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- 01/08/2014 02:00
Si esta película no es la mejor de Marvel de los últimos años, es muy probable que sea la más fresca. Guardianes de la Galaxia es un cómic que nació originalmente en 1969, aunque fue renovado en 2008; y la historia del filme se basa en los superhéroes y las aventuras de la nueva versión.
Esta primera entrega en el cine —ya confirmaron que habrá una segunda para 2017— se centra en la presentación de los personajes. Comienza con la escena de un niño de nueve años que luego de ver morir a su madre es abducido por una nave espacial. Lo siguiente que sabemos de él es que se convirtió en Star-Lord (Chris Pratt), un aventurero solitario, intergaláctico y carismático que se dedica a viajar con su propia nave de planeta en planeta.
Es en una de sus aventuras, mientras intenta robar un artefacto esférico a lo Indiana Jones, cuando conoce al resto de su futura tripulación: un mapache alterado genéticamente llamado Rocket Raccoon (con voz de Bradley Cooper), un árbol humanoide que sólo dice ‘yo soy Groot’ (Vin Diesel), una femme fatale verde con el nombre de Gamora (Zoe Saldana) y Drax (Dave Bautista), un musculoso con ganas de venganza.
Estos cinco personajes unen sus fuerzas cuando se dan cuenta de que el artefacto robado al principio del filme es en realidad un arma con una gran capacidad de destrucción. Por eso dejarán de lado su ambición monetaria y de venganza para enfrentar al villano Ronan (Lee Pace), que es quien quiere apoderarse del artefacto.
Pero la particularidad de esta historia de aventura no será la acción, que está presente en todo momento, sino el humor. Porque ésta no es una historia de superhéroes convencional, de la que los chicos pueden aprender cosas buenas. Ésta es una historia de héroes desopilantes que salvan la galaxia casi por una cuestión de azar.
Un héroe con 'walkman'
Nadie lo duda: Guardianes de la Galaxia es la mayor apuesta del cine de superhéroes de este año y, probablemente, también la película más arriesgada de Marvel Studios desde el lanzamiento de Iron Man en 2008.
Pero el riesgo valió la pena. No sólo desde el punto de vista de la compañía, que logra un nuevo camino, lejos de las segundas, terceras y cuartas partes de sus personajes más tradicionales; sino porque el resultado es realmente bueno. El filme es tan gracioso y novedoso como se esperaba, o aún más, y cuenta con una estética y un formato propio e interesante.
Más allá de su relación con las otras franquicias o de la decisión de Marvel de renovar su catálogo cinematográfico, Guardianes de la Galaxia es un hallazgo en sí mismo. Y fue fundamental para lograrlo el trabajo de dirección de James Gunn, que ya había guionado la delirante El amanecer de los muertos (2004) y se había encargado de sacar adelante Súper (2010).
El toque de Gunn es lo que hace que los Guardianes no sean más de lo mismo. Desde la construcción de los personajes, simples y con corazón, al humor directo y despojado en medio del drama, la narración desprolija pero precisa, los diálogos afilados y los toques kitsch . Cada detalle parece llevar su marca personal.
La banda musical, con temas de los setenta y ochenta, también hace lo suyo para darle identidad a la película. Desde la escena de los títulos iniciales, con el tema ‘Come and get your love’ y el protagonista bailando con los auriculares puestos en medio de un planeta aparentemente deshabitado, sabremos que cada línea del guión estará articulada con la cinta del cassette que está dentro de su walkman y que lleva como título ‘Awesome Mix Vol. 1’.