118 años desde que EE.UU. compró el Canal de Panamá

Actualizado
  • 22/11/2022 00:00
Creado
  • 22/11/2022 00:00
La vía interoceánica ha demostrado su importancia al ponerse al servicio de un comercio mundial al que impactó de manera positiva desde el inicio de sus operaciones, ahorrando tiempo, costos y acortando distancias en el transporte de bienes entre los centros de producción y los de consumo
La vía interoceánica conecta 180 rutas marítimas que llegan a 1.920 puertos en 170 países alrededor del mundo.

Han pasado 118 años (16 de noviembre de 1904), desde que Estados Unidos adquiriera los derechos y propiedad para hacerse cargo de la construcción del Canal de Panamá, por $40 millones; un proyecto que en principio inició el francés Ferdinand de Lesseps, conocido por haber liderado la construcción del Canal de Suez en Egipto. Sin embargo, por problemas de ingeniería, salubridad y organización no pudo concluir el proyecto.

Desde 1903, Estados Unidos invirtió cerca de $3 mil millones en la empresa canalera, de los cuales aproximadamente dos tercios fueron recuperados, así lo describe el sitio oficial del Canal de Panamá.

Pero, ¿qué ha cambiado en estos 118 en el Canal de Panamá?

Desde entonces, el Canal de Panamá ha demostrado su eficiencia e importancia al ponerse al servicio de un comercio mundial al que impactó de manera positiva desde el inicio de sus operaciones, ahorrando tiempo, costos, y acortando distancias en el transporte de bienes entre los centros de producción y los de consumo, según información suministrada por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) a este medio.

En este escenario, el principal cambio ha sido el rol protagónico de los panameños en la vía interoceánica. Pasaron de ser convidados eventuales, a tomar el mando completo de la administración, lográndolo de manera eficiente, con lo que se cumplieron los objetivos trazados durante las luchas generacionales que buscaban un Canal en manos panameñas al servicio del mundo y que impulsara el desarrollo nacional.

De igual forma, Panamá asumió exitosamente el reto de ampliar y modernizar la vía interoceánica para mantener su competitividad, ante los nuevos requerimientos del comercio mundial.

“Un tránsito por el Canal de Panamá acorta distancias; así por ejemplo, un buque que realice un viaje de Nueva York a San Francisco evita un recorrido a través de la ruta del Cabo de Hornos que implica una distancia aproximada de más de 12.000 km”, señala la ACP.

Simplificar las rutas también significa un aporte en la lucha contra la crisis medioambiental que atraviesa el mundo. Solo en 2021, el Canal de Panamá contribuyó a la reducción de 16 millones de toneladas de emisiones equivalentes de dióxido de carbono (CO2), en comparación a la ruta alterna más probable.

Estos ahorros, que significaron 3 millones más que en 2020, equivalen a las emisiones de 3,2 millones de vehículos sedán conducidos durante un año o al carbón absorbido por 248 millones de plantones de árboles cultivados por 10 años.

Pero también ha tenido un importante impacto en la economía y sociedad; por ejemplo, la malaria y la fiebre amarilla fueron erradicadas de Panamá para hacer posible la construcción del Canal. Y con la construcción de la obra, también se crearon en Panamá hospitales, acueductos y plantas potabilizadoras. Además, el diseño y la construcción de las nuevas esclusas fue uno de los grandes aportes del Canal de Panamá a la ingeniería y la tecnología de la humanidad.

Los desafíos y avances para los panameños
La presa de tierra de Gatún fue la más grande construida en su momento.

De acuerdo con la ACP, el primer desafío fue demostrar que, como país y como sociedad, “estábamos preparados para asumir la administración del Canal y cumplir con esta responsabilidad de manera eficiente, lo cual se ha conseguido gracias a la participación de miles de panameños que durante todos estos años han formado parte de la fuerza laboral, demostrando una gran capacidad profesional y un gran compromiso para el logro de los objetivos de esta organización”.

“Luego como país, tuvimos que tomar una importante decisión, como fue la de aprobar el proyecto de ampliación del Canal a fin de adecuarlo a las exigencias del mercado y de esta forma mantener su vigencia y competitividad”, dice la ACP.

Proyecciones del Canal

El Canal no es ajeno a metas ambiciosas, tal fue el caso del programa de ampliación del Canal de Panamá, inaugurado el 26 de junio de 2016.

En cuanto a la visión de la administración, existe una búsqueda de alternativas para atender la demanda futura del agua que será necesaria tanto para abastecer a la población como para garantizar las operaciones y crecimiento futuro del Canal. Esta es una de las principales metas que se ha trazado la organización.

Actualmente “trabajamos en el programa hídrico, una iniciativa que emprendemos con la finalidad de ampliar y optimizar nuestro sistema de administración del agua a través del desarrollo de una serie de proyectos que nos permitan asegurar el líquido por los próximos 50 años”.

Igualmente, “mantenemos el compromiso de ser carbono neutral, que será una tarea colosal, una que requerirá que las organizaciones pongan no solo la sostenibilidad, sino también la resiliencia en el centro de sus operaciones”.

El Canal también ha solidificado su visión de sostenibilidad y ha tomado medidas para implementar soluciones holísticas sostenibles para hacer realidad sus objetivos ambientales. A través de mecanismos financieros sostenibles, incentivos de tránsito verde, inversiones tecnológicas y asociaciones industriales, la vía interoceánica continuará elevando sus contribuciones y consolidando su papel como corredor verde líder para el comercio mundial.

El Canal aporta un promedio anual de 6% del producto interno bruto y al menos el 20% de los ingresos del gobierno.

Gracias a que las relaciones diplomáticas entre Panamá y Estados Unidos se han mantenido desde 1903, hoy el país estadounidense es el principal socio comercial y mayor usuario de la vía interocéanica.

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