'Mira cómo corren', la comedia al mejor estilo detectivesco

  • 13/10/2022 00:00
La cinta ambientada en el universo 'noir' de Agatha Christie y los asesinatos presenta una oportunidad para combinar la comedia seca y un juego de polícias y ratones de forma orgánica. La cinta se estrena hoy en Panamá
El misterio pasa a segundo plano con la comedia como plato fuerte.

La nueva película del cineasta Tom George, Mira cómo corren (a estrenarse hoy en cines del país), explora un Londres artístico y misterioso en la década de 1950, donde personajes coloridos se presentan como piezas en un cuadro de ajedrez y cuentan sus pasos como marchas militares. Conocemos en primer lugar a Leo Köpernick (Adrien Brody), un director de cine estadounidense que llega a Londres bajo contrato del productor británico John Woolf (Reece Shearsmith) para trabajar en la adaptación cinematográfica de “La ratonera”, una obra escrita por Agatha Christie y que se mantiene como la obra teatral de mayor curso ininterrumpido en la historia, contando ya con más de 28 mil puestas en escena alrededor del mundo.

Es con Köpernick que comenzamos a ver lo que se cuece en medio de la trama de Mira cómo corren (See How They Run), siendo “cómplices”, como audiencia, de los retorcidos actos que ocurren bajo el reflector de un guion cómico y dramático –balanceado de gran manera por Mark Chappell– mientras seguimos al inspector Stoppard (Sam Rockwell), cuyo nombre es una de las muchas referencias a la literatura y el cine noir y de misterio como de 'The Real Inspector Hound' una obra del ganador del Óscar Tom Stoppard.

Pero las referencias son solo una de las muchas atracciones de la cinta, guiándose por la comedia británica centrada en rápidos comentarios –muchas veces irónicos, sarcásticos o simplemente, ingenuos– y respuestas melosas teñidas por gestos de incredulidad o cansancio (de las cuales Rockwell demuestra tener maestría). Mientras avanza la trama nos damos cuenta de que somos testigos de un whodunit, es decir una historia de '¿quién lo hizo?' al mejor estilo de Christie, aunque no puede considerarse una copia fiel a su huella indeleble en la literatura y el cine de hace décadas.

La cinta se estrena hoy en los cines panameños.

Aún así, demuestra tener el valor suficiente para darnos exactamente lo que necesitamos como audiencia: buenas risas, diálogos lo suficientemente entretenidos para engancharnos y completar la historia antes de que el inspector diga '¡ajá!' en vano descubrimiento del asesino, y un acercamiento cómodo a una época y lugar del cual nos volvemos parte en todo momento. Casi como jugar una partida de 'Clue' disfrazados de los personajes principales.

Lo que hace a la cinta de George única y gratamente divertida, es su capacidad de no tomarse tan en serio a sí misma. Si bien vemos cameos de la mísmisima Agatha Christie (interpretada por una excéntrica Shirley Henderson) y su segundo esposo Max Mallowan (Lucian Msamati), estos aparecen en momentos específicos donde la trama se empieza a convertir en una sátira de sí misma; pronto los pasos lentos por el escenario en modo de “reflexión” se tornan en pasos aligerados en una sala de estar que buscan refugio y socorro; y las luces de los reflectores se vuelven ráfagas de fuego que consume todo a su alrededor, convirtiendo a la cinta –al menos visualmente– en una danza caótica y graciosa que asombra por su sencillez e incluso por su carácter un tanto juvenil.

“Lo increíble de trabajar con este elenco es que tienes una combinación realmente genial de actores cómicos brillantes, que la gente reconoce por sus comedias, así como con actores extraordinarios que encajan perfecto y parecen pertenecer al mismo grupo”, comentó el director. “Es increíble ver actores como Tim Key y Charlei Cooper, conocidos por el público de comedia británica, junto con actores como Ruth Wilson y David Oyelowo a quienes no muchas personas quizá conozcan por su trabajo en comedia”.

Con un elenco de cómicos y actores dramáticos se encuentra un balance interesante.

Con muchas cosas a su favor, 'Mira cómo corren' también trastabilla en la profundización de sus personajes, dejando algunos cabos sueltos en su narrativa, incluyendo subtramas que no se resuelven sino que se dejan en el imaginario de la audiencia (como finales 'abiertos') y quedándose muy cómoda en la utilización de personajes específicos que carguen con la inexpresividad e inutilidad del resto. Una de las mejores interpretaciones es por parte de Saoirse Ronan, quien da vida a la agente Stalker, una madre viuda cuya afición por el cine y el teatro la vuelven la mano derecha de Stoppard, pero su inexperiencia y su ímpetu también causan bajas en el ritmo algunas veces natural de la historia.

“Creo que es un papel en el que la mayoría de personas no ha visto a Saorise antes”, comentó George en una entrevista, “es extraordinariamente divertida y se ajusta con total naturalidad a su rol. Le agrega ese entusiasmo natural y esa mente inquisitiva que tiene, pero creo que lo novedoro para la gente será ver lo graciosa que es en la comedia pura y dura”.

Para quienes gustaron de la afamada Knives Out: Entre navajas y secretos (2019), encontrarán la cinta de George directamente en su área de confort aunque sean distintas en puntos principales del storytelling. Pese a esto, me quedo con el final gratificante y un tanto penoso de la cinta, que recuerda aquellos recursos de romper la cuarta pared utilizados en cintas aclamadas como Deadpool o Enola Holmes, pero que sirven para recordar a la audiencia su activa participación en lo que vimos y escuchamos, como si el teatro en la pantalla estuviera frente a nuestros ojos en un sitio físico actual.

La trama deja algunas lagunas, pero se sostiene en su generalidad como disfrutable.

Una comedia que raya en lo predecible sin serlo demasiado, y que da un toque de frescura a las historias de Christie contadas en el cine. A diferencia de algunas cintas con menos tacto como la reciente Muerte en el Nilo (2022), Mira cómo corren presenta un grado de entretenimiento similar al que muchos lectores de Christie encuentran en sus libros, lo que es un gran logro para una cinta de casi dos horas donde vemos a personajes entrar y salir, hablar mucho o muy poco y aún así quedamos entendiendo que no todos son importantes, y que aquel que menos pensamos, resulta ser el héroe de la noche.

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