‘Protestas Demócratas contra el supuesto rey Donald Trump’

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  • 15/11/2025 00:00

El sábado 18 de octubre pasado, el Partido Demócrata estadounidense organizó su segunda protesta pública en todo el país contra el presidente Trump que denominaron no kings, o sea, que no quieren un “rey” gobernando su país, patrocinado, como se aprecia en los volantes y panfletos emitidos por el Partido Comunista de América (CPUSA, por sus siglas en inglés) la Red de Acción Progresista de N.Y., múltiples grupos socialistas, etc., donde asistieron grandes grupos de personas que ni siquiera sabían por qué protestaban, no tenían ninguna demanda y no lograron absolutamente nada con esa ridícula farsa aparte de mostrar ignorancia.

No hay ningún rey en Estados Unidos. Lo que realmente hay es un presidente elegido democráticamente que ganó la presidencia por un margen aplastante. Además, obtuvo una gran victoria en el voto popular y electoral, por lo que la idea demócrata de que es un rey es ridícula. El único rey que se ve hasta ahora, entre toda esa protesta e indignación fabricada, es el rey Chuck Schumer, líder demócrata del Senado, quien ha paralizado por completo el gobierno federal de Estados Unidos para contrarrestar todos los éxitos del presidente Trump, incluido el reciente acuerdo de paz en Oriente Medio que unió a una amalgama de naciones para garantizar su éxito y vigencia.

Vale la pena recordar a todos los ciudadanos estadounidenses, que están lidiando actualmente con las consecuencias de la maldad demócrata de inundar a su país con más de 15 a 20 millones de inmigrantes ilegales, terroristas, criminales violentos, violadores, etc., a quienes los mismos demócratas, narcisistas insulsos, que están organizando esas protestas, permitieron ingresar libremente y sin verificación a su país con la intención de convertirlos en sus futuros votantes, gastando miles de millones de dólares mensuales de tus impuestos para mantenerlos mientras te roban tus identificaciones, desplazan a tus hijos en las escuelas, además de tener más privilegios que ustedes.

Para que quede claro, esos manifestantes demócratas en verdad no odian a los reyes ni se oponen a la tiranía. Solo quieren que gobiernen sus tiranos preferidos; aquellos que censuran tu discurso, los que inundan tu país de inmigrantes ilegales, los que prohíben tus estufas de gas, aquellos que inyectan hormonas del sexo opuesto a tus hijos pequeños sin el consentimiento de sus padres mientras los feminizan y les lavan el cerebro, aquellos que obligan a las mujeres a competir contra los hombres en los deportes, y un largo etcétera.

Durante la última administración demócrata, ese país experimentó una verdadera tiranía y extremismo, una censura desenfrenada y bloqueo de muchas personas en redes sociales, incluido el presidente de Estados Unidos. Todos vimos la censura en YouTube y Facebook, cuyo propietario luego confesó haber sido presionado por la administración Biden para censurar a sus oponentes. Para los demócratas, la tiranía solo es relevante cuando no están de acuerdo con lo que no pueden controlar.

Lo que realmente estamos viendo es la gran desesperación de los demócratas. Cuando no logran imponer sus políticas, cuando sus tácticas de obstrucción no funcionan y el público se da cuenta que su indignación es fabricada, entonces recurren a la violencia, a ataques personales y a protestas absurdas, pues no saben qué hacer porque el presidente Trump está cumpliendo todas sus promesas y es obvio que no les agrada, y no tienen absolutamente nada con qué contrarrestarlo. Por lo tanto, promueven protestas callejeras y mantienen al país de rehén con su ridículo cierre para combatir el éxito de Trump.

Cabe destacar que grupos feministas radicales de izquierda e islámicas, que consideran tóxica la masculinidad tradicional, son quienes lideran y toman las decisiones en ese partido democrático moderno. Ningún partido político puede acercarse significativamente a personas que resienten con mensajes ideológicos, especialmente porque los demócratas cuentan con una amplia coalición de votantes que detestan cualquier expresión de masculinidad tradicional, que incluye a feministas liberales, así como activistas LGBTQ+, decididos a cambiar por completo las definiciones de hombre y mujer.

Obviamente, el sentido común y la verdad no bastan para contener este tipo de agenda y prácticas ideológicas descabelladas, mientras los medios de comunicación, jueces activistas corruptos y políticos insensibles sigan difundiendo mentiras y manipulando a una población moral y mentalmente comprometida. Son conscientes que decir la verdad puede acarrear que te disparen, como la ejecución pública de Charlie Kirk y los dos intentos de asesinato contra el presidente Trump.

Como expresó Charlie Kirk antes de ser ejecutado públicamente, “los demócratas no respetan la libertad de expresión o la libertad de conciencia - el derecho de otras personas a decidir por sí misma lo que está bien o mal. Si no se reconoce ese derecho y se toman medidas para impedirlo, te están diciendo que no tienes alma y que eres marioneta fácil de controlar e imponer creencias.” “Es obvio que el verdadero motivo de la izquierda demócrata es el control para dictar creencias, y al hacerlo, borran la humanidad de cualquiera que se atreva a pensar diferente; en otras palabras, no te reconocen como ser humano. Si pueden decirte qué decir, te están diciendo qué pensar.”

En conclusión, el mismo grupo de partidarios demócratas que no entienden qué es el fascismo, cuántos géneros hay y no pueden definir qué es una mujer, definitivamente no entenderán qué es un rey.