Marsalis, en el barrio de Danilo

Actualizado
  • 15/03/2015 01:00
Creado
  • 15/03/2015 01:00
Tras cancelar una visita a Venezuela, uno de los jazzistas más célebres del mundo ofreció unos talleres

Lunes 9 de marzo. El avión que transporta al afamado trompetista Wynton Marsalis y a los miembros de la Jazz at Lincoln Center Orchestra aterriza en el Aeropuerto Internacional de Tocumen. Esa noche, el más célebre de los músicos que integran la familia Marsalis se encontraba en tránsito hacia la ciudad de Caracas. Todo estaba listo para el retorno a Venezuela del compositor que a mediados de los ochentas renovó la escena del jazz, después de que en el 2005 participara en el aniversario número 30 del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles, del cual han emergido figuras como la del director Gustavo Dudamel.

Pero la política internacional le jugaría una mala pasada a Marsalis y a sus músicos. Días antes las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela habían alcanzo uno de sus puntos más álgidos con cuando el presidente Nicolás Maduro aprobó una serie de acciones diplomáticas que incluían la reducción de los funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en Caracas y la exigencia de visa a los turistas estadounidenses. Ese mismo lunes Obama firmó un decreto anunciando sanciones contra siete altos funcionarios de organismos de seguridad del gobierno de Maduro.

Luego de enterarse de que su presidente consideraba a Venezuela como una amenaza a la seguridad nacional estadounidense, los planes de Marsalis de presentarse en Caracas se desvanecieron.

Según el rotativo estadounidense El Nuevo Herald la orquesta del Jazz at Lincoln Center envió una misiva en la que establecía que ‘desafortunadamente, nuestra presencia en Venezuela, en este momento particular, podría desviar la atención de la tan merecida celebración de las cuatro décadas de excelencia de ‘El Sistema”.

Por su parte, el Teatro Teresa Carreño, que sería el escenario de dos de las presentaciones de Marsalis, difundió a través de su página de internet que el 17 de marzo se ‘comenzará a regresar el dinero a quienes hayan comprado entradas para los recitales’.

LA LEYENDA EN EL AULA

Sin embargo, el músico estaba dispuesto a aprovechar el viaje. Venía de ofrecer un concierto el día anterior en la capital mexicana, por lo que anhelaba seguir tocando, aunque no fuera en Venezuela, como tenía previsto originalmente.

Fue entonces que Marsalis recordó que tenía un amigo en Panamá: el pianista Danilo Pérez, creador de una fundación que impulsa el rescate de jóvenes en riesgo social a través de la música. Durante años Marsalis había venido trabajando con infantes, por lo que decidió llamar a Pérez. Ahí donde las diferencias políticas se erigían como un muro insalvable la amistad tendía puentes en beneficio de la cultura y los pueblos.

Lo que había comenzado como el tránsito entre dos países terminó convirtiéndose en otra colaboración más entre un músico de talla internacional y la Fundación Danilo Pérez, como ha venido ocurriendo durante las 15 versiones del ‘Panama Jazz Fest’.

A lo largo de la semana el hijo del pianista Ellis Marsalis dictó una serie de ‘clases maestras’ en la Fundación Danilo Pérez y en la Universidad de Panamá. Ayer ofreció un taller gratuito para niños en la Plaza Herrera.

El Danilo Jazz Club también le ha abierto las puertas al célebre compositor, que el viernes y el sábado se presentó en su escenario, ubicado en una esquina de La Plaza Herrera.

‘Queríamos celebrar el aniversario número 40 del Sistema Nacional de Orquestas de Venezuela. Es algo de lo que hemos venido hablando con el maestro José Antonio Abreu. Tenemos planes de hacerlo en otro oportunidad’, aseguró Marsalis a la salida de un taller en la Fundación Danilo Pérez, en el Casco Viejo.

JAZZ EN LAS AMÉRICAS

La visita a Venezuela estaba prevista a darse en el marco de la primera gira latinoamericana de la orquesta del Jazz at Lincoln Center en 10 años. Puerto Rico, México y Venezuela eran algunos de los 12 países incluidos en la gira.

Marsalis funge como director del Jazz Lincoln Center, que cada año produce un programa de presentaciones musicales y eventos educativos para audiencias de todas las edades.

‘Ha sido como una reunión con la familia’, manifestó Marsalis durante su visita a Panamá. ‘A Puerto Rico y México nos llevó gente con la cual hemos venido trabajando durante muchos años, involucrando a los niños de diversos países’, comentó.

Acerca de su amistad con Pérez, el trompetista aseguró que ‘somos como hermanos, hemos sido muy afortunados en tener la clase de relaciones que hemos mantenido a lo largo de los años’.

DISCOGRAFÍA VENIDERA

Precisamente será Blades, a quien Marsalis asegura ‘tenerle el más profundo de los respetos, no sólo por ser un gran músico, sino también un gran hombre’, con quien trabajará en un proyecto discográfico.

En noviembre del año pasado Blades se presentó junto a Marslis en el Jazz at Lincoln Center en ocasión del onomástico de su padre Ellis Marsalis. Tal parece que los acordes del jazz se encontrarán con los de la salsa en la nueva producción.

El veterano músico comenta que a pesar de sus 80 años su progenitor se mantiene activo como pianista. En cuanto a su hermanos, Branford y Jason, el primero participa de un grupo de teatro infantil mientras que el segundo recorre el mundo junto a su banda. La dinastía Marsalis todavía mantiene su invaluable aporte a la escena cultural internacional.

Además de la colaboración con Blades, Marsalis tiene previsto editar un grabación en vivo de un concierto que realizó junto a su compatriota, el célebre saxofonista Wayne Shorter, en homenaje a Joe Temperly, una saxofonista de 84 años de edad. ‘Hicimos una gala en su honor‘, comentó el intérprete. Esta producciones se sumarán a una discografía de más de 20 títulos. Y a los aproximadamente 80 discos que el veterano jazzista asegura que estará editando en los próximos años.

Por: Errol Caballero/Anastacio Puertas

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