Ecolympics

  • 12/06/2019 02:00
Una de las principales intenciones del Comité Olímpico Organizador de Tokio es reciclar varias toneladas de plástico para usarlas en la fabricación de las medallas que se entregarán a los deportistas que obtengan un mérito

Hace algún tiempo relativamente corto se creó el plástico, a mediados del siglo XX, época en la que nunca imaginamos el daño que causaría en un plazo muy estrecho. Océanos, mares, flora y fauna de todo el planeta sufren los efectos de su producción desmedida, de la mano con un consumismo irresponsable y cómodo.

¿Y los deportes qué tiene que ver? Pues deberían estar involucrados. Fue hasta hace poco que en la esfera deportiva alguien alzó la mano para empezar a contribuir con su granito de arena: las Olimpiadas. Lo malo de esta buena noticia es que no alcanza ni para darles un respiro a los ecosistemas.

La gravedad del asunto es inimaginable. Hoy en día vivimos con el cronómetro en una mano y con la indiferencia en la otra. El camino por donde transitamos está lleno de basura y lo único que hacemos es esquivar los obstáculos para llegar a nuestro destino, sin saber que esa despreocupación nos puede impedir tener una meta.

De acuerdo con un artículo publicado en diciembre del 2017 en la BBC , se adquieren un millón de botellas por minuto, o lo que es su equivalente a 20 mil botellas por segundo. Habría que tomar en cuenta que hasta aquí solo se ha escrito sobre un sector empresarial que necesita de dicho material, aún faltaría mencionar algunos datos acerca de la industria de comestibles, las automotrices y las de ropa, por mencionar algunas.

‘La medida tomada por el Comité de Tokio tiene una razón detrás. Actualmente Japón es el segundo consumidor de plásticos en todo el mundo, motivo por el que la organización ha decidido comprometerse con el medio ambiente'.

De las principales intenciones del Comité Olímpico Organizador de Tokio, es reciclar varias toneladas de plástico para usarlas en la fabricación de las medallas que se entregarán a los deportistas que obtengan el mérito, tanto en los Juegos Olímpicos como en los Paralímpicos. Igualmente se piensa manufacturar los podios con desechos reciclables para que la iniciativa tenga mayor impacto.

Solo como datos adicionales a nuestra creciente ignorancia, según Greenpeace para el año 2050 (eso quiere decir dentro de 30 años) si la producción de plástico no cambia, ni tampoco la administración del que ya fue utilizado, tendremos un aproximado de 12 mil millones de toneladas por resolver.

Ahora bien, la medida tomada por el Comité de Tokio tiene una razón. Actualmente Japón es el segundo consumidor de plásticos en todo el mundo, solo por detrás de Estados Unidos, motivo por el que la organización ha decidido comprometerse con el medio ambiente con un efecto mediático directo.

Sin embargo los esfuerzos por rescatar al planeta deberían ser mayores. Se estima que en el proyecto de los JJOO solo sean utilizadas 45 toneladas de plástico, una cifra que destaca por sí sola, aunque si se pone en contexto parece muy trivial debido a que el cálculo sobre el plástico que hay en todo el mundo supera los 8,000 millones de toneladas.

Esta responsabilidad que los Juegos Olímpicos han mostrado para la edición del siguiente año es una consecuencia del anterior. Para la justa de Río en 2016 también se utilizaron materiales reciclados para la producción de las medallas de plata y bronce. Un gran mérito que desafortunadamente solo ha servido para aportar al minúsculo montículo de ayuda que podría caber en un puño.

Las personas no pueden correr por la contaminación y las piscinas exageran con el agua clorada por que llega muy sucia. El compromiso de las instituciones deportivas es evidente, pero debería ser mayor al ser organizaciones con una enorme influencia social. Todos esos valores que el deporte manifiesta habría que aplicarlos junto con la colaboración humana para la mejora de vida de cada uno de los seres vivos que habitan en la Tierra, acciones sin indolencia y carentes de egoísmo para extender nuestra propia existencia.

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