Transgresora Un gran adiós

PANAMÁ. Una conmovedora despedida se le dio a la fallecida Leonora Carrington, que fue enterrada el pasado jueves, en su adorado México, país donde se radicó a los 20 años, mientras huía del nazismo y el hospital siquiatrico de Inglaterra donde la habían internado sus padres.

Carrington hizo toda su carrera en México y se dedicó a la escultura, pintura y a la escritura, con mucha pasión. Sobresalen entre las obras de la artista, fascinada por las culturas indígenas y prehispánicas de México, centenares de dibujos, esculturas, tapices y el mural ‘El Mundo de los Mayas’ (1963). Entre sus obras literarias también destacan ‘La Casa del Miedo’, ‘La trompeta acústica’, ‘El séptimo caballo y otros cuentos’. Algunos de sus cuadros más logrados son ‘La Giganta’, ‘Quería ser Pájaro’, ‘Laberinto’, ‘El despertar’, ‘Entonces ví a la hija del Minotauro’ y ‘El juglar’.

‘Era una mujer de un talento excepcional, porque así como fue una gran pintora fue también una excelente escritora, con un mundo, el mundo surrealista, o el mundo si usted quiere de la imaginación; el mundo que le quedó de su infancia, pues ella lo supo retratar en una forma muy notable en sus cuentos’, expresó la escritora mexicana Elena Poniatowska.

El escritor mexicano Homero Aridjis, otro de sus amigos, dijo a la AP que la artista era una leyenda viva del surrealismo.

Joanna Pawlik, profesora de la Universidad de Manchester y miembro del Centro para el Estudio del Surrealismo, dijo a la AP que Carrington se unió a los surrealistas en la década de 1930, después de que el grupo publicó su primer manifiesto en 1924.

Carrington escribió artículos en revistas y periódicos, cuentos, ensayos, en paralelo a su producción de pinturas, esculturas que fueron exhibidas en la ciudad de México, Nueva York, Los Angeles, Londres, París, Tokyo.

Isaac Masri, su amigo y promotor cultural dijo ‘es la pérdida de una gran artista que deja una luz impresionante a través de su obra’, destacó Masri.