Dos realidades de la conducta de los hijos

Llegó el día de dejarlo con los tíos. A la hora de entregarlo -su madre- les dice: regularmente hace pataletas, llora por todo, no le gusta comer, grita sin razón, deben tenerle mucha paciencia, en fin el panorama que describe es de terror. Tras la explicación, se va con el corazón en dos, pensando en todas las cosas malas que hará su hijo. Cuando llega el reencuentro lo primero que pregunta es ¿cómo se portó?, claro esperando un lloró demasiado, no quiso comer, le pegó a Juan..., para encontrarse con la noticia de que su hijo se portó bien. Comió sin problemas, jugó con sus primos, tomó una siesta y hasta se fue de compras con la tía y no hizo una sola pataleta.

Si su hijo se comporta bien con ‘el resto del mundo' y con usted tiene mala conducta, para su tranquilidad, le informamos que no es la única que vive ‘dos realidades', es una situación que miles de madres en todo el mundo, en alguna etapa de la crianza, han experimentado.

‘En mi experiencia como psicóloga me he encontrado con muchos padres, en especial madres, que refieren que sus hijos muestran conductas inapropiadas sólo con ellos y que esto no sucede cuando el niño está en la escuela o en casa con la ‘nana' o cuando sale de paseo con sus tíos', aseguró Mónica Denis Rubio psicóloga – entrenadora positiva.

¿HIJOS MANIPULADORES?

‘Esta mala conducta en ocasiones lleva a los padres a pensar que sus hijos se están comportando de esa manera para tratar de ‘manipularlos', ‘retarlos' o ‘fastidiarlos'; comienzan a sentirse culpables, desesperados, desafiados y/o frustrados', afirmó la profesional.

Finalmente la situación genera la creencia que son ‘malas madres', que seguramente están haciendo algo mal. ‘Esto no necesariamente es así', dijo.

El eje del tema está en la atención y tiempo para ellos que les hace falta o requiere el o los hijos. Más que ver el comportamiento inadecuado, Rubio señala que los padres deben responder ante estos retos de una manera más adecuada, ‘sintonicemos con nuestros hijos y pensemos, qué me está tratado de comunicar haciendo esto'.

Por su parte la psicóloga familiar, Marlenys Puello, aseguró que ‘los hijos necesitan saber, estar confiados que parte de nuestro tiempo es suyo'.

HIJOS QUE RECLAMAN ATENCIÓN

‘Regularmente con sus acciones negativas reclaman atención, ser escuchados y sentirse importantes,' dijo Puello.

Coincidiendo con Puello, Rubio agregó que -los hijos- ‘necesitan sentir que son amados incondicionalmente, seguros, confiados, respetados y escuchados sin juicios y sin críticas. Necesitan sentir que pertenecen y son importantes'.

Existen distintas maneras en que los niños pueden manifestarnos su necesidad de pertenencia, ‘en ocasiones nuestros hijos se comportan de manera inadecuada porque han encontrado que de esta manera son escuchados o vistos; en pocas palabras, visibles para nosotros', aseveró Rubio.

Lo importante es cómo los adultos abordan la situación. ‘Vamos a comenzar a sintonizarnos con nuestros hijos, a conectarnos con ellos, y entender qué está debajo de su comportamiento inadecuado y así vamos a trabajar para que recuperen el sentido de pertenencia', señaló la profesional.

Ante la malas conductas es difícil reaccionar con indiferencia y los amenazamos. Esto no se debe hacer pues los angustiamos más y el círculo se repite, explicó Puello. Añadió que ‘si es una madre profesional, de seguro reclamará más tiempo con usted. Planifique, organícese para estar más tiempo con ellos y así equilibrar las horas ‘perdidas'.

‘Sin enojarse debe hacerle saber que su conducta no es la apropiada. Aunque lo dude, es una realidad, los niños comprenden todo lo que usted le diga, siempre y cuando les hable claro. Comprenda qué es lo que ‘reclama' su hijo y llene o cumpla esta petición', explicó la profesional .

‘Lo más probable es que al primer llamado de atención no corrija su conducta, pero el repetirlo y cumplir su petición, tendrá efectos positivos en el proceso de enseñanza', aseveró.

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‘Debemos crear momentos únicos con nuestros hijos de tal manera que cuando crezcan, el solo recuerdo les haga sonreír. Imprimamos una huella en nuestros hijos a través del día a día, démosle más tiempo, más calidad. '

MÓNICA DENIS RUBIO

PSICÓLOGA – ENTRENADORA PARA PADRES EN DISCIPLINA POSITIVA