Peligros de la toxoplasmosis

Actualizado
  • 26/08/2022 00:00
Creado
  • 26/08/2022 00:00
Los resultados de una reciente investigación sobre toxoplasmosis en mujeres embarazadas en Panamá, muestran que existe una alta exposición al parásito, que la transmisión es bastante efectiva y que urge trabajar en su prevención
Cada año, en Panamá se registra un estimado de cuatro casos de toxoplasmosis congénita por cada 1.000 nacimientos.

Cada año, en Panamá se registra un estimado de cuatro casos de toxoplasmosis congénita por cada mil nacimientos, una cifra que, extrapolada al promedio de nacimientos anuales (unos 70.000, según estadísticas oficiales), indica que podríamos estar hablando de unos 280 casos de toxoplasmosis congénita al año en el país, de acuerdo con un reciente estudio del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat AIP).

Y de esos 280 niños estimados, un cierto número de casos puede presentar secuelas graves de la enfermedad en algún momento de la vida, explica la Dra. Zuleima Caballero, investigadora de Indicasat AIP y autora del estudio en el que participaron de manera voluntaria 2.326 mujeres embarazadas de la Clínica de Alto Riesgo del hospital Santo Tomás, y que contó con el financiamiento de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) y Roche Diagnostics International Ltd.

La infección materno-fetal ocasionada por el parásito Toxoplasma gondii puede generar consecuencias severas durante el desarrollo del feto, entre ellas: hidrocefalia, microcefalia, problemas neurológicos graves y problemas oculares. “Estas secuelas pueden producirse si no se efectúa el diagnóstico y tratamiento oportuno”, destaca la Dra. Caballero.

Según el estudio, el 87,71% de las mujeres con más de 20 semanas de embarazo no tenía ninguna prueba serológica para la detección de este parásito, a pesar de que estas pruebas son parte del protocolo de tamizaje que toda embarazada debe realizarse en Panamá. “Pudimos observar que existe una gran deficiencia en cuanto a la aplicación de las pruebas de diagnóstico, y en la adquisición de los medicamentos (principalmente la pirimetamina) para el tratamiento de la infección. Lo importante ahora es indagar en los factores que interfieren en la realización de dichas pruebas, y en la adquisición de los medicamentos, con el objetivo de dar luces al sistema de salud y poder intervenir oportunamente para prevenir la discapacidad causada por esta enfermedad, ya que la toxoplasmosis congénita es prevenible”, plantea la investigadora.

La doctora Zuleima Caballero es la autora de la investigación.

Según la investigación, el porcentaje de seroprevalencia del parásito Toxoplasma gondii en las mujeres embarazadas que formaron parte del estudio fue de 44,41%, porcentaje considerado alto de acuerdo con las cifras reportadas por otros países de América Latina, que oscilan entre el 35,8% y 60%. “Este porcentaje de seroprevalencia nos indica que existe una alta exposición al parásito y que la transmisión es bastante efectiva”, anota la Dra. Caballero.

También se detectó que un alto porcentaje de mujeres embarazadas en edad fértil (55,58%) se encuentra en riesgo de adquirir una infección primaria, y de desarrollar una infección aguda durante el embarazo.

Estos resultados mostraron que la población de mujeres embarazadas no tiene el conocimiento necesario para prevenir una infección por toxoplasma. También resaltan la necesidad y relevancia de la prevención de la toxoplasmosis congénita en Panamá, para evitar las diversas condiciones patológicas derivadas de esta enfermedad en la población pediátrica, desde el nacimiento o edades tempranas, resume la Dra. Caballero.

Prevención
Un cierto número de casos puede presentar secuelas graves de la enfermedad en algún momento de la vida, explica la Dra. Zuleima Caballero

La principal medida para evitar la infección con el parásito Toxoplasma gondii es cuidar el consumo de alimentos, procurando que las carnes estén bien cocidas, y las frutas y vegetales bien lavados.

Por lo tanto, la principal fuente de infección de Toxoplasma gondii es por medio de la ingestión de alimentos, y no los gatos domésticos, como se suele pensar.

La Dra. Caballero lo explica: “Hay muchos mitos respecto a los felinos y el parásito Toxoplasma gondii. Es cierto que los gatos cumplen un rol importante dentro del ciclo de vida del parásito, pero ellos no son la principal fuente de infección”. Y añade: “Cuando los felinos se infectan por primera vez con el parásito Toxoplasma gondii, atraviesan una fase en la que liberan en sus heces una forma del parásito llamada ooquistes, los cuales no son infecciosos al momento de ser liberados, pues requieren aproximadamente de unas dos semanas para madurar y volverse peligrosos. Entonces, si las heces del animal son limpiadas de la caja de arena de forma diaria, la probabilidad de infección por el gato es muy bajo”.

El estudio del Indicasat-AIP se titula “Seroprevalencia de Toxoplasma gondii en mujeres embarazadas y recién nacidos” y fue desarrollado para contar con evidencia científica que respalde el trabajo de prevención de esta enfermedad en grupos que resultan vulnerables, como las mujeres embarazadas o personas con un sistema inmunológico comprometido.

De hecho, tras hacer público recientemente el contenido de la investigación, diferentes instituciones del ámbito de la salud se han contactado con la Dra. Caballero para desarrollar charlas y seminarios sobre la toxoplasmosis y su prevención. La investigadora refuerza: “Es una gran oportunidad para argumentar sobre la necesidad de actualizar los protocolos para el cuidado prenatal”.

La Dra. Zuleima se especializa en investigaciones en parasitología y biología molecular de parásitos, y ha dedicado seis años al estudio en profundidad de la toxoplasmosis en Panamá.

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