Guía dietética, entre ciencia y política

Actualizado
  • 14/01/2016 01:00
Creado
  • 14/01/2016 01:00
La semana pasada se publicaron las nuevas directrices del gobierno de Estados Unidos sobre alimentación balanceada, no sin controversia

Cada cinco años, el gobierno de Estados Unidos publica una guía a través del Departamento de Salud y Servicios Humanos en la que plantea recomendaciones para una alimentación saludable.

Esta sirve de orientación para los programas de nutrición gubernamentales, los menús de las cafeterías escolares y los consejos de nutricionistas.

La semana pasada se publicaron las directrices de 2015-2020, basadas —teóricamente— en nueva evidencia científica acerca del rol que juegan los alimentos en nuestra salud.

Muchas de las recomendaciones generales persisten en la actualización: consumir una variedad de frutas y vegetales, cereales —la mitad de ellos integrales—, lácteos bajos o libres en grasa, proteínas y aceites, limitando las grasas saturadas y trans , las azúcares agregadas y el sodio. También fomentan un enfoque inclusivo en ‘hábitos alimenticios saludables', más que en cantidad de calorías o alimentos aislados.

A pesar de esto, la nueva guía ha sido criticada por distintos profesionales de la salud en algunos de sus aspectos. Muchos argumentan que, a pesar de basarse en evidencia científica actualizada, las directrices no están libres de intereses políticos.

MENOS AZÚCAR

Uno de los cambios que más ha llamado la atención ha sido el especificar un límite para la ingesta de azúcares agregadas. La guía indica que ‘consuma menos del 10% de las calorías diarias de azúcares agregadas'.

Pero la mayoría de las personas no saben cuántas calorías deben consumir al día. Así lo plantea la Dra. Ayala Laufer-Cahana, en un artículo para el Huffington Post. ‘Y muchos menos saben cuántas consumen al día', agrega. En caso de que sí supieran el número de calorías que consumen, y calcularan el 10% de eso, ‘tendrían que descifrar de dónde vienen estas ‘azúcares agregadas', pues la mayoría están ocultas en los alimentos procesados'.

Para la nutricionista Cynthia Sass, el 10% de calorías sigue siendo mucho. ‘Esto es más de lo que recomienda la American Heart Association', plantea en un artículo para la revista Health. ‘Las azúcares agregadas tampoco están listadas en los datos de nutrición de los productos, por lo que es difícil saber cuánto estás consumiendo'. A esto añade que el reporte no ofrece consejos puntuales al respecto.

De manera discreta la guía advierte que la mitad de las azúcares agregadas se consumen en bebidas. En este sentido, lo más que sugieren es limitar las bebidas azucaradas, dice Laufer-Cahana.

LA CARNE ROJA

Un Comité Consultivo, compuesto por profesionales de la salud y encargado de revisar la evidencia científica, propuso aconsejar a la población limitar su consumo de carnes rojas y procesadas, tal como recomendó la Organización Mundial de la Salud en octubre pasado.

Sin embargo, esa sugerencia parece haber enfrentado fuerte oposición por parte de la industria de la carne y la guía final no incluyó consejos específicos al respecto.

‘Fue ciertamente controversial la recomendación', reveló a NPR Tom Brenna, profesor de nutrición en la Universidad de Cornell y miembro del Comité.

‘Creo que es un error absoluto no incluir recomendaciones específicas sobre limitar las carnes rojas y en especial las procesadas', lamentó en NPR el Dr. Dariush Mozzaffarian, cardiólogo y decano de la Friedman School of Nutrition de la Universidad de Tufts. ‘Las carnes procesadas han sido vinculadas a aumento de peso, derrame cerebral, enfermedad cardiovascular y diabetes'.

Por su parte, Walter Willett, jefe del departamento de nutrición de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, destacó en un artículo del Boston Globe que ‘existe evidencia científica conclusiva acerca de la carne roja, las sodas y otras bebidas azucaradas que estuvieron ausentes de la guía'.

En su lugar, las directrices recomiendan incluir más de ‘otro tipo de proteínas', como nueces y semillas, pescado o mariscos.

Aunque no aconseja limitar la carne roja abierta ni específicamente, la AFP señala que la guía sí menciona que ‘comer menos carne roja está ligado a un riesgo menor de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, así como de obesidad, de diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer'.

EL COLESTEROL

‘Por primera vez la guía dietética no recomienda un límite máximo para la ingesta diaria de colesterol', destaca Sass. ‘Anteriormente sugerían un máximo de 300 mg al día'. Aún así, el documento esclarece que ‘los individuos deben consumir la menor cantidad de colesterol dietético posible al seguir un patrón alimenticio saludable'.

‘Es confuso', comenta la nutricionista. ‘Lo que significa es que debes fijarte en las fuentes alimenticias del colesterol que consumes'. Para aclarar ofrece un ejemplo, ‘un omelet vegetariano de aguacate podría proporcionar más de 300 mg de colesterol... pero el valor nutricional de la comida es mucho mayor que el de una quesoburguesa con tocino o una pizza de pepperoni cargados de colesterol'.

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