Suntracs: firme, unido y luchando
- 25/07/2025 00:00
En septiembre de 1972 el país vivía momentos difíciles, en ese se funda el Suntracs. Se escribía de esta manera una historia de luchas y sacrificios en defensa de los intereses de la clase trabajadora.
Los obreros de la construcción, en su inmensa mayoría, se encontraban desprotegidos, con salarios de hambre, sin seguridad social, sin normas de salud y seguridad laboral, sometidos a largas y extenuantes jornadas de trabajo.
La organización y la lucha los lleva a ir alcanzando mejores condiciones laborales. En 1974 logran pactar la primera Convención Colectiva con la Capac, acuerdo que mejora salarios y condiciones de trabajo.
A finales de la década del 80, el Suntracs es cooptado, asume su conducción una “dirigencia” vinculada a los militares en el poder y a su brazo político, el PRD, mismos que pactan acuerdos que representaron reducción de salarios, desmejoramiento de las condiciones de trabajo, cayendo el sindicato prácticamente en bancarrota, producto del robo de sus fondos y de gran parte de sus bienes, algunos de ellos secuestrados por los tribunales.
Surge en ese período el Movimiento Democratizador del Suntracs (Modes), que se opone a la seudodirigencia obrera, desafiando la persecución y represión de los militares. Posterior a la devastadora invasión norteamericana de diciembre de 1989, se inicia la lucha por lograr que la auténtica dirigencia obrera asuma la conducción del Sindicato. El Suntracs, cual ave Fénix, renace de las cenizas. De un sindicato en quiebra se comienza a erigir una de las organizaciones más grandes y combativas de la historia del movimiento obrero de Panamá.
El Suntracs sigue su desarrollo y fortalecimiento. Hemos alcanzado mejores condiciones laborales y de vida para los trabajadores, negociación de convenios colectivos que son ejemplo en América Latina y el mundo reconocido por la OIT, nivel de salario más alto de los obreros del país, fuertes campañas en materia de salud y seguridad laboral; desarrolla actividades de capacitación sindical y profesional; se abren locales en todas las provincias, mantenemos un periódico “La Voz del Suntracs” con tiraje mensual, brindamos asistencia social a los trabajadores. Todas estas reivindicaciones se han logrado gracias a la lucha constante.
La historia del Suntracs, casi 53 años, refleja la trayectoria de lucha de la clase obrera panameña. Es producto de grandes sacrificios que han costado incluso la vida de muchos de nuestros compañeros: Yito Barrantes, Rufino Frías, Osvaldo Lorenzo, Luiyi Argüelles, Al Iromi Smith. Hoy enfrentamos un Estado represor que judicializa a casi 150 compañeros del sindicato, que mantiene injustamente en una cárcel de máxima peligrosidad al compañero Jaime Caballero, yo también me encuentro detenido, que persigue y atenta contra la vida de nuestro secretario general Saúl Méndez y el directivo Erasmo Cerrud. Con voz firme, sin claudicar exigimos justicia.
La ministra de Trabajo, además de ignorar las normas laborales y el debido proceso, ignora que históricamente el Suntracs ha enfrentado la prepotencia de gobiernos autoritarios. Sí, usted ha ido más allá, en un exabrupto legal como lo han reconocido cientos de abogados del país, pretende la disolución del Suntracs a través de juzgados laborales, intentando ejecutar el mandato de odio de Mulino “los voy a reducir a su mínima expresión”.
Que el Gobierno esté claro, ante la represión, persecución, encarcelamientos nos mantenemos firmes, unidos y en lucha como parte de este pueblo humilde y trabajador, en defensa de nuestra organización y contra las medidas antipopulares y vendepatria. Las consignas que identifica al Suntracs, “Sin Luchas no hay Victorias” y “La Pelea es Peleando”, se han forjado en la historia de sacrificio y sangre de los obreros de la construcción.
En medio de esta embestida del Gobierno, agradecemos la solidaridad recibida por personas y organizaciones nacionales e internacionales, en especial a la delegación del CSA-TUCA y a ICM que se han reunido en nuestro país esta semana para analizar las violaciones de derechos laborales y libertades sindicales en Panamá, recordando que el país se encuentra en la lista de la OIT de los 24 países más violadores de estos derechos.