Maradona, un adiós intempestivo para el fútbol mundial

Juan Patricio Balbi, periodista deportivo del diario La Nación, reconoce en el hecho una conmoción para la cuna de Maradona. “El pueblo argentino está viviendo uno de los días más tristes de su historia. Es un momento que parecía imposible que sucediera; una de esas circunstancias que nunca pensamos que íbamos a vivir”.

Diego Armando Maradona parecía invencible. Impenetrable. Una apreciación que terminó por quebrarse este miércoles, tras conocerse su fallecimiento en suelo argentino. En sus 60 años quizá faltó mucho y sobró otro tanto, en una vida que vibró con fútbol y el afecto de un país y buena parte del ámbito futbolístico internacional.

La figura de Maradona, “ era casi inmortal para los hinchas del fútbol argentino y también para muchos del fútbol mundial”, relata vía telefónica.

Para el periodista argentino, fuera de cualquier camiseta, Maradona generó “una figura inconmensurable y difícil de explicar que trascendió totalmente la barrera de la pelota y del campo de juego. Creo que ese es el legado más grande que le deja Maradona a la Argentina, la felicidad, las sonrisas y los recuerdos que desparramó en el pueblo”.

Para Balbi, en momentos de crisis, la figura de Maradona siempre fue “el rescate y el cable a tierra” de muchos. “Creo que también su vida, repleta de carencias en un principio, salir de la nada para llegar al todo, fue algo que generó un vínculo muy humano y cercano del pueblo con Diego. Eso es lo que más impacta, conmueve y duele”.

Aunque “en estos últimos meses como entrenador de gimnasia se le veía contento, y tuvo diferentes homenajes a lo largo de todo el país en el fútbol argentino, algo que desde lo emocional fue muy positivo porque se veía el clamor popular y el cariño del pueblo para Diego, también notábamos que tenía 60 pero parecía de 80, muy disminuido físicamente, con dificultad para caminar y hablar”, confiesa.

“La última operación parecía una nueva gambeta de Diego, de aquellas a las que ya nos tenía acostumbrados y esta vez el cuerpo le dijo 'basta'. Quizá por eso nos parece inesperado, porque su figura de superhéroe parecía inmortal”, remarca.

Lo cierto es que mientras unos le veían brillar, otros también fueron testigos de episodios de escándalos que reventaron titulares en medios o espacios en las redes sociales.

Sobre ello, el comunicador del rotativo argentino argumenta que “no hay que dejar de lado ni de entender de dónde salió Maradona, quién era”, para comprender cómo llegó a dónde llegó y qué tuvo que vivir y pasar. “Una infancia repleta de carencias teniendo que hacerse cargo desde muy chico de diferentes responsabilidades más allá de jugar a la pelota; teniendo un impacto mundial como ningún otro futbolista o deportista había tenido en el mundo”.

“Es muy difícil juzgar a la persona porque son situaciones que ninguno de nosotros tuvo o tendrá que atravesar. Es complicado ponerse en los zapatos de Maradona y creo que nadie lo puede hacer más que él. Obviamente tuvo irresponsabilidades a lo largo de su vida y un problema muy marcado con las adicciones que hasta el último día le trajo secuelas”, admite.

“Se le vio muy desgastado física y emocionalmente durante los últimos años y claramente son consecuencias. Lo decían los médicos, tenía que hacer tratamientos de rehabilitación porque las distintas adicciones que había tenido a lo largo de su vida le habían dejado secuelas y se las tenía que sacar de encima”, recuerda.

“También tuvo episodios que lo pusieron en la primera plana de los portales del mundo por cuestiones extrafutbolísticas que son indeseadas; pero no me parece que sea hoy el foco para juzgarlo”, remarca.

Balbi plantea que “dentro de la cancha fue el mejor ejemplo, y tener la posibilidad de salir de Villa Fiorito y transformarse en la persona más conocida del mundo es el mejor ejemplo que le puede dar a cualquier niño o joven”.

Por su parte Néstor Centra, periodista especializado en la fuente deportiva, nos cuenta desde Argentina que Maradona significa para su tierra natal “la piedra angular desde el partido frente a los ingleses cuando convierte dos goles, porque cuatro años antes se había producido una guerra entre Argentina e Inglaterra”.

El periodista veterano recuerda con orgullo “haber salido como campeones del mundo con Maradona y luego como subcampeones del mundo en Italia. Maradona transmitió un liderazgo de manera constante y permanente”.

“En Argentinos Junior donde empezó jugando con un equipo juvenil, aquellos que tuvimos la suerte de verlo en esa etapa, notamos la calidad y siempre sostenemos que el mejor Diego se vio ahí”, evoca.

“Todos sabemos las adicciones que tuvo Diego y que la vida o Dios le regalaron otros 20 años para llegar a los 60 y hoy despedirse de este mundo. Fue un mito viviente y seguirá siéndolo, simplemente que no está en la tierra”, recuerda.

Centra no desmaya en destacar el legado de Maradona en la identidad nacional argentina, un hecho que constituye la expresión deportiva “por excelencia”, de todo lo demostrable dentro del campo de fútbol, con la convicción de nunca darse por vencido.

“Ese es el mensaje que se observó en el Mundial de Italia cuando ante un tobillo hinchado, se clavó una aguja para infiltrarse y poder jugar ese partido. Ahí está esto de seguir adelante, a pesar de todo”, dice.

Convencido de que el mensaje de Maradona fue la persistencia a pesar de todo, insiste en que “aquello que debe tomarse de lo que ha dejado Diego también tiene que ver con no abandonar, tener mucha resiliencia, de a pesar de todo saber que hay que dar un paso adelante y hay que reconstruirse. Lo hizo para las eliminatorias de 1994 cuando no jugó aquel partido frente a Colombia, fue convocado, terminó clasificando a Argentina y jugando aquel Mundial de Estados Unidos que terminó con el dopaje. Salió a buscar la posibilidad y se preparó para hacerlo”.

El ídolo argentino del fútbol falleció ayer tras sufrir un paro cardiorrespiratorio en la casa de la urbanización privada de Tigre, a las afueras de Buenos Aires. El exfutbolista y entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata llevaba apenas dos semanas viviendo en esta residencia, donde se instaló tras ser dado de alta de la clínica donde el pasado 3 de noviembre fue operado de urgencia por un hematoma subdural crónico, según informó La Vanguardia.

Además de futbolista, Maradona protagonizó hechos polémicos a lo largo de su carrera fuera de la cancha.

El 'Diez' se hizo la imagen de un conocedor sobre relaciones, habiendo una variedad de mujeres detrás de cada idilio, lo que comenzó con su primera esposa Claudia Villafañe, con quien se casó en 1989 y tuvieron dos hijas: Dalma y Giannina.

Tras la separación, el astro del fútbol comenzó una serie de denuncias judiciales contra su exesposa, alegando que se había llevado toda su fortuna, según reportaron medios argentinos en 2003. Luego apareció Verónica Ojeda, con quien tuvo un hijo: Diego Fernando, en 2013. Ojeda fue objeto de denuncias por parte de Maradona por publicar fotos del menor en redes sociales como “difamación” para crear conflictos entre sus dos primeras hijas.

Estando en Cuba, a finales de los años 90, Maradona tuvo algunos hijos entre los que se conocen Joana, Lu y Javielito, quienes iniciaron sus trámites de filiación en 2019, y un cuarto llamado Harold. Además otros tres hijos fueron reconocidos por sus relaciones en la isla.

Con la extraña costumbre de denunciar a las mujeres de quien se separaba, la más reciente fue Rocío Oliva, a quien acusó de haberle robado relojes, un ordenador, teléfonos móviles y joyas cuando vivían juntos en los Emiratos Árabes, en julio de 2014. Sin embargo, este recibió una denuncia de Oliva, quien le acusó de violencia de género.

Más allá de las mujeres, también se encontraban las drogas, adicción que le costó al 'Diez' su carrera como futbolista.

Su primera infracción fue en marzo de 1991 al dar positivo por cocaína en la prueba antidopaje, antes de un encuentro contra el equipo de Bari, Nápoles (Italia) y un mes después al regresar a Argentina fue detenido por las autoridades al ser acusado de posesión de sustancias ilícitas.

Campeón mundial en México 86 y subcampeón en Italia 90, Maradona era ya una celebridad en el ámbito deportivo y el mejor futbolista latinoamericano del mundo.

Tras ser liberado de la cárcel –luego de pagar una fianza de $20 mil–, Maradona fue sancionado por la FIFA sin poder jugar por 15 meses. Su adicción y las interminables intervenciones médicas a lo largo de los años dejan ver un historial que no lograba opacar la admiración de todo un país por el 'Diez' aún después de colgar las zapatillas en 1997.

En los últimos años, su salud fue desmejorando, pasando por varias operaciones desde un bypass gástrico hasta cirugías en sus articulaciones como en el hombro izquierdo y la rodilla derecha por sinovitis y una artrosis en 2019.

Las páginas oscuras del exentrenador técnico de Gimnasia y Esgrima La Plata, se cuentan a través de momentos decisivos de su vida y que ahora forman parte de la historia argentina.

No así millones en el mundo, como Alberto Gualde, periodista peruano especializado en fútbol, que le recordarán como el símbolo de una época de oro. “El fútbol pierde a uno de sus últimos dioses paganos. Con Diego se fuga la capacidad de sorprender. El genio al servicio del alma popular. El espíritu del potrero alimentado por la más profunda pasión y por el placer futbolero en estado puro”.

“Carismático y genial como muy pocos, tocó lo más alto con su indomable grandeza deportiva. Y cayó hasta lo más hondo por sus derrotas personales. Fue genial e imperfecto. Un ídolo tan luminoso como turbio”, dice.

Fue una imagen de claroscuro, con matices “tan amado como despreciado. Su fabulosa presencia significó un fulgor intenso y contradictorio; tanto como la vida misma”.