El lujo, ¿cómo implementarlo en tu marca?

“Algunas personas piensan que el lujo es lo opuesto de la pobreza... Y no lo es, lo contrario al lujo es la vulgaridad”: César Val

Muchas empresas llevan años recurriendo a sus amplios recursos financieros para impulsar el cambio y reflejar las principales tendencias de nuestro tiempo y, al mismo tiempo, mantenerse fiel a una posición de mercado de gama alta, y esto se ha convertido en un reto permanente.

Y es que recientemente asistí a una serie de conferencias donde una de ellas fue dedicada al mercadeo del lujo. Todos pensamos que el lujo es algo como cuando una bolsa se vende demasiado bien, su creador la aumenta para crear escasez, escasez que impulsa la demanda.

Y no solo se trata de un principio económico propio del sector del lujo, y es que el lujo es y se ha convertido en una inversión financiera, cuyo valor crece exponencialmente.

Por ejemplo, compras un Rolex, no solo por la propia marca o valor, sino por el valor intangible que representa que pueda ser un legado a próximas generaciones, de padre a hijo, y así sucesivamente; y que para lo cual sus características únicas le permiten resistir años en el tiempo.

Por eso siempre recomiendo incluir a todos tus productos un componente de lujo, o como algunos llamamos “upselling”. Es la acción de hacer upsell, palabra inglesa que traducida literalmente significa “vender algo más”. Vender con el doble objetivo de obtener más ventas, mayores beneficios, y de satisfacer al cliente y, así, generar el llamado “engagement” o fidelización.

En el mundo del consumo de lujo, el precio es secundario. Lo que vale es el componente intangible que representa.

Como decía Coco Chanel: “Viste de forma vulgar y recordarán el vestido. Viste de forma elegante y recordarán a la mujer”.

El lujo, el estilo y la educación siempre irán de la mano. Hasta la próxima, guerrera, guerrero.