Viajará a Europa para tratar su ‘adicción al sexo'

En menos de una semana, el todopoderoso productor Harvey Weinstein ha pasado de ser una de las figuras más decisivas e incluso temidas de la industria a convertirse en el gran villano de Hollywood no han dudado en atacar sin piedad después de que salieran a la luz los numerosos casos de acoso sexual que pesarían contra él desde hace unos 30 años.

Por si eso no fuera suficiente, el fundador de productoras tan exitosas como Miramax y The Weinstein Company ha sufrido en las últimas horas los que probablemente sean los dos mayores varapalos de todo este proceso: por un lado, el anuncio de que su esposa Georgina Chapman había decidido abandonarle a pesar de que el jueves Weinstein aseguraba que contaba con el apoyo de toda su familia y, por el otro, las aún más recientes declaraciones de su hermano Bob, con quien creó ambas compañías y uno de los responsables de su fulminante despido como director de la segunda de estas.

‘Mi hermano Harvey es evidentemente un hombre enfermo. Le he exigido que busque ayuda profesional porque la necesita de forma urgente. Su arrepentimiento y sus disculpas a las víctimas son palabras vacías, porque él aseguró que se sometería a un tratamiento y todavía estamos esperando que lo haga', ha asegurado el ejecutivo al portal de noticias TMZ en una de las críticas más duras que ha recibido Weinstein en estos últimos tiempos.

Luego de esto ha salido a la luz que, efectivamente, Harvey Weinstein, pasará finalmente por un centro de rehabilitación. Como ha revelado TMZ , el héroe caído de la industria cinematográfica voló el martes al continente europeo para ingresar en una clínica especializada de la que, de momento, no han trascendido más detalles, más allá de que la estancia debería servirle para librarle definitivamente de su ‘adicción al sexo' y otros problemas de conducta como sus supuestos brotes de ira ocasionales.