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- 13/07/2017 21:39
El proyecto Bosques y Flora, enfocado en la restauración y recuperación de los manglares de las ciénegas en el distrito de David, provincia de Chiriquí, se encuentra entre las 30 iniciativas que compiten por los premios Latinoamérica Verde 2017 y ayer se encontraba en la posición 10 como finalista.
Los premios Latinoamérica Verde, que recibió 500 propuestas, reconoce las mejores iniciativas ambientales y sociales de la región. Además del proyecto Bosques y Flora hay otras cuatro propuestas de Panamá, pero que están por debajo de la posición 300.
Los 30 finalistas compiten por el primer lugar en cada una de las 10 categorías: Agua, biodiversidad, fauna, bosques y flora; desarrollo humano, inclusión social y reducción de la desigualdad, energía, finanzas sostenibles, gestión urbana, manejo de residuos sólidos, océanos, producción y consumo responsable.
La votación online concluye el 27 de julio y los interesados pueden emitir su voto en el sitio: http://www.premioslatinoamericaverde.com/.
José Alberto Berdiales es el impulsor del proyecto Bosques y Flora, que busca recuperar los bosques de ciénaga de los alrededores del puerto Pedregal, en el distrito de David, que entre 1960 y 1970, fueron deforestados para diferentes usos.
En la zona desembocan los ríos platanal, Chiriquí nuevo, estero Filomena y río Chico, que tienen aproximadamente unas 1,800 hectáreas, pero un 70% se encuentra plagado del helecho negra jorra (Acrostichum aureum), luego de la deforestación del manglar.
“Debido a la deforestación de estos árboles de mangle piñuelo y alcornoque, el ecosistema del bosque de ciénaga se desequilibró ecológicamente, permitiendo que la especie de negra jorra tuviera un desarrollo más agresivo repoblando todo la ciénaga tanto en claro como debajo del dosel del bosque. El desarrollo de esta planta, no permite que las demás especies de árboles puedan crecer y desarrollarse, debido a que su crecimiento es más rápido”, explicó Berdiales.
De acuerdo con el especialista en manglares, a la fecha se han restaurado unas 50 hectáreas, localizadas al frente del río Platanal. “La recuperación de las 50 hectáreas es solo una punta de lanza de la cual se ha tenido muy buenos resultado hasta la fecha”, manifestó el líder conservacionista.
No obstante señaló, que como parte del proyecto, en la comunidad de Pedregal también se ha capacitado a un grupo de pescadores conformados por unas 13 familias de diferentes edades (20 a 70 años) entre hombres y mujeres, en las diferentes técnicas de restauración de manglar, con el fin de recuperar este ecosistema de bosque de ciénaga.
Entre las diferentes actividades realizadas se pueden mencionar: la recolección de semillas, selección de rodales semilleros, clasificación de las semillas, confección y construcción del vivero de mangle.
Dentro del vivero se realizan labores como: selección del fango apropiado para las especies que se van a sembrar, siembra de las semillas, seguimiento y manejo del crecimiento de los plantones, entre otras.
Para la reforestación de la zona se ha estado usando la especie de mangle piñuelo, que demora unos 45 días en creer en el vivero desde la siembra de la semilla hasta convertirse en una planta de 30 centímetros.
Antes de llevar las plantas de mangle piñuelo, indica, los pescadores del área limpian con machete la zona de manglar, afectado con la negra jorra, ya que vuelve a crecer al mes aproximadamente.
Para Berdiales es muy difícil este trabajo debido a que no se sabe con exactitud cuándo y en qué lugar hay nidos de avispas. Durante la limpieza, no se cortan algunos arbolitos que se encuentran vivos producto de la regeneración natural.
“Estos guerreros pescadores limpian una hectárea por día debido a es muy agotador, ya que las mareas crecen y se presentan condiciones de humedad y desplazamiento del lodo. La hoja del helecho se deja en el suelo con la finalidad de que sirva de nutriente”, expresó Berdiales.
Los arbolitos de mangle piñuelo son transportados en bote al sitio seleccionado. Se llevan aproximadamente unas 700 plantas por viaje y es la cantidad, que se necesita para sembrar una hectárea.
Las plantas son introducidas en bandejas plásticas para facilitar su desplazamiento en el manglar.
La reforestación se realiza cuando las mareas están bajas subiendo o altas bajando.
Los trabajos de reforestación tienen aproximadamente tres años, los árboles de mangle piñuelo han alcanzado alturas de tres metros aproximadamente, contó Berdiales.
Se ha controlado la negra jorra y durante los tres años la regeneración natural de las diferentes especies de árboles y arbustos han crecido normalmente.
“El grupo de pescadores se encuentran bien comprometido con estas actividades debido que al proteger la ciénaga se mantiene el equilibro ecológico donde se reproducen y crecen diferentes especies de peces, cangrejos, mamíferos, aves, reptiles, entre otros”, dijo Berdiales.
Considera que sería de gran importancia que el Ministerio de Ambiente incluyera la zona como parte de la Alianza del Millón, el programa de reforestación que impulsa el Gobierno.
Gustavo Manrique - presidente de Soluciones Ambientales Totales (Sambito), organizadora de los premios Latinoamérica Verde- dijo que los proyectos finalistas serán exhibidos en Guayaquil, Ecuador, del 22 al 24 de agosto, este último día será la fecha de premiación.