Mulino señala a Washington de auspiciar viaje de diputados a Taiwán

Mulino reiteró que la política exterior es definida exclusivamente por el Ejecutivo y rechazó el viaje legislativo hacia Taipéi. Imagen generada por Google IA
  • 20/11/2025 09:44

El mandatario cuestionó el respaldo exterior al desplazamiento legislativo hacia Taipéi y recalcó que la política exterior solo se define desde el Órgano Ejecutivo, en línea con la Constitución panameña

El presidente José Raúl Mulino lanzó este jueves 20 de noviembre un mensaje contundente durante su conferencia de prensa semanal: señaló a Washington de supuestamente auspiciar el viaje de un grupo de diputados de la Asamblea Nacional a Taiwán, una visita que ha tensado la relación diplomática entre Panamá y la República Popular China desde que se hizo pública.

“No vamos a permitir que esa fuerza de atracción nos lleve a un problema. Resuélvanlo allá en Washington. No en Panamá”, declaró.

Agregó que “ese viaje está viciado por quienes buscan prender un tamborito aquí en Panamá entre la relación con China”, y aseguró que su gobierno se mantendrá firme ante cualquier intento externo de generar fricciones bilaterales.

“Mi gobierno no avala ese viaje”

Mulino reiteró que el poder Ejecutivo es el único órgano facultado constitucionalmente para fijar la política exterior del país. En ese marco, dejó claro que el viaje de los diputados no cuenta con su respaldo.

“Mi gobierno no avala ese viaje bajo ninguna circunstancia, porque sé que las consecuencias pueden ser complejas”, advirtió.

El mandatario además cuestionó el argumento de que los diputados iban a Taiwán a explorar oportunidades económicas. “Es mentira que los diputados pueden ir allá a hablar de inversiones y de proyectos”, dijo.

Temor a un conflicto ajeno

Mulino insistió en que Panamá no puede convertirse en escenario de confrontaciones geopolíticas entre potencias. “Yo no voy a permitir que atraigan a Panamá un problema que no es de Panamá”, subrayó.

Recordó que desde 2017, cuando Panamá estableció relaciones diplomáticas con la República Popular China, el país reconoce el principio de “una sola China” y solo puede mantener vínculos oficiales con Beijing. Cualquier visita oficial a Taiwán, aclaró, contraviene ese principio y abre la puerta a consecuencias diplomáticas que el gobierno no está dispuesto a asumir.

El mandatario también aludió a la “fuerza de atracción” de actores externos que buscan arrastrar a Panamá hacia conflictos geopolíticos que exceden sus prioridades nacionales. “Resuélvanlo allá en Washington, no en Panamá”, afirmó.

Origen de la controversia

La tensión comenzó cuando un grupo de diputados panameños anunció un viaje a Taiwán, invitación que, según los legisladores, se vinculaba a oportunidades de comercio y cooperación. La medida generó fricciones inmediatas porque Panamá reconoce únicamente al gobierno de Beijing.

La Embajada de China en Panamá reaccionó rápidamente con un comunicado en el que cuestionó el viaje y recordó que la relación oficial entre ambos países se sostiene sobre el reconocimiento exclusivo de la República Popular China como el único gobierno legítimo.

Horas después, la Cancillería panameña emitió un pronunciamiento formal reafirmando este compromiso y reiterando que cualquier tema de política exterior es competencia directa del Órgano Ejecutivo.

El trasfondo geopolítico: Panamá entre dos potencias

Las declaraciones de Mulino llegan en un momento de creciente rivalidad entre Estados Unidos y China en la región.

Expertos consultados recientemente por La Estrella de Panamá han señalado que estas dinámicas han aumentado especialmente desde que se conoció el viaje legislativo y tras la respuesta de China, lo que obliga al país a actuar con cautela para proteger su relación con ambos socios estratégicos.

Pese a sus críticas, Mulino cerró su intervención deseando un retorno seguro a los diputados: “Yo espero que les vaya bien. Regresen contentos, los que van”, expresó, dejando claro que su rechazo se dirige al trasfondo del viaje y no a los individuos que lo realizan.

El mandatario insistió, no obstante, en que Panamá no será arrastrado a un conflicto diplomático que no le corresponde y que su gobierno “no permitirá presiones externas” en la conducción de la política exterior.