El pretexto de los valores olímpicos

Actualizado
  • 26/06/2019 02:00
Creado
  • 26/06/2019 02:00
Hace solo unos días, el Comité celebró 125 años de creación con diversas actividades y eventos que vistieron la fecha tan especial.

El tiempo cada vez más se torna en estado líquido, y prueba de ello es que falta mucho menos para que una nueva justa olímpica haga su aparición en su fachada moderna. Mientras algunos conservan fresco el recuerdo de Río de Janeiro, hay otros que visualizan el arranque del próximo año en suelo nipón.

Y tal vez, dentro de la ambición y la esperanza de otra oportunidad deportiva a la vista, todo debería empaparse de alegría e ilusión, pues los atletas se preparan con muchos años de anticipación e incluso, como añadidura a la celebración que nos espera, una gran coincidencia abordó la atmósfera del Comité Olímpico Internacional (COI).

Hace solo unos días, el Comité celebró 125 años de creación con diversas actividades y eventos que vistieron la fecha tan especial. Deportistas y funcionarios del deporte participaron en la organización que buscaba transmitir todos aquellos valores que el olimpismo procura.

Sin embargo, la cereza del pastel fue la inauguración de lo que llamaron ‘La Casa Olímpica', un lugar sustentable y ecológico que servirá como referencia mundial y punto de encuentro para todos los deportistas. Un espacio que, de acuerdo a ellos, está comprometido con el cuidado del medio ambiente y con los problemas que el planeta enfrenta actualmente.

‘Todos los deportistas necesitan aire limpio para entrenar y competir',

CHRISTIANA FIGUERES

ANTROPÓLOGA

Honestamente, invertir recursos en un edificio nuevo ubicado en Suiza, con necesidades más urgentes dentro del deporte mundial, a un año del evento en Tokio y con la alarma que prende todos los días la Tierra, respecto a su cuidado y la vigente carencia de atención que los humanos le damos es un desperdicio de dinero y una mala ejecución de varios de los valores que dicen representar. Ni siquiera creo que entiendan los orígenes de la mayoría de los deportistas, con entornos sociales muy difíciles y con menos apoyos para la realización de sus disciplinas.

Para esto me gustaría retomar una declaración que justamente ofreció Christiana Figueres hace apenas unas horas, antropóloga y analista costarricense del Acuerdo de París de 2015 contra el calentamiento global: ‘Piensen en las temperaturas en los Juegos de Tokio, no se puede poner aire acondicionado a la prueba de maratón'. ¿Y saben una cosa? Tiene razón.

Palabras que se producen momentos después de que el COI otorgara la organización de los Juegos de Invierno a Milán en 2016. Justas y precisas oraciones que describen a la perfección las verdaderas necesidades de nuestro planeta. Frases que no deberían servir solo para embellecer un acto político, sino para ejecutar la poca conciencia que nos queda.

Una construcción ecológica sirve de emblema, lo entiendo, pero para que un deportista se reúna con otro no hace falta gastar millones de dólares. Hace falta cuidar los espacios de áreas verdes en las ciudades, hace falta contaminar menos el agua y la atmósfera, ¡hace falta poquito más de sentido común! Eso es lo que de verdad hace falta, no un inmueble bien diseñado con efecto sustentable.

Figueres también apuntó algo muy cierto: ‘Todos los deportistas necesitan aire limpio para entrenar y competir', por lo tanto lo que se necesita es procurar el cambio en el ser humano que sigue contaminando, insisto, no en la arquitectura verde que se obsequiaron con motivo del cumpleaños del COI. Los valores olímpicos van más allá de la repartición de presupuesto, los valores son intangibles y claramente no los practican.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus