Obesidad y su implicación en el cáncer

Actualizado
  • 25/10/2017 11:21
Creado
  • 25/10/2017 11:21
Al tener mayor cantidad de estrógeno en el tejido mamario debido a la obesidad, existe mayor riesgo de desarrollar células cancerígenas

La obesidad, además de conducir a problemas cardíacos, de hipertensión o diabetes; también es responsable de causar un desgaste acelerado de articulaciones, problemas renales, y afectar procesos metabólicos en el cuerpo, lo que puede facilitar la aparición y desarrollo de varios tipos de cáncer como el de colon, hígado, próstata y mamas.

Estadísticamente se ha encontrado que la obesidad tiene una relación directa con la aparición de cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas. Esto se debe a que los procesos hormonales durante esta fase de la vida incluyen una mayor presencia de estrógeno en los tejidos periféricos. La obesidad también genera una mayor producción de esta hormona, y ese exceso de estrógeno circulante incrementa el riesgo de desarrollo de cáncer en los tejidos mamarios.

“La obesidad tiene múltiples efectos en nuestro organismo, el exceso de masa corporal hace que el cuerpo sea susceptible de padecer problemas metabólicos, hormonales, enzimáticos y químicos que a su vez generan otras reacciones en el organismo”, señala Alberto Navarro, cirujano oncólogo.  Así mismo indica que al tener mayor cantidad de estrógeno circulante en el tejido mamario como consecuencia de la obesidad, existe mayor probabilidad de que se desarrollen células cancerígenas.

Existen algunas señales que pueden alertar sobre la presencia de cáncer como tener ronquera permanente, la pérdida de peso, la dificultad para orinar, los cambios en la piel, llagas que no sanan y tos persistente.

Para Navarro, “nosotros somos quienes debemos conocer nuestro cuerpo y es nuestra responsabilidad acudir al médico cuando presentamos síntomas persistentes para descartar cualquier enfermedad y recibir el tratamiento adecuado”. De igual forma, tanto hombres como mujeres deben hacerse anualmente sus controles de cáncer a partir de los 40 años.

Para la prevención del cáncer de mamas, es importante que las mujeres se realicen su autoexamen mensualmente y eco mamario cada año a partir de los 40. Sin embargo, cuando hay un historial familiar de cáncer, es necesario iniciar los controles mucho antes de la edad indicada por la predisposición genética. Por ejemplo, a las hijas de pacientes de cáncer de mamas se les recomienda iniciar los controles a los 30 años.

Navarro explica que “la mejor terapia en casos de obesidad y cáncer es la prevención, por lo que debemos cuidar nuestro peso, revisar el consumo de vitaminas naturales, la preparación de rutinas de ejercicios, la disminución del consumo de grasas animales e incluir en nuestra dieta fuentes proteicas, frutas y fibras dietéticas”.

Finalmente, es importante que los pacientes de cáncer reciban asesoría nutricional para tener una alimentación balanceada y disminuir su ingesta calórica, ya que la obesidad puede disminuir la efectividad del tratamiento.

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