San Miguelito: la esperanza de un distrito
- 29/07/2025 23:00
Al conmemorarse los 55 años de la fundación del distrito de San Miguelito, el 30 de julio de 2025, nos parece necesario recordar cómo dio inicio lo que hoy es el segundo distrito más poblado de la República de Panamá.
Este artículo se basa en el libro Historia de San Miguelito, escrito por mi hermano Herasto Reyes, con la participación de moradores fundadores de San Miguelito como Florentino Castro. Su dedicación para archivar documentos fue clave para preservar la memoria histórica. Sin su esfuerzo, la historia de San Miguelito tal vez no se habría conocido.
El inicio de San Miguelito se da con un pequeño caserío conocido como San Miguel Adentro, en donde hoy está Cristo Rey. En 1947 lo habitaba un pequeño número de moradores, algunos de los cuales vivían dentro de la finca de María y Narciso Recuero; quienes vivían en estas fincas pagaban $5 al año, otros se habían ubicado en un callejón de 12 metros de ancho que conducía a otras fincas.
San Miguel Adentro fue una comisaría originalmente del corregimiento de Río Abajo. “Las necesidades y las condiciones infrahumanas de vida de los pobladores de San Miguel Adentro les lleva a plantearse la lucha por la tierra, por mejoramientos sociales y les hacen ver la necesidad de trabajar conjuntamente. Los hermanos Florentino y Baudilio Castro se destacan como impulsadores de estas luchas sociales. La movilización, el diálogo, las reuniones y las juntas constantes le dan vida a la naciente comunidad. Nacen trabajos de limpieza, desagües, mejoramiento de viviendas y de salubridad.
Ese fue el germen, la semilla, de las luchas sociales de San Miguelito. “Fue el comienzo de la era de un pueblo organizado”. Nos comparte Herasto.
El trabajo llevado a cabo en San Miguel Adentro se lleva a otras familias ubicadas en sectores donde hoy es Villa Guadalupe, Paraíso y Monte Oscuro hacia finales de la década del 40. Antes de 1950 no se permitía la construcción de casas en el callejón del Fuerte, presionados por la necesidad y encabezados por los hermanos Castro los moradores nuevos y recién llegados al lugar fueron haciendo sus casas en el antiguo callejón del Fuerte (Julio Angola dueño del mismo) le había manifestado a Florentino y Baudilio que él había dejado ese callejón “para las ánimas”, a lo que Florentino dijo “las ánimas somos nosotros” y de esta forma autorizaron a algunos moradores a construir viviendas en ese callejón y así se fue poblando hasta el río Matías Hernández.
“Fueron duras las batallas porque los dueños de las tierras nunca quisieron que fueran ocupados por las personas para vivir. Las tareas de organizar las comunidades tienen resultados más lentos que los necesarios para garantizar los derechos principales de sus habitantes. No fue fácil la lucha por el pozo artesiano, ya que la construcción de este implicaba el reconocimiento por parte de las autoridades de la nueva comunidad. Pero, paso a paso, alcanzando victorias parciales organizando nuevos moradores y defendiendo el derecho a tener una casa donde vivir se iba conformando el esfuerzo de todo un pueblo en procura de su comunidad.
La comunidad de San Miguel Adentro fue, desde sus orígenes, patrimonio de sus moradores. Todo lo que en ella existió fue conquistado por quienes la habitaron. Ese fue el espíritu fundacional: la semilla que dio vida al pueblo más joven y, a su vez, uno de los más grandes de nuestro país.
Del mismo modo en que San Miguel Adentro perteneció a su gente, San Miguelito hereda legítimamente esa continuidad de pertenencia.
El 10 de enero de 1952, durante un animado juego de béisbol, Florentino Castro propuso un cambio significativo: renombrar la comunidad de San Miguel Adentro como San Miguelito. Ese mismo día, se dirigió a un grupo de compañeros que compartían el descanso y les presentó la idea. La propuesta fue recibida con entusiasmo por los vecinos, quienes la celebraron con aplausos y felicitaciones, marcando así el nacimiento simbólico de San Miguelito.
La lucha por la tierra continuó con firmeza entre los moradores y los propietarios de las fincas donde nació San Miguelito. Ante la necesidad de garantizar un espacio digno para vivir, la comunidad comenzó a movilizarse en defensa de su derecho a un lote. Fue entonces cuando Florentino tomó la iniciativa y guió a sus vecinos hacia la creación de la primera organización comunitaria del pueblo: la sociedad San Miguelito Unido, fundada a principios de 1952.
San Miguelito nació de la lucha y organización de sus moradores, encabezados por figuras como Florentino Castro. De un caserío humilde, se transformó en una comunidad vibrante con identidad propia.
El nombre y el distrito fueron producto del esfuerzo colectivo por dignidad, vivienda y tierra. Tras 55 años de su fundación, sigue siendo símbolo de esperanza y construcción popular.