La vida le dio otra oportunidad

PANAMÁ. Goleador de raza, ídolo en su país y de la selección paraguaya y bendecido por la vida. Salvador Cabañas, quien desde que recibió un balazo en la cabeza en enero del 2010 ha celebrado dos años más de vida, se prepara para volver a jugar un partido de fútbol en el mítico estadio Azteca, escenario de sus últimos gritos de gol oficiales.

Hasta aquella noche del 25 de enero del 2010 en el bar ‘Bar’ de la Ciudad de México, cuando una bala puso fin momentáneo a su carrera futbolística mas no a su vida, Cabañas ha marcado 172 goles en seis equipos en 13 años de trayectoria, premios, alegrías y tristezas dentro de cada cancha de Latinoamérica, ya que nunca emigró al fútbol europeo.

SE DESTACA RÁPIDAMENTE

Con 17 años arribó al equipo 12 de Octubre de Paraguay, donde en un abrir y cerrar de ojos se ganó la confianza del técnico del equipo principal, en el que debutaría un año después.

A pesar de su baja estatura (1,73 metros), Cabañas siempre fue un ‘9’ nato, de área, ganador por arriba, rápido por abajo, veloz para desmarcarse y definir como pocos y con un olfato goleador envidiable.

Todas esas cualidades despertaron el interés de otros equipos de su país, como el Guaraní, donde jugó unos meses antes de volver a su club de ‘nacimiento’.

Después de dos años, 38 partidos y 18 goles con su firma, dio el gran salto al fútbol chileno, más precisamente al Audax Italiano, donde todas sus cualidades y sos jóvenes 20 años se combinaron durante dos temporadas para deleitar al continente.

Con la casaca verde del Audax Italiano, Cabañas anotó 29 goles en 53 partidos, y con el premio al máximo artillero de la liga trasandina en el 2003, fue transferido a los Jaguares de Chiapas.

Desde el 2003 hasta el 2010, todo se puede reducir a ‘premios, goles y más goles’. Ya consagrado como ídolo de su selección, Jaguares y posteriormente del América, el ‘Chava’ se ganó el respeto y luego la compasión del fútbol mundial cuando una bala penetró en su cabeza tras una discusión.

El miércoles, Cabañas volverá a su lugar, su entorno, cuando América y Paraguay le brinden un justo homenaje a uno de los mejores delanteros del continente.