‘Rubén verá el documental cuando cumpla 75'

Hay productores que apelan a la imaginación para crear una cinta. Hay, en cambio, otros que prefieren crear con un toque periodístico. Abner Benaim (Panamá, 1971) adoptó esta premisa, esta vez. No siempre suele hacerlo pero la historia del personaje lo ameritaba. ‘Yo siento orgullo ajeno por Rubén Blades. Así como la gente siente pena ajena por alguien, yo lo que siento es un inmenso orgullo por él', dice. Y es que Benaim se sumergió en la realidad de un político, músico, cantante y humanista para requisarla a fondo y llevarla, con rigurosidad, a la gran pantalla. Este jueves se estrena, en cines, esta historia real, 'Yo no me llamo Rubén Blades' , un documental que comenzó su trayectoria por los festivales cinematográficos. Benemin pesa sus frases antes de lanzarlas. En esta entrevista fue tajante y breve, como si no quisiese que una pregunta le quitase algo de él o de su obra.. -Quizá estaba cansado de repetir la historia de su documental, entrevista tras entrevista-. Sin embargo, permitió que charlaramos sobre cine, su documental y el país.

Decir ‘director de cine ' a priori se escucha bien. Denota liderazgo, creatividad e incluso a un oficio muy bien remunerado. ‘( ríe ) Para hacer una película hay que dedicale muchísimo tiempo y energía. Y si el entusiasmo no está ahí para acompañarte , es muy difícil hacerlo. Uno tiene que tener una razón para hacer las cosas. Tal vez estas razones estén ubicadas en el borde de la locura', matiza. Y destaca, además, que para ser un buen director ‘se necesitan unas ganas inexplicables que no te permiten desistir'.

Este guión, que el panameño profesa, fue el que cumplió al pie de la letra para la realización del relato de su compatriota. ‘Vi a Rubén como una persona común. Desde un principio, traté de acercarme a él, así como cuando quieres conocer a alguien. Tracé un esquema para comprender al personaje fuera del escenario. Y miré esos momentos cuando no estaba ejecutando su arte', explica Benaim.

Para el hombre, que afirma que ‘el cine es una expresión más de la vida y una manera de conectarse con los demás', el documental está basado en un ‘tema fascinante'. ‘Dime a quién no le interesa la vida de un ser, que nació y creció aquí, y que ha enaltecido nuestro país donde quiera que ha ido', detalla. ‘Él ha hecho cosas que uno no puede ni imaginar. Por eso, ¡vean el documental', invita.

El también padre de 'Invasión' comparte, con felicidad, que el cine nacional ‘se encuentra en su mejor época'. ‘La cosas han cambiado mucho. Ahora hay una estructura con una plataforma donde se puede crear. Hay estímulos, motivación y un gran apoyo. Puedes ver el resultado: hay varias películas que se están haciendo al año y eso es un cambio muy fuerte, en la última década. Cuando yo hice 'Chance' no contábamos con nada', puntualiza el director. Y es que para Benaim el país es generoso, en cuanto al arte cinematográfico se refiere. ‘En Panamá está todo en su lugar para hacer filmes. Estamos en el comienzo de una historia que dejará huellas. El país tiene actores, productores, locaciones... para hacer buen cine', destaca.

Cuando 'Yo no me llamo Rubén Blades' salga de las salas de cines, se proyectará en la pantalla chica. ‘El documental se trasmitirá en HBO', informa. En este mismo contexto, el director difiere de algunos criterios, en cuanto a las creaciones de las nuevas plataformas televisivas. ‘Yo no tengo ningún problema con Netflix. Pero se debe ser selectivo. Hay muchas producciones que son del consumo rápido y se olvida', zanja.

Según Benaim, la cinta que abrió la nueva edición del Festival de Cine Latino HBO de Nueva York hace apenas unos días, aún no pasa por la crítica de su protagonista. ‘Rubén no ha visto el documental pero dice que lo verá cuando cumpla 75 años', cuenta en tono jocoso. Quizá tendremos que esperar, unos cinco años, para que Rubén Blades exponga su visto bueno de la historia que cuenta su propia vida.