Panamá y el Mercosur: una oportunidad estratégica
- 22/11/2025 00:00
Con la publicación de la Ley N.° 489 en la Gaceta Oficial N.° 30385-A del 13 de octubre de 2025, Panamá formalizó su adhesión como Estado Asociado del Mercosur, convirtiendo en realidad un proceso que marca un hito en la política exterior y económica del país. La entrada en vigor de esta ley no solo simboliza la culminación de un esfuerzo diplomático y legislativo, sino también el inicio de una nueva etapa con implicaciones directas para la inversión, el comercio y la competitividad nacional.
Este paso, más que un acto político, constituye una decisión estratégica que puede influir en el futuro económico y social del país. A partir de ahora, el reto no será aprobar, sino implementar con eficacia. Por ello, resulta pertinente reflexionar sobre qué beneficios concretos puede generar esta adhesión para la ciudadanía y cuáles deben ser las prioridades del Estado en su ejecución.
La incorporación al Mercosur abre la puerta a un bloque que agrupa a más de 270 millones de consumidores y economías de enorme relevancia, como Brasil y Argentina. Esto permitirá que productores, agroexportadores y empresas panameñas —especialmente las pequeñas y medianas— accedan a nuevos mercados, incrementen sus oportunidades de exportación y fortalezcan su capacidad de competir regionalmente.
De acuerdo con la Oficina de Inteligencia Comercial (Intelcom), ya se han identificado nichos de exportación para Panamá en los países miembros, lo que anticipa un escenario de mayor dinamismo económico y diversificación comercial.
La adhesión también puede ser un catalizador para la modernización institucional y el fortalecimiento de la competitividad nacional. Integrarse a un bloque económico de esta magnitud exige revisar y actualizar nuestras políticas de promoción comercial, simplificar trámites aduaneros, armonizar regulaciones y mejorar los estándares de calidad. Estos avances, aunque técnicos, tienen un impacto directo en la economía cotidiana: operaciones más ágiles, menores costos logísticos y un entorno más favorable para la inversión privada.
La pertenencia al Mercosur abre la puerta a una cooperación más amplia que trasciende el comercio. La agenda del bloque abarca temas de innovación, digitalización, energía, educación y sostenibilidad, áreas en las que Panamá podrá integrarse a programas de cooperación técnica, intercambio académico y transferencia tecnológica. Este vínculo no solo fortalecerá la posición del país en el plano económico, sino también en el social y ambiental, promoviendo una integración más equilibrada y humana.
Panamá, además, tiene la oportunidad de consolidarse como plataforma logística, financiera y tecnológica del Mercosur hacia Centroamérica y el Caribe, con proyección hacia México, Estados Unidos y la Unión Europea. Este rol regional no solo diversifica nuestra economía, sino que puede generar empleos, atraer inversión extranjera y estimular la innovación. Con el Canal de Panamá, sus puertos, regímenes especiales y la Zona Libre de Colón, el país cuenta con los activos necesarios para convertirse en el punto natural de conexión entre el sur y el norte del continente.
Por otra parte, un mercado ampliado también beneficiará al consumidor local. La mayor competencia puede traducirse en mejores precios, productos más variados y acceso a insumos o bienes de capital a menor costo, impactando positivamente en la productividad y el costo de vida.
Para materializar los beneficios esperados, el Estado deberá avanzar en varias líneas prioritarias:
Reglamentación oportuna y clara: establecer normas que definan los mecanismos de coordinación interinstitucional, promoción comercial y supervisión de resultados.
Participación activa en los órganos técnicos del Mercosur: asegurar la presencia de Panamá en las mesas donde se definen normas de origen, servicios, digitalización y barreras no arancelarias.
Acompañamiento a las pequeñas y medianas empresas: promover programas de capacitación, financiamiento y asistencia técnica que les permitan competir en igualdad de condiciones.
Protección gradual en sectores sensibles: aplicar medidas transitorias y monitoreo constante para mitigar impactos negativos.
Transparencia y rendición de cuentas: mantener informada a la ciudadanía sobre los avances, beneficios y compromisos derivados del acuerdo.
La adhesión de Panamá al Mercosur representa una oportunidad histórica para consolidar nuestro liderazgo regional y redefinir el modelo de crecimiento hacia uno más competitivo, innovador y sostenible. Pero para que este potencial se traduzca en resultados concretos, será indispensable la coordinación entre el sector público, el sector privado y la sociedad civil.