La tridimensionalidad que alberga el lienzo

Actualizado
  • 27/05/2018 02:01
Creado
  • 27/05/2018 02:01
‘Planisferios' es la más reciente muestra individual del artista Mario Vélez en Arteconsult, que agrupa pinturas y esculturas vinculadas por un diálogo sobre la tierra y el espacio

El acto de contemplación de un lienzo toma un giro imprevisto en la nueva muestra del pintor Mario Vélez. ‘Planisferios', la exposición que inauguró este mes el colombiano en la galería Arteconsult, desafía la hegemonía de un soporte plano para sumergir al público en una profundidad que se origina en la pintura pero se desprende fuera de esta en forma de objetos y esculturas.

‘Piedras, rocas y sus simulaciones, territorios, huevos que parecen planetas, el sonido casi musical que producen las piedras al frotarse entre sí, todos ellos parecen desprenderse de sus cuadros creando un diálogo perfecto y configurando lo que es el movimiento contemporáneo de la pintura instalada, donde podemos situar algunos artistas importantes como Karen Aune y Óscar Murillo, quienes problematizan lo pictórico integrado al espacio', introduce Ricardo Arcos-Palma, en un texto sobre las obras de Vélez que vinieron a Panamá.

Una pieza de grandes dimensiones —180x360 cm.— abre la muestra en Arteconsult: ‘Suma de cuadros', un gigante que irradia un envolvente tono rojizo, con las clásicas formas ovoides de Vélez orbitando sobre retículas en el fondo, un puñado de líneas blancas que parecen fracasar en su intento de imponerle un orden lógico a la energía, al movimiento, a la danza espacial de los fósiles. Al pie del titánico lienzo, reposan tres esculturas ovoides, como si fuesen extensiones de la pintura en el plano tridimensional.

‘Es un período más inquietante', dice el artista. ‘Empieza a surgir la escultura y lo objetual como un reflejo de la pintura. Esa retícula empezó a extenderse hacia las paredes (de la sala) para ubicar la pintura en un contexto humano', añade.

El período al que se refiere es la serie ‘Atlas', a la que le dedicó dos años de producción. En la galería Arteconsult, frente a ‘Suma de cuadros', cuelgan tres lienzos de fondo verde oscuro: ‘Encuentro y contacto', ‘Navegantes' y ‘Ángulos de observación'. La primera vez que se mostró la serie ‘Atlas', que forman estas y otras obras, fue en 2016 en la sala de exposiciones del Archivo de Bogotá, una ambiciosa colección desde el punto de vista artístico y que incluyó pinturas, esculturas y videos.

A diferencia de su serie anterior, ‘Canto rodado', en la que abordaba la profundidad del río y el papel de la piedra como un fósil que contiene todas las vidas que confluyen en una corriente de agua, ‘Atlas' enfoca la mirada en la profundidad del espacio y la transposición de un objeto creado en un plano bidimencional a otro tridimensional.

Los nuevos cauces de la identidad pictórica de Vélez quedan expuestos también en la paleta de colores. ‘Planisferios', la muestra que exhibe en Panamá compuesta por piezas de su serie ‘Atlas', emite, por un lado, tonalidades más oscuras que sus trabajos anteriores: negros, verdes y azules que remiten al espectador a un precipicio; y, por el otro, contrasta el viaje con un rojo hipnotizante, rayas anaranjadas, amarillas y líneas blancas.

‘Es un proyecto muy ambicioso, y en el que por primera vez requerí un asistente porque sentí que no era capaz de abordar solo la magnitud de esta serie. La idea no es solo hacer una pintura y una escultura sino hacer un supermontaje, intervenir espacialmente los lugares', explica Vélez.

Uno de los retos de la producción fue lograr la apariencia de roca en las formas ovoides que aparecen en el lienzo. Para esto se utilizaron pigmentos que ayudaron a resaltar las texturas en las hendiduras. Una vez terminados los lienzos, el artista fabricó las esculturas ovoides, un proceso curioso porque en la pintura trató de emular las piedras naturales, pero en la escultura intentó copiar la textura de la piedra ya pintada: un tránsito que empieza en el plano tridimensional atraviesa el bidimensional y vuelve al inicio —a nuestro entorno— como un objeto resignificado.

Entre otras de las piezas que componen ‘Planisferios' está una malla amarilla con una de las esculturas adentro. Se trata de un elemento que Vélez incorporó en la serie que le siguió a ‘Atlas', ‘Agua fósil'. El artista antioqueño cuenta que muchos de los objetos presentes en sus exhibiciones, han aparecido primero en su estudio. En el inicio, las rocas llegaron a su estudio porque las coleccionaba cada vez que paseaba durante días y noches por los ríos. De esa observación nació ‘Canto rodado'. Más recientemente, tomó conciencia de la hamaca que tenía en su estudio, y la asoció con el río y los días de pesca. Así, esta malla cruzó el umbral del estudio y se convirtió en parte de su obra.

‘Finalmente, mi trabajo será siempre un atlas. De alguna manera, la serie anterior podría estar perfectamente junto a una pieza de estas —dice, mientras recorre la mirada por la galería Arteconsult— y haría parte de un todo. Cada una, en su momento, dialoga con la otra y podría organizar una muestra tomando obras de tres o cuatro series diferentes, o incluir estas rocas artificiales con las naturales. Todo hace parte de un mismo ecosistema', concluye Vélez.

‘La idea no es solo hacer una pintura y una escultura sino hacer un supermontaje, intervenir espacialmente los lugares'

MARIO VÉLEZ

ARTISTA

Lo Nuevo
comments powered by Disqus