Violencia escolar y convivencia en paz
- 23/09/2025 00:00
La violencia escolar son todas las formas de agresión dentro o fuera de las aulas de clase entre estudiantes, que involucra también la ejercida por docentes, personal administrativo y los padres.
Existen varios tipos de violencia escolar, en el caso de estudiantes: la violencia verbal, física, psicológica, racial, sexual, de género, de exclusión social, por orientación sexual, robo y daño de pertenencias, a través de las Tics (cyberbullyng), y el acoso escolar o bullying.
Sobre la violencia en las aulas de clase, diversos organismos de las Naciones Unidas han tomado sumo interés, y en 1993, se estableció el Día Escolar de la No Violencia y de la Paz, y posteriormente, la Asamblea General declaró el Día Internacional de la Convivencia en Paz (2017), para promover la cultura de paz, los valores, la tolerancia, la inclusión, la solidaridad y el respeto a la diversidad.
Y es que la violencia escolar tiene efectos en el proceso de aprendizaje, impide ejercer y disfrutar del derecho a la educación en plena libertad, atenta contra los derechos humanos, la dignidad, y la salud física y mental.
Es obvio, entonces, que los hechos suscitados recientemente en un centro educativo a raíz de una pelea con arma blanca entre estudiantes que puso en peligro la vida de varios estudiantes no solo provocan alarma social, sino que este tipo comportamientos afectan el ambiente y el bienestar de los estudiantes, y denota una falta de seguridad en los planteles educativos.
Por otro lado, en nuestro país, el Ministerio de Educación estableció mediante Resuelto No. 2588-A del 30 de mayo de 2018, el uso obligatorio de Protocolos en los centros para el acoso y ciberacoso, y más tarde, mediante Ley 289 de marzo de 2022, se promueve la Convivencia sin violencia en las instituciones educativas del país adoptando medidas contra la violencia, intimidación, hostigamiento y discriminación, difamación en las aulas, a través de redes sociales y o cualquier otro sistema informático o electrónico, con fines de prevenir, y erradicar estas conductas entre estudiantes.
Luego se reglamenta, mediante el Decreto Ejecutivo 82 de 2 de junio de 2024, pero directamente determina que la violencia escolar se constituye en bullying o acoso escolar” (art.2) que comprende conductas de intimidación, hostigamiento, discriminación y difamación, y cyberbullying.
Lo anterior resulta contradictorio, porque el bullying es un tipo de maltrato entre iguales, es sistemático, continuo, se realiza mediante intimidación, busca la exclusión, mientras que la violencia escolar tiene diversos estilos, no ocurre entre iguales, y es aislada, aunque ambas tienen en común perjudicar a sus víctimas (Fernández Heredia y otros, 2022).
Lo que sí es importante, es que de acuerdo con la normativa señalada, la violencia escolar, “se presenta entre los estudiantes o un adulto sea este un padre de familia, docente, persona administrativa u otro, hacia un estudiante o estudiantes, de forma reiterada, durante un tiempo determinado, dentro del aula de clase o en los predios del centro educativo, a través de internet o redes sociales” (art.1).
De lo expresado, es evidente que la violencia escolar y el bullying, constituyen un maltrato físico o de cualquier otra naturaleza, que atenta en general contra los derechos humanos, y que la educación para la paz, la cultura de la convivencia pacífica en los centros educativos no es una alternativa sino una necesidad.
Queda pues un compromiso en primer lugar, para las autoridades educativas de reforzar el plan de convivencia pacífica escolar, y de la sociedad, de los educadores, la comunidad, de promover valores, el respeto, la tolerancia, la empatía, el dialogo, la comunicación, y en cuanto a los padres, estar atentos a las señales de alerta de violencia escolar o de los comportamientos abusivos de sus hijos hacia otros.