una misión con 17 barcos hacia las costas de Panamá y Darién, con 1,450 tripulantes y civiles agricultores, en 1514, para llegar a Acla, con caballos, otros animales domésticos, pólvora, armas y semillas para cultivar alimentos.

La mitad de los españoles murió en poco tiempo por falta de alojamientos, alimentos y enfermedades. La expedición estuvo conformada por el letrado Gaspar de Espinosa, Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Enciso en 1522, quienes emprendieron la misión dada por Pedrarias de llegar a Natá a buscar el famoso tesoro de Badajoz, que daba fe de la existencia de mucho oro en esa región.

Desde que se iniciaron los estudios de las minas de cobre y oro por empresas japonesas y canadienses en la provincia de Coclé, se mencionaba que contenían tanto oro como cobre. Creo justo para nuestro país que se exploten ambos metales por separado, cobre y oro, en un nuevo contrato.

El ingeniero Richard Faifer Montenegro, quien ha sido el verdadero motor para explotar la mina de Petaquilla tanto en oro como en cobre, me dijo hace años que él usó la carta a la reina Isabel la Católica y a su esposo, el rey Fernando de Aragón, para sustentar los estudios que permitieran explotar esta mina de Petaquilla, en Coclé. Y digo yo, que ahora, con el actual gobierno del presidente José Raúl Mulino, sí será de verdad, porque en décadas es el único presidente de la República que hemos tenido que ha sido muy diligente... ¡por ser abogado!

*El autor es médico veterinario y exministro del Ministerio de Desarrollo Agropecuario