Relevancia para Panamá de la elección de medio término en EE. UU.
- 15/08/2025 00:00
A Panamá debe importarle la elección de medio término en Estados Unidos, porque su resultado influirá en la producción de los empleos formales y bien remunerados que necesitamos.
Explicaré por qué, pero empecemos antes por entender el ámbito en que medra el asunto.
En julio de 2025, Trump cumplió 6 de los 48 meses de un segundo mandato que concluirá en enero de 2029. En noviembre de 2026 ocurrirá un hecho de enorme importancia: las elecciones de medio término en su país, para renovar 435 escaños de la Cámara de Representantes y 35 de los 100 del Senado.
Su actual segundo mandato implica la continuidad de un proyecto ideológico inconcluso y dichas elecciones serán un referéndum sobre los logros de su gestión.
Entender las metas y el método aparentemente desordenado de Trump requiere comprender que, en el proyecto mencionado, sectores tradicionalmente republicanos se han reforzado con otras organizaciones que no actúan con desorden. Al contrario, cuentan con un plan meticuloso. Son los nacionalistas cristianos, así como otras con defensores de principios contenidos en el corolario Roosevelt y la doctrina Monroe. Hay tres documentos que sustentan sus acciones, los he leído y recomiendo que también lo haga cualquiera que desee anticipar el futuro.
Por un lado, está la “Agenda 47”, elaborada por el equipo de campaña de Trump, y por el otro, el proyecto llamado “Mandato para Liderazgo 2025”, su plan de transición gubernamental, coordinado por la Fundación Heritage.
Un tercer documento fue dedicado al ámbito comercial. Su autor, el presidente del Consejo de Asesores Económicos, Stephen Miran, redactó la “Guía para reestructurar el sistema de comercio global”. Propuso devaluar el dólar e imponer aranceles para proteger la industria estadounidense y reducir el déficit comercial.
Independientemente del estilo de Trump y la simpatía o antipatía que genere, juzguémoslo por sus resultados. Presentaré aquí solo tres, que sus defensores destacan.
Primero: la inflación. Entre enero y junio de 2024, fue de 3.3 % en promedio. Con Trump de vuelta en la Casa Blanca, cayó a 2.6 %.
Segundo: la migración. Trump restableció los controles fronterizos exitosamente, reduciendo significativamente el número de ilegales.
Tercero: los aranceles. Usarlos como arma geopolítica no es algo nuevo, pero el presidente estadounidense la llevó a niveles inéditos gracias a su método: los anuncia exageradamente altos y, luego de retractarse o retrasar su implementación, los países aceptan desesperados.
Con el marco de referencia ya descrito, ¿cuáles son los dos escenarios obvios que podemos anticipar para el resultado de la elección de medio término?
Si los republicanos obtienen mayoría en ambas Cámaras, un Trump fortalecido se dedicará a promover a su sucesor (presumiblemente, su nuera Lara Trump o su vicepresidente James Vance). Incluso podría intentar una improbable reforma constitucional que le permita postularse a un tercer mandato. Esa reforma —atención a esto— también habilitaría a Obama para volver a correr.
Si los republicanos pierden, podría reducirse la velocidad de los cambios que Trump impulsa. Los demócratas se esforzarán por desmantelar sus reformas, reactivarle procesos judiciales y trabajar contrarreloj en producir un contrincante competitivo para 2028 (¿tal vez el actual gobernador de Pensilvania o el de California?).
Vuelvo al punto planteado en el título del presente artículo: ¿por qué a Panamá debe importarle la elección de medio término en Estados Unidos? Tal vez ese fue uno de los temas que Kevin Cabrera, nuevo embajador de Estados Unidos en nuestro país, comentó con el presidente José Raúl Mulino el 5 de mayo, durante la presentación de sus cartas credenciales.
En mi opinión, la pregunta quedó contestada el 17 de julio, cuando Mulino, durante su rutinaria conferencia de prensa semanal, brindó su visión con pragmatismo enfático: “Nuestro socio número uno es y será Estados Unidos. Panamá está tasado en un 10 % en la lista [de aranceles] de Trump [lo cual es] mucho menos que otros [países] de la región y por supuesto que eso podría traer beneficios en cascada, de empresas productoras de otros países, que les conviene venir acá a terminar productos [y aprovechen así el origen panameño], para exportar [desde aquí] a Estados Unidos”.
Mulino observa con preocupación que el desempleo aumentó 2 % durante su primer año de gobierno y, luego de una elección de medio término favorable a Trump, el presidente panameño podría concretar la visión descrita en el párrafo anterior.
Crearía muchos empleos formales y dignos para trabajadores que harán aportes necesarios al consumo, la seguridad social y el pago de impuestos.