Arturo Dorati: 'Hay que dejar de politizar el deporte'

Actualizado
  • 10/06/2020 00:00
Creado
  • 10/06/2020 00:00
Un mensaje fuerte y claro envía el esgrimista panameño, quien hace unos meses se recuperó de coronavirus. Durante una entrevista con este diario, el atleta comparte sus inicios en el deporte y reitera la importancia de construir mejores centros deportivos en el país

Un deportista que trascendió de las canchas de fútbol a la esgrima. Esta es la historia Arturo Dorati, cuyos inicios en esta disciplina se remontan a sus 24 años.

Este año, Dorati se colgó la medalla de oro en la segunda fase del Campeonato Absoluto de Esgrima que tuvo lugar en Madrid, España.

Hoy, con 33, suma medallas de oro, plata y bronce de diversas competencias nacionales e internacionales.

El atleta panameño admite que desde temprana edad se dedicó a rodar el balón, sin embargo, siempre tuvo la chispa de querer practicar la esgrima. Luego de indagar más sobre esta disciplina, dejó la pelota y se dedicó de lleno a perfeccionar su habilidad con la espada.

“Un día mientras veía un programa de televisión, hice el comentario de que me gustaría dedicarme a este deporte, delante de mi familia. Mi hermano me escuchó y me llevó con su profesor de literatura, que daba clases extracurriculares de esgrima, y ahí comenzó todo”, recuerda.

Dorati admite que el salto de una disciplina deportiva a otra no fue fácil para su familia, sobre todo para su padre. “Mi papá soñaba con que fuera futbolista profesional porque mi familia se ha dedicado a este deporte desde que tengo memoria”. Pese al sentir de su progenitor, el esgrimista confiesa no estar arrepentido de la decisión que tomó.

“Desde el inicio, mi objetivo fue convertirme en selección de Panamá y después de Centroamérica y así sucesivamente. Antes de iniciar, recuerdo que veía cómo otros atletas se desempeñaban en la esgrima durante los Juegos Olímpicos. En algún momento de la vida, todos queremos ser mosqueteros y heme aquí con la espada”, dice entre risas.

El panameño menciona que para llegar lejos en la esgrima y en cualquier otro deporte, no basta solo con el talento. “Para alcanzar el éxito se debe tener constancia, perseverancia y mucha disciplina. Creo que son los factores más importantes a la hora de buscar el triunfo. Habrá ocasiones en las que un deportista tendrá que sacrificar momentos con la familia, porque deberá entrenar y estar en competencias”.

En cuanto a su entrenamiento, el atleta sostiene que durante el confinamiento se ha puesto en contacto con su lado táctico. “He realizado trabajo psicológico y físico. Estoy certificado en coaching mental deportivo y esto me ha ayudado mucho. Mi régimen alimenticio se basa solo en vegetales. Desde finales del año pasado soy vegetariano; esto ha tenido una repercusión positiva en mi rendimiento”, afirma.

Un fuerte combate

Dorati fue el primer atleta que dio positivo con Covid-19 en Panamá. Cuenta que todo empezó mientras se adiestraba en España. “Estaba en Madrid cuando la pandemia explotó. Donde me encontraba se dio el aviso de alarma y se nos prohibió salir de casa, salvo que fuese necesario”.

El atleta ha convertido de este deporte su pasión, desde los 24 años.

Reconoce que debido a su buen estado de salud, no pensó que esto le llegaría a afectar. “Los primeros síntomas se me manifestaron justo cuando retorné al país, en unos de los últimos vuelos. Desde que abordé el avión fue muy estresante. Apenas pisé suelo panameño estuve en cuarentena. No tuve contacto con mi esposa, ni familia, porque venía de una ciudad que era foco de contagio”, relata.

“Desde el primer día en que arribé a Panamá empecé a sentirme muy mal, entonces el Ministerio de Salud me hizo la prueba y di positivo. Fue muy difícil pasar por este proceso de tener Covid-19, porque este virus no se parece a un resfriado común. Los síntomas son muy fuertes, desde el dolor de cabeza hasta la fiebre. Gracias a Dios no tuve complicaciones respiratorias”, advierte con voz preocupada ante el aumento de casos que hay actualmente en el país.

En esos días, Dorati señala que su temor más grande era contagiar a su esposa que está embarazada. “Gracias a Dios me realicé tres pruebas y salieron negativas. Ahora que salí de esto, puedo decir que estoy igual o en mejores condiciones, porque en esta cuarentena me he mantenido firme en mis objetivos gracias al apoyo de mi esposa, mis padres y toda mi familia”.

Desafíos

El esgrimista acepta que hasta ahora su reto más grande ha sido superar el coronavirus, pero a nivel competitivo menciona que el año pasado no fue nada fácil llevarse la medalla de oro en el Campeonato Centroamericano. “No tuve un buen comienzo en el torneo y pasé de clasificar a la segunda ronda entre los últimos puestos. Pero luego de reforzar la preparación mental con mi profesor, gané la competencia. Siento que en el inicio me dejé presionar porque era el favorito, pero gracias a que me enfoqué, pude traer esa victoria a mi país”, narra.

Dorati resalta que uno de los aspectos que más influye al momento de competir es la preparación psicológica. “Diría que interviene en un 300%. Si no se está listo psicológicamente para un torneo, es como si se fuese a pasear. Es primordial hacer este trabajo y tener confianza en el entrenador”.

Entre sus logros, el atleta presume de haber ganado en cinco ocasiones un campeonato centroamericano. En sus primeras dos presentaciones se quedó con las medallas de bronce y plata, las demás han sido de oro. “ Desde que empecé esta disciplina soy el campeón nacional (desde 2012). La idea es mantener mi ritmo y ayudar a mejorar a los chicos que vienen creciendo”.

El futuro y las carencias en el deporte local

El esgrimista denota optimismo porque asegura que hay un buen relevo generacional en Panamá: “Cuento con mi Academia de Esgrima Cyrano de Bergerac; aquí mis chicos han demostrado desde el día uno mucha capacidad. Algunos son campeones centroamericanos, incluso tengo una campeona y un campeón Panamericano”, expresa.

También expone que “en el país hay mucho potencial. Hay chicos entrenando en clubes en La Chorrera y otros en la ciudad. En Panamá solo hay un entrenador internacional de la selección, que es Jorge Valdez, el resto son adiestradores nacionales que han puesto su grano de arena para que los muchachos tengan un alto nivel competitivo”.

En cuanto al panorama deportivo local, remarca que queda mucho por hacer. “Se necesita mucho apoyo por parte del Gobierno y de la empresa privada para que el deporte en Panamá llegue a ser profesional. Aquí la mayoría de los atletas se dedica a esto porque le gusta, no lo hace porque reciba alguna remuneración. Puedo decir que el 99% de los atletas que competimos, lo hacemos por pasión y porque queremos dejar nuestra bandera en alto”.

“Los deportistas necesitan mejores instalaciones para practicar, ya que muchos de ellos tienen que prepararse en condiciones paupérrimas. Vemos el caso de Héctor Cención, que iba a unos Juegos Panamericanos y no tenía dónde entrenar; este caso se repite con muchos atletas. Hoy no contamos con buenos centros deportivos para prepararnos bien. A veces se nos exige traer victorias al país para contar con el apoyo del Instituto Panameño de Deportes (Pandeportes), sin embargo, debería ser al revés, se debe apoyar primero para que luego los deportistas traigan medallas. Una realidad es que muchos niños abandonan el deporte porque no se les da seguimiento, es triste”, lamenta.

“Los atletas solo deseamos dejar en alto a nuestro país y para eso necesitamos que nos apoyen. Hay casos en que los deportistas han tenido que salir a los semáforos a pedir dinero para costearse su pasaje a las competencias, y eso no debería ocurrir”, manifiesta el atleta.

El esgrimista comenta que urge que se establezca un seguimiento de la labor que realiza Pandeportes cada cuatro años. “Hay que dejar de politizar el deporte. Ya tuvimos un problema hace varios meses con el dinero que se perdió en esta institución, y creo que cuando se politiza el deporte, deja de ser deporte, y eso no es lo que queremos”.

Antes de culminar la entrevista, Dorati anota que entre sus proyectos está mantenerse como campeón nacional, centroamericano y clasificar a los Juegos Olímpicos. “Quiero desarrollar a mis atletas para que en 10 o 15 años Panamá sea una potencia en la esgrima”.

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