¿Por qué necesitas ayuda para emprender y cómo pedirla bien?

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  • 27/10/2025 19:52

Levanten la mano quienes alguna vez han pedido ayuda. La mayoría, ¿cierto? Me incluyo. Y, es que nadie lo sabe todo. Necesitamos ese apoyo —o “andamiaje”, como lo llama el libro La ciencia de hacer grandes cosas— porque otros ven más allá de lo que imaginamos y pueden hacer nuestro camino más llevadero.

Sin embargo, para que estas alianzas funcionen, es fundamental establecer reglas claras desde el inicio: comunicación que construye confianza, confianza que genera transparencia, y transparencia que cultiva respeto.

En el emprendimiento, el apoyo de proveedores, aliados estratégicos o socios es indispensable, especialmente cuando se trata de colaboraciones conjuntas. Un amigo empresario del sector agrícola, dedicado a elaborar pulpas para jugos y smoothies, me compartió su estrategia: para conectar con los granjeros, debe estar presente físicamente, compartir la mesa en sus casas, visitarlos con regularidad y llevarles un detalle. En resumen: enamorarlos para ganar su confianza. Un enfoque tradicional y efectivo.

Desde mi experiencia, sin embargo, considero que existen cualidades esenciales para construir alianzas sólidas:

1. Claridad de objetivos: Antes de reunirte con un proveedor o mentor, define qué buscas, qué esperas obtener y cómo lograrlo. Cada conversación debe tener un propósito.

2. Reciprocidad: Si ayudas, eventualmente recibirás algo positivo a cambio. No siempre llegará en el momento que deseas a veces hay que esperar, y hay factores fuera de nuestro control, pero la reciprocidad siempre regresa.

3. No hagas daño: Si perjudicas a un socio, colega, proveedor o a quien estás ayudando, te perjudicas a ti mismo. Las relaciones empresariales son un ecosistema interconectado.

4. Gestión emocional: O mejor dicho, capital psicológico. Mantener la inteligencia emocional en el centro de tus relaciones profesionales marca la diferencia entre alianzas duraderas y oportunidades perdidas.

El emprendimiento no es un camino solitario. Pedir ayuda no es debilidad, es estrategia. La clave está en hacerlo bien y si la ayuda llega si no la has pedido *AMÉN* eso se agradece y se recompensa también.