Bruce Quinn: el espejo de Broadway en Panamá

Actualizado
  • 11/05/2021 00:00
Creado
  • 11/05/2021 00:00
Con más de 100 obras musicales en escena, el afamado director musical fallecido recientemente fue recordado por colegas en el sector teatral. Aquí algunas anécdotas que dibujan parte de su trayectoria
Bruce junto a Diana Abouganem, productora de teatro y socia del teatro Pacific.

“Era un apasionado de lo que hacía; contaba con esa genialidad en escena. Tenía la capacidad de conocer al artista y dar sobre todo el voto de confianza al joven actor”, así recuerda la productora teatral Diana Abouganem a Bruce Quinn, maestro del teatro musical fallecido este viernes a los 85 años.

“'El gran caballero', así llamaba a Bruce Quinn porque ante todo eso era, un gran caballero. Todos los que lo conocimos tenemos una gran satisfacción. Él siempre creyó en los reconocimientos en vida y afortunadamente se le dieron”, comparte Abouganem.

Durante una entrevista con La Estrella de Panamá en 2012, Quinn habló de sus impresiones sobre un reconocimiento que le dedicara la Administración del Canal de Panamá. “El homenaje duró casi un mes. Era una especie de museo en donde se pudieron apreciar fotos de obras que he hecho durante toda mi vida profesional. Allí había cosas de las que yo no me acordaba. Toda esa información fue recopilada en varias cajas y me las regalaron”.

Un hecho es que Quinn dejó una huella imborrable en el sector teatral panameño y en aquellos que tuvieron la posibilidad de ser parte de su entorno.

“Desde 2002 realizaba junto a Bruce de dos a tres obras anuales”, subraya Abouganem. Como compañero sobre las tablas, lo describe como un hombre sabio, conocedor de la historia, un artista que incluso inspiró una de sus producciones en el trabajo de Van Gogh. Sus creaciones no se limitaban al teatro, sino que iban más allá; sus puestas en escena abarcaban el arte en general.

“Trabajar con él era maravilloso. Fue un hombre de bajo perfil, genuino, de corazón bondadoso y detallista. A él le gustaría ser recordado como el artista que fue y sobre todo como una persona noble”, cuenta.

Remembranzas

Uno de los talentos en el sector teatral que fue impactado por las enseñanzas de Bruce fue Rodrigo Farrugia Jr., actual presidente de la Asociación de Teatristas de Panamá (Astep). Como a muchos, Quinn le dio la oportunidad de iniciar en el mundo teatral.

Dedicatoria escrita por Bruce Quinn a Rodrigo Farrugia Jr. en 2005, tras su participación en una de sus obras.

“En 2005 trabajé con él; de hecho, las obras que hice fueron con Bruce. Participé en 'Jesucristo súper estrella' y en 'Maestra vida'. Recuerdo que me decía los textos al oído porque solo tenía seis años y no sabía leer. Él me guió”, expone.

En cuanto a la faceta de Quinn como mentor, destaca que tuvo la capacidad de penetrar en el teatro panameño, haciendo que muchos siguieran sus pasos. “Él fue increíble ya que hizo más de 100 obras de teatro en el país y creó nuevas generaciones de actores y directores. Siempre creyó en el talento joven sin experiencia y le dio a muchos la oportunidad de crecer en este campo”.

“Bruce fue quien me dio la oportunidad de iniciar en el teatro”, dijo Rodrigo Farrugia Jr., actual presidente de la Asociación de Teatristas de Panamá (Astep). Frontal del carné.

El presidente de la Astep reconoce que Quinn deja dos grandes legados: el primero “la honestidad y la sencillez de accionar en pro de la cultura sin esperar nada a cambio, sino por creer en sus fundamentos y principios de que la cultura cambia vidas y sociedades”; y el segundo, la generación de artistas que armó desde productores hasta actores, entre otros. “Hoy podemos decir que tenemos un 99% de personas que hace teatro en Panamá gracias a Bruce Quinn”.

Agrega que las generaciones que fueron formadas por el fallecido director, en la actualidad están incentivando a otros actores e impartiendo clases en escuelas siguiendo su legado.

Quinn desarrolló más de 100 obras de teatro a lo largo de su carrera.

Quinn es recordado por encender la vela actoral, creer en el talento nacional y ser un gran precursor de la cultura.

Para Daniel Gómez, productor y propietario del teatro El Ángel, Quinn fue uno de los grandes personajes en el teatro panameño. “Él le puso música a la palabra, es decir, nos dio a conocer grandes musicales que se presentaban en Broadway y en otras grandes capitales. Se arriesgó a traer este género a la escena panameña y lo desarrolló con talento local”.

Añade que Bruce tuvo una carrera prolífica, pero lo más importante es que fue un formador de artistas, cantantes, técnicos y otros profesionales que explotaron sus talentos e ideas en un campo que era muy poco conocido en aquel momento, como los musicales.

Gómez al igual que Abouganem recuerdan a Quinn como “un gran caballero”, además de ser una persona muy educada y respetada que siempre brindó consejos desde su experiencia, con humildad.

Constancia y valor

La antigua Zona del Canal de Panamá vio nacer a uno de los más importantes exponentes del teatro musical, el 28 de febrero de 1936. Desde la década de 1960 hasta hace algunos años, Quinn trasladó al escenario algunas obras como 'La cucarachita Mandinga', 'El mago de Oz', 'Maestra vida', 'Chicago' y 'Jesucristo súper estrella'.

Tras su fallecimiento, el cantautor panameño Rubén Blades le dedicó algunas líneas: “Bruce Quinn, un 'zonian' que hizo más por el teatro musical de Panamá que todos los gobiernos nacionales, y todos los partidos políticos juntos, se ha mudado al 'otro barrio' a los 85 años. Bruce nos deja un legado espectacular, a pesar de la apoteósica indiferencia hacia la cultura demostrada por cada administración política que le tocó sufrir”.

Blades reseñó que su primer encuentro con Bruce fue en 1968, cuando produjo la obra 'West Side Story', dirigida por David Lomman. “Esa fue la primera vez que participé como actor en un proyecto teatral, por lo que puedo afirmar que Bruce Quinn fue mi padrino, como para muchos actores y actrices en Panamá, al haberme ayudado a los 19 años a iniciar mi trayectoria en el arte escénico”.

Para el cantautor panameño Bruce Quinn trabajó con las uñas, “como se labora en un país donde solo los corruptos parecen tener fácil acceso al dinero, sobre todo si es ajeno”.

“Resulta casi imposible de comprender cómo se las arregló para poner en escena tantas obras, año tras año, algunas representando un gran nivel de dificultad en términos escénicos y de producción”, añadió.

Su mensaje culminó con que “nunca persiguió el crédito por su incansable labor. Nunca lucró por su esfuerzo, nunca buscó protagonismo a expensas de su verdadero amor: el teatro musical. Su dedicación, apoyo, bondad y conocimientos nutrió a más de una generación de actores y actrices, a lo largo de sus décadas de servicio a Panamá”.

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