'Dr. Strange' llega con una expansión limitada del Multiverso y visión comprometida

Actualizado
  • 05/05/2022 00:00
Creado
  • 05/05/2022 00:00
La nueva cinta de Marvel, dirigida por Sam Raimi, llega a los cines panameños hoy con una nueva aventura llena de artes místicas, enemigos y aliados del Multiverso, junto con una trama que deja un futuro a ciegas
Wanda Maximoff, ahora como bruja Escarlata, regresa como principal antihéroe de la cinta.

En 1990, cuando Sam Raimi tomaba su primer proyecto de superhéroes, en ese momento Darkman, el mundo cinematográfico de superhéroes no había visto algo igual, e inadvertidamente el proyecto de Raimi pavimentó el camino para la creatividad en las cintas de héroes con poderes más allá de la imaginación y sin tomárselo demasiado en serio, creando un espacio de comedia casi improvisada y seriedad digna de un tomo de cómics.

Ahora, luego de poco más de tres décadas, Raimi se destaca como uno de los cineastas con mayor trayectoria en las cintas de superhéroes, siendo reconocido por su trabajo en la trilogía de Spider-Man para Sony Pictures, y ahora, como director de la nueva entrega de Marvel Studios, Dr. Strange: Multiverso de la Locura (Dr. Strange: Multiverse of Madness, 2022), a estrenarse hoy en cines panameños y regionales.

La cinta, que ya ha alcanzado un 84% de críticas positivas en la plataforma de Rotten Tomatoes, se ha vislumbrado como una de las entregas más anticipadas por los fanáticos de Marvel y del Dr. Stephen Strange (seguido quizá por Thor: Love and Thunder, a estrenarse más adelante). En la película, Raimi muestra su amor por el horror y una trama que salta por todas partes para luego aterrizar de forma abrupta y un tanto jocosa.

Como bien se ha mostrado en los múltiples teasers y tráilers, la película sigue al Dr. Strange (interpretado por Benedict Cumberbatch) en medio de una persecución por el Multiverso —una palabra que significa mucho más de lo que vemos en pantalla a veces—, ayudando a una joven América Chávez (interpretada por Xochitl Gómez) a controlar su poder y huir de una misteriosa fuerza mágica que busca adueñarse de su poder para sus propios fines, es decir, una trama bastante común en este género. Sin embargo, lo que destaca a Dr. Strange de otras entregas —aparte de una singular banda sonora creada por Danny Elfman (Edward Scissorhands, A Nightmare before Christmas)— es su habilidad de jugar con los elementos visuales para crear ambientes de ansiedad, adrenalina, calma y estruendo (no necesariamente en este orden), que cuela con la esencia de Marvel.

Xochitl Gómez interpreta a América Chávez, una joven capaz de viajar por el Multiverso.

Mucho más oscura y abrupta que otras entregas de la franquicia, Multiverse of Madness brinda una visión amplificada de lo que ocurre cuando la creatividad es líder dentro de la trama. Raimi presenta a personajes nuevos, clásicos y entrañables de una forma especial, dando a cada uno su momento para destacarse en el trabajo en equipo, aunque la debilidad de algunas escenas sea un poco complementada con la habilidad de Raimi para sugestionar al espectador de que lo que sucede en pantalla podría ser real.

Uno de los avances más esperados por la fanaticada es el regreso de la exvengadora Wanda Maximoff (interpretada por Elizabeth Olsen), quien luego de los sucesos ocurridos en la serie WandaVision (disponible en Disney Plus) ha sucumbido ante la oscuridad del libro malvado Darkhold, convirtiéndose enteramente en la bruja Escarlata, el ente mágico más poderoso dentro del MCU (Marvel Cinematic Universe) conocido, capaz de “reescribir la realidad a su antojo, confundir a quienes le rodean y adentrarse en sus mentes”, poseyendo increíbles técnicas de combate físico y mental, con los que busca adueñarse de la única posibilidad de reunirse con sus hijos, Billy y Tommy: un portal a un universo alterno donde pueden estar juntos.

Este sueño (o "pesadilla", como lo destaca uno de los personajes) es el centro de la motivación de Wanda, siendo un punto crucial en el desarrollo de la trama. Es entonces, al iniciar la confrontación de Strange contra Wanda que descubrimos que la cinta toma un rumbo diferente al del resto del MCU. En primera instancia, el Multiverso juega un papel secundario en la lucha contra el mal, cuando realmente debería haber pagado homenaje al título de la cinta.

Sin mucha “locura”, somos arrojados ante un montaje de diversos universos alternos, algunos hechos de pinturas, otros silenciosos, e incluso algunos al borde de la destrucción, sin embargo, el manejo de la presentación de estos universos deja mucho que desear bajo el mando de Raimi. El universo donde aterrizan América y Dr. Strange es muy parecido al 616 (universo conocido como el principal de la mayoría de cintas) de donde provienen, exceptuando un campo mucho más colorido y algunas diferencias en costumbres y vestimenta.

Vemos una nueva faceta de Dr. Strange en medio de crisis abruptas.

Aún así, tenemos un vistazo al punto de colisión de los universos, donde todos convergen en un espacio “transitorio”, lo que demuestra que sí hubo la posibilidad de llevar al Multiverso a una plataforma mucho más impresionante luego de años de utilizarlo como enganche para los fanáticos, e incluso para la realización de nuevas tramas como en Spider-Man: No Way Home (2021).

Si de algo no escapa la nueva entrega del hechicero de Marvel, es de la tradición adoptada por la productora de dar a los fans “lo que quieren”, en vez de expandir sus propuestas visuales y narrativas de forma que presenten un universo cinematográfico cada vez más completo. Los cameos, integraciones sorpresa y easter eggs son numerosos, pero sin un significado importante para la trama, siendo utilizados de forma superficial y no del todo congruente con lo que ya se conoce de los poderes de Dr. Strange y sus aliados.

Quizás una de las presentaciones más significativas de esta cinta —y que podría regresarnos a un momento nostálgico y doloroso de Infinity War— es el luto y dolor de Wanda, en donde destacan de forma natural, y un poco macabra, las secuelas de su batalla en Westview y la pérdida de su amado Vision, junto con sus hijos. La Bruja Escarlata presta homenaje a las raíces del horror del lente de Raimi, pero sin dejar de mostrarse vulnerable, calculadora y astuta en todo momento, siendo una de las partes más auténticas y emocionantes de la cinta.

“Dr. Strange es mejor cuando combina los talentos de Sam Raimi como director de películas de terror y superhéroes. Desafortunadamente, también tiene dificultades para unir las historias de MCU y tiene algunos de los servicios de fans más atroces y frustrantes que he visto en Marvel”, comentó el crítico de Collider, Ross Bonaime.

La cinta ha recibido críticas mixtas desde varios sitios especializados.

El servicio de fans (o fan service, por su acuñación en inglés) se ha convertido lentamente en una de las tradiciones de Marvel, siendo a veces aplaudida, y otras, repudiada, pero su presencia sigue siendo un pilar en la narrativa, quizá debilitando lo que podía haber sido un guion de mayor impacto y profundidad, una oportunidad perdida en esta ocasión.

En medio de los efectos visuales, los viajes interdimensionales y las explosiones de sonido constantes, perdemos una ventana de desarrollo de personajes a un mayor nivel, dejando de lado lo que hace de Marvel (y de Raimi) una productora de historias complejas e identificables con el público. Hay escenas innecesarias, momentos vacíos y silencios incómodos en los cuales bien se podrían haber añadido risas falsas como en algún episodio de sitcom.

Para unos, Multiverse of Madness representa la maximización del talento de Sam Raimi desde la silla directorial, siendo uno de sus trabajos más auténticos a su lente desde la trilogía de Spider-Man, pero para otros es una división en partes iguales tanto de admiración como de decepción. Quedará esperar más adelante, y solo las audiencias decidirán si realmente Dr. Strange: Multiverso de la Locura merece un asiento entre las más memorables de Marvel.

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