El insomnio y la cruel batalla contra Morfeo

Actualizado
  • 04/06/2019 02:00
Creado
  • 04/06/2019 02:00
Reconocido por la Organización Mundial de la Salud como el trastorno del sueño más común, está asociado a una pérdida dramática de la calidad de vida, así como a la predisposición a enfermedades cardiovasculares y alteraciones metabólicas

No siempre es sencillo entregarse a los brazos de Morfeo. Este dios de la mitología griega, profeta y responsable de ‘dormir a los mortales', ha sido parte de un sinnúmero de metáforas alusivas al momento de reparación más importante del día; ese en el que deben reposar las preocupaciones y pesares lejos de la almohada. El sueño, un periodo de inconsciencia en el cual el cerebro está activo, es un proceso biológico fundamental para garantizar el descanso del cuerpo y la mente. Sus alteraciones favorecen el desarrollo de enfermedades, impactando todo nuestro sistema de vida.

Aunque actualmente la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha identificado 88 tipos de trastornos del sueño, el insomnio es el más común; de hecho, alrededor del 40% de la población de cualquier país occidental padece insomnio transitorio.

Datos de la Dirección de Planificación del Departamento de Registros y Estadísticas del Ministerio de Salud (Minsa), suministrados a La Estrella de Panamá, indican que en 2018 fueron atendidos en las instalaciones de esta entidad 1,020 casos de morbilidad por insomnio no orgánico —caracterizado por una cantidad o calidad del sueño no satisfactoria, que persiste en el tiempo, derivada de factores no fisiológicos como el estrés y las preocupaciones— de los cuales 406 correspondieron a hombres y 507 a mujeres, con una mayor incidencia en el grupo de edades comprendido entre los 35 a los 65 años en adelante.

Por otra parte, se atendieron 239 casos de insomnio orgánico — o de causa médica por una alteración en el funcionamiento del organismo— siendo 104 hombres y 135 mujeres, primordialmente con edades comprendidas entre los 35 a los 65 años en adelante.

Carmen Madrid, otorrinolaringóloga con especialidad en trastornos del sueño, explica que ‘es muy común que en cualquier momento de nuestras vidas padezcamos alguna condición que genere dificultad para dormir. La media en Latinoamérica es que una de cada tres personas esté tomando medicación para ayudarse a descansar'.

Indica que se ha hecho común que los pacientes con insomnio, en edades tempranas, se conviertan en hipertensos, debido a que ‘al estar despiertos, la presión arterial nunca baja a valores que permiten un reposo cardiovascular, que sí sucede durante un descanso tranquilo'.

¿Panamá a ciegas?

De acuerdo con Madrid, en Panamá ha habido un ‘amplio desconocimiento' en la población y en la comunidad médica en relación a los trastornos del sueño.

‘Tradicionalmente los casos de insomnio se han referido a los médicos psiquiatras porque están familiarizados con los trastornos del sueño asociados a enfermedades psiquiátricas', explica.

Asegura que los médicos nacionales no se interesan en el sueño porque no lo estudian durante su formación, ‘el estudiante de medicina, el médico general y el médico especialista, no cuentan con una clínica estatal donde se formen en la materia. El tema del sueño se limita a nuestras facultades de medicina durante unas dos o tres clases en la carrera', recalca.

‘Si no educamos en la materia, es difícil pedir que haya más médicos que se interesen en formarse al respecto', subraya.

Explica que el trastorno del sueño ‘no suele consignarse como diagnóstico médico', lo que incide directamente en que no exista suficiente data sobre la población afectada en el Istmo.

La galena enuncia que en el sector de salud privado, cualquier médico idóneo está autorizado para recetar medicamentos para dormir; sin embargo, en la Caja de Seguro Social (CSS) solo hay dos fármacos para dormir abiertos a la receta de cualquier médico, ‘todos los demás, deben ser indicados por un médico psiquiatra'.

Augusto Méndez, psicólogo clínico, argumenta que la mayoría de los pacientes que atiende presentan problemas emocionales o conductuales y problemas en el sueño. ‘La dificultad para conciliar el sueño y permanecer muchas horas despierto es la afectación más común en los pacientes que manejo, lo que afecta de manera directa todo el espectro biopsicosocial del sujeto', indica.

El estrés, una piedra en el zapato

El psicólogo clínico Alexander Yu agrega que el insomnio resulta ser el padecimiento que más afecta a la población como una realidad estrechamente ligada al estrés. ‘Las alteraciones del sueño suceden con más probabilidad cuando una persona está expuesta a eventos de estrés agudo o prolongado', reconoce.

‘Cuando la situación se resuelve, el sueño debería mejorar. A menudo son crisis sociales, como una disputa, situación de acoso laboral, separación, pérdida de trabajo, un examen. La sensación de estar limitado en el rendimiento y la capacidad de resistencia por la falta de sueño puede promover más al trastorno', anota.

El especialista considera que el sueño es un proceso fisiológico en el que repercuten situaciones externas y estados mentales donde ‘no siempre se puede evitar una situación estresante sin consecuencias, pero se puede identificar como causa de un sueño perturbado para tratarlo'.

Para Méndez, las causas del insomnio también son fisiológicas, como desbalances hormonales, metabólicos, cardiovasculares y alteraciones de los neurotransmisores, además del consumo de ciertos medicamentos.

Los factores emocionales como preocupaciones, turnos de trabajo rotativos, viajes en husos horarios muy marcados y diferentes, malos hábitos de sueño, también son frecuentes.

Madrid, también directora de Medicina de Sueño Panamá, argumenta que la causa principal de los casos de insomnio que recibe en el centro es el estrés; en segundo lugar se encuentran las condiciones médicas de tipo doloroso y en tercer lugar, los trastornos respiratorios que dan como resultado el insomnio secundario.

‘Lo más común es la ansiedad; el estrés a un nuevo puesto de trabajo, cambiar de ciudad, pasar de empleado a empleador, problemas familiares, de salud o financieros', enuncia.

¿Dónde termina?

No contar con el descanso reparador puede ser una verdadera pesadilla.

El insomnio crónico fácilmente desencadena dolores de cabeza constantes, migrañas, aumento de la presión arterial, irritabilidad, falta de concentración, pérdida de orientación espacial y temporal, fatiga mental y un aumento a la probabilidad de accidentes en el trabajo o vehiculares, explica Méndez.

Yu coincide en que los pacientes presentan fatiga y disminución de la energía lo que repercute en el desempeño laboral, académico, social, entre otras áreas importantes. ‘Además, hay dificultades a nivel cognitivo, especialmente en la atención, la concentración y la memoria, y habilidades manuales simples; el paciente puede presentar irritabilidad y cambios frecuentes de humor', dice.

Destaca que ‘las personas con insomnio persistente pueden adquirir malos hábitos, como pasar demasiado tiempo en la cama o descansar de día, lo que puede hacer que renuncien a más actividades sociales y afectar sus relaciones'.

A ello se añade la toma de somníferos ‘de forma irresponsable' y la sensación de no poder dormir sin medicamentos, que puede llevar a un patrón de ingesta de dosis bajas, durante años. ‘Una persona no debe estar tomando medicamentos sin la supervisión y prescripción de un médico idóneo', enfatiza el psicólogo.

La realidad es que, cuanto más se esfuerza la persona por dormir, más frustración aparece y más empeora el insomnio.

Cuestionamientos como ‘¿podré dormir bien hoy?, ¿cómo será la noche y el día siguiente, si no puedo dormir bien?', se convierten en algo habitual y ‘este monitoreo cuidadoso de su capacidad de sueño, hace casi imposible el descanso', afirma Yu.

A su vez, ‘los patrones de deterioro neurocognitivo entre los pacientes con trastorno de insomnio son poco uniformes, aunque pueden presentarse dificultades en la realización de tareas complejas y que requieren cambios constantes de la estrategia; pueden requerir más esfuerzo para mantener un rendimiento cognitivo adecuado; esto puede ser evaluado a través de pruebas neuropsicológicas que permitan conocer el rendimiento de la persona en distintas áreas cognitivas'.

Indica que acontecimientos como separación, enfermedad, pérdida de trabajo, la práctica de la mala higiene del sueño como consumo excesivo de cafeína, horarios irregulares de sueño, el miedo a no dormir, impactan de manera inmediata, así como el ruido, la luz, las temperaturas molestas y la altitud elevada. ‘Factores temperamentales, como la tendencia a la ansiedad y preocupación, la edad avanzada, se asocian con un aumento de la vulnerabilidad al insomnio', completa Yu.

Méndez agrega que ‘la falta de sueño afecta directamente las funciones mentales complejas que realiza el ser humano para organizarse, planificar, revisar y guiar el autocontrol, el cual es básico y necesario para adaptarse al medio donde se encuentra y así alcanzar una meta en especifica'.

‘Las alteraciones del sueño suceden con más probabilidad cuando una persona está expuesta a una situación de estrés aguda o prolongada',

ALEXANDER YU

PSICÓLOGO CLÍNICO

Atención neurológica ¿Cuándo es necesario acudir a un neurólogo? Yu reseña que aunque el tratamiento del insomnio puede ser por vía psicoterapéutica (con un psicólogo clínico o psicoterapeuta especialista en trastornos del sueño) y psicofarmacológica (con un médico psiquiatra), ‘cuando se presentan signos y síntomas de trastornos neurocognitivos —como problemas graves con la memoria y la atención— se debe referir a un neurólogo para que realice las evaluaciones necesarias'. Méndez sostiene que ‘el abordaje debe ser multidisciplinario y la evidencia científica demuestra que el 70% de los casos de insomnio logran superarse a través de la psicoterapia, en particular la Terapia Cognitiva Conductual'. ‘Sin embargo, cuando vemos que el patrón de sueño afecta de forma directa al paciente con su vida diaria y esta en riesgo de accidentes, puede revisarlo con un especialista, en este caso con Neurología', manifiesta.

¡Un alto!

‘La medida de higiene del sueño' es una de las armas de Madrid y su equipo para devolver la calidad de vida a los pacientes con insomnio. Se trata del remplazo de hábitos negativos que inciden en la prevalencia del insomnio.

‘Es necesario explicarle a la población que existen tratamientos para los trastornos del sueño', subraya.

‘El abordaje debe ser multidisciplinario y la evidencia científica demuestra que el 70% de los casos de insomnio logran superarse a través de la psicoterapia',

AUGUSTO MÉNDEZ

PSICÓLOGO CLÍNICO

Si el caso lo precisa, explica, se realiza un estudio del sueño, posterior a la valoración integral del paciente. Con éste, el paciente acude a la clínica para ser monitoreado por técnicos especiales hasta la mañana siguiente, para determinar cuál es el trastorno que padece. ‘Verificamos las ondas de la actividad cerebral, el funcionamiento del corazón, la respiración, el comportamiento del oxígeno en sangre, si hay presencia de movimientos anormales durante el sueño', hasta dar con un diagnóstico.

Añade como segundo pilar un tratamiento que puede ser farmacológico o el apoyo psicoterapéutico para canalizar el estrés.

Madrid refiere que los pacientes retrasan su asistencia a los especialistas por temor al diagnóstico de una enfermedad psiquiátrica.

Lo mejor es que, luego de los estudios necesarios, se canalice la atención según lo que dicten los resultados. ‘Usted no debe sufrir en silencio en las noches o pensar que su condición no tiene un tratamiento, ni dejarla en casa sin saber a quién acudir'.

Parálisis del sueño: los segundos de una‘muerte en vida'

La parálisis del sueño es un fenómeno en el que sucede un despertar incompleto de la persona. De acuerdo con información de la agencia EFE , ‘aparece en las transiciones entre el estado de sueño y vigilia, normalmente en el momento de comenzar a dormir o en el de despertarse'.

‘En Panamá, ha habido un amplio desconocimiento en la población y en la comunidad médica en relación a los trastornos del sueño',

CARMEN MADRID

DOCTORA ESPECIALISTA EN TRASTORNOS DEL SUEÑO

Este trastorno del sueño, que se sitúa dentro del grupo de las parasomnias, según la Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño, afecta a 1 de cada 1,000 habitantes.

En una entrevista concedida a EFE Salud, el doctor Diego García-Borreguero, director del Instituto de Investigaciones del Sueño (IIS), y expresidente de la Sociedad Española del Sueño (SES), explica que ‘durante la fase del sueño REM (rapid eye movements) existe una gran activación de la corteza cerebral, se producen los sueños y se da una atonía muscular generalizada'.

Añade la publicación que en ocasiones, estas características fisiológicas del sueño REM, ‘se introducen de alguna manera en la fase NO REM, es decir, entre el sueño más profundo y la vigilia', explica el doctor.

La persona que se encuentra bajo esta parálisis, está cognitivamente despierta pero experimenta una sensación de paralización de, prácticamente, toda la musculatura voluntaria excepto los ojos y el diafragma respiratorio.

También es característica la paralización de la laringe, lo cual imposibilita el habla de la persona mientras se produce este trastorno del sueño.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus