El Valle de Antón, un destino verde los 365 días del año

Actualizado
  • 23/02/2017 01:05
Creado
  • 23/02/2017 01:05
El Valle está ubicado en la Cordillera Central, por lo que allí se pueden encontrar características de ambas vertientes del istmo

Su diversa vegetación atrae a propios y extraños. El Valle de Antón, ubicado en el fondo de un antiguo volcán de la provincia de Coclé, es considerado uno de los destinos ecológicos más cercanos a la ciudad capital, a solo 90 minutos.

El Valle está ubicado en la Cordillera Central, por lo que allí se pueden encontrar características de ambas vertientes del istmo, la parte más estrecha del continente. Su rica vegetación se beneficia de los vientos que vienen del océano Pacífico, como también de las precipitaciones que provienen del mar Caribe, generando un ecosistema único y especial.

CRÁTER DEL VOLCÁN

Cerros que lo conforman.

Según los geólogos, El Valle es un cráter o una caldera de un volcán, razón por la cual está limitado por los cerros Pajita, Gaital y Cara Coral (norte), Cara Iguana y Guacamaya (o La Huaca) (sur), India Dormida (oeste), y Cerro Tagua (este).

Su cráter mide trece kilómetros y allí se encuentran pintorescos poblados de gente amable y educada en el turismo, en frescas casas de campo de bella arquitectura.

Geológicamente, este antiguo volcán tuvo una actividad muy violenta, por eso su cráter se deshizo dejando ese espacio que sirvió para formar la franja de tierra que unió el continente y separó los mares cambiando incluso el clima del planeta.

El turismo y las actividades que lo complementan son la base de la economía de El Valle, por eso en sus escuelas se ofrecen bachilleratos turísticos. La población está convencida de que la conservación, el ahorro de sus recursos y el reciclaje son las claves de un destino exitoso.

En El Valle han aprendido a complementar la naturaleza con los deportes extremos. Tal es el caso del canopy, que se practica en El Chorro del Macho, y en donde los aventureros más osados también pueden deslizarse rápidamente por los cables sobre altos y centenarios árboles o lanzarse en madejas de espuma formadas por la caída de la cascada.

También es una experiencia recorrer los senderos y cruzar por los tambaleantes puentes colgantes, ya que despiertan emocionantes sensaciones. Hay que sortear grandes peñascos, troncos caídos, acariciados por la rumorosa corriente que baja hasta llegar al mar.

Otra de las atracciones que ofrece El Valle son los senderos del cerro Gaital, un macizo montañoso a 1,185 metros sobre el nivel del mar que encierra tesoros naturales como su variedad de heliconias y su bosque nuboso que alberga a cientos de aves, endémicas y migratorias.

Más abajo en las faldas del Gaital también se pueden encontrar confortables hoteles para todos los gustos y todos los presupuestos. Uno de ellos es Los Mandarinos, donde se ofrecen servicios de primera para aquellos con gustos sofisticados, pero que aprecian la naturaleza.

El mariposario es otra atracción. Estos insectos alados de colores abundan allí y por una módica suma el turista puede disfrutar de esa experiencia y ver decenas de especies en las distintas etapas de su metamorfosis.

El orquideario complementa la gira turística. El clima fresco de El Valle es ideal para cientos de especies de estas raras y hermosas flores. La cercanía de estos lugares facilita el recorrido, que se puede hacer en cualquier época del año.

El jardín y zoológico El Níspero es un paraíso que exhibe especies naturales, plantas ornamentales, aves, tapires y animales exóticos.

Los visitantes también pueden conocer el Centro de Conservación de Anfibios. En este sitio los científicos se encargan de la exhibición y del estudio de estos batracios y de pequeñas ranitas que se encuentran en El Valle. Una de ellas, la rana dorada, es insignia del lugar y se distingue por su color amarillo brillante y sus lunares negros. La especie es reconocida mundialmente.

Este centro tiene acuerdos con el zoológico de Houston, Estados Unidos, y desde allí se han generado importantes descubrimientos sobre los problemas que afrontan estas especies con el cambio climático.

El lugar también es famoso por sus frutas, legumbres y sus artesanías.

El mercado, ubicado en el centro del poblado, es un sitio que se debe visitar. Allí se pueden encontrar obras de arte, pinturas, tallas de maderas, curiosidades en barro o una estatuilla de ‘piedra jabón', algo que solo se ve allí.

La iglesia del lugar ofrece una exhibición de antigüedades.

El Valle fue descubierto por Antón Martin, un avezado piloto de carabelas de las primeras expediciones españolas a Panamá. La presencia de los conquistadores ibéricos y el choque con los indios del lugar dio origen a la leyenda de La India Dormida. Esta es una de las joyas culturales que adornan este sitio. Se ve reflejada en una de las montañas que rodean el cráter, cuya cima tiene la forma de una joven recostada con una extensa cabellera formada por las faldas de la montaña.

Otros cerros del sitio son el Cara Coral y el Guacamaya, que rondan los mil metros de altura y aportan bosques, flora y fauna singular.

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