Leontxo García ‘El ajedrez enseña a pensar jugando'

  • 13/08/2019 02:00
El reconocido periodista español especializado en el análisis y la difusión del ajedrez está en Panamá para sumar apoyos definitivos en la inclusión de este deporte en el currículo educativo del país

Cuando se habla de ajedrez en español es imprescindible citar a Leontxo García Olasagasti ya sea como el periodista que mayor difusión le ha dado o el comunicador social empeñado en lograr que su práctica se incluya en el currículo educativo de escuelas y colegios, para que desde chicos se aprovechen las beneficiosas bondades educativas y lúdicas que este juego milenario ofrece.

A Leontxo García (Irún, España, 1956) lo conocí en 2015 cuando estuvo como conferencista del seminario realizado por la Fundación Kasparov en el Domo de la Universidad de Panamá. Ahora de regreso, lo abordo ejerciendo el cargo de Consejero de la Comisión para la Educación de la Federación Internacional de Ajedrez, en busca del respaldo definitivo de las autoridades gubernamentales para que se incluya en el pensum educativo nacional. Ducho expositor y excelente conversador, el ajedrez es un tema que expuesto por él, suma rápidamente adeptos.

En ‘Cien años de Soledad', Aureliano Buendía frente al pelotón de fusilamiento recordaría la tarde maravillosa en que su padre lo llevó a descubrir el hielo, ¿tiene como Aureliano un recuerdo maravilloso del día que descubrió el ajedrez como juego o el periodismo como profesión?

Sí. El día clave de mi vida, en ese sentido, es cuando en el verano de 1972 tengo 16 años, estoy en la playa entre la frontera de España y Francia, en Irún, y un amigo que me encuentro me dice: ‘Oye, ¿sabes que han abierto un club de ajedrez, justo al lado de tu colegio y el ambiente está muy bien y a ti que te gusta el ajedrez, por qué no te das la vuelta y lo conoces?'. Yo lo había aprendido a jugar antes, para mí era un juego más. Da la casualidad que esa tarde llovió muchísimo, entonces me dije: ¿qué hago? Y recordé lo que me dijo mi amigo, fui al club de ajedrez y prácticamente no salí de allí. El ajedrez me enganchó por completo, en ello ayudó mucho Bobby Fischer porque en ese momento se estaba disputando en Islandia el campeonato del mundo entre Fischer y Spassky; Fischer era un jugador con un carisma muy especial y grande en la historia del ajedrez. Las dos cosas se juntaron, el atractivo de aquel club y el imán de Bobby Fischer me cautivaron.

¿Es un ajedrecista que terminó siendo periodista o un periodista que terminó siendo ajedrecista?

Desde pequeño me gustaba la comunicación, recitar poesías, redactar, pero descubrí que tenía vocación para la comunicación y el periodismo a través del ajedrez. El ajedrez me ha servido para conocer mundos fascinantes. Iba a jugar un torneo y entonces el director de la revista Jaque me pidió que hiciese una crónica del torneo y así descubrí que me encantaba escribir esas crónicas, hasta el punto en que la que escribí después del torneo era casi más importante que las partidas que había jugado. Descubrí que mi verdadera vocación era la comunicación y el periodismo y tuve la enorme suerte de que eso coincidió (estamos hablando de 1983) con el inicio de la rivalidad de Karpov y Kaspárov, que es la mayor en todos los deportes, y yo pude entrar rápidamente en el diario El País , en Radio Nacional de España y en Televisión Española .

En la pared de la escalera que conducía hacia la biblioteca de mi colegio de secundaria estaba escrita con lápiz la frase de Descartes: ‘Pienso, luego existo', fue la primera vez que tuve contacto con la filosofía. Escuchándolo hablar, ¿esa frase encaja en la esencia del ajedrez?

Sí, por supuesto. No solo encaja perfectamente con el ajedrez, sino que es más necesaria ahora en el siglo XXI. Yo tengo la sensación y me preocupa muchísimo como ciudadano del mundo, de que la mayoría de la gente tiende a pensar cada vez menos, eso puede hacer que el mundo llegue a ser un lugar muy peligroso, muy negativo. Creo que eso es lo que está detrás de que Donald Trump sea presidente de los Estados Unidos porque nadie hace diez años, empleando la lógica, hubiera previsto que alguien con ese perfil pudiese llegar a ser presidente de los Estados Unidos. Por lo tanto, me parece muy peligroso que la gente piense cada vez menos y creo que el ajedrez puede ser uno de los contrapesos para equilibrar esa tendencia tan negativa: es un juego muy divertido que consiste en pensar, ¡qué mejor!

Después de la participación que tuvo en el seminario auspiciado por la Fundación Kasparov (2015), a su vuelta, ¿cuál es la evaluación de cuánto ha progresado la difusión del ajedrez en Panamá?

Panamá es uno de los países de Latinoamérica que más rápido está avanzando en ajedrez. Vine antes, la primera vez hace ocho o nueve años, el ajedrez en Panamá estaba ‘en mantillas', es decir en un nivel muy bajo, empezando a desarrollarse. Ahora hay una Federación muy activa, hay numerosos torneos, hay una empresa como Chess Logistic que tiene una actividad trepidante no solo de ajedrez deportivo, sino como herramienta educativa de interés social. Esta misma semana voy a tener reuniones importantes con el presidente de la Comisión de Educación, Cultura y Deportes de la Asamblea Nacional, también con un alto cargo del futuro Ministerio de Cultura, estoy esperando que me confirmen a un alto cargo del Ministerio de Educación, bueno, son señales muy concretas de que en Panamá en muy pocos años se ha avanzado muchísimo en el ajedrez.

¿Tiene un plan concreto para presentar en Panamá?

Sí. En este tipo de reuniones básicamente resumo los principales argumentos con base científica que demuestran que el ajedrez es una gran herramienta educativa y cuento cuál es la experiencia de los países de habla hispana, similar a la panameña, como España, Argentina y Uruguay, donde ya hay muchos miles de colegios donde el ajedrez está teniendo un gran éxito como materia educativa en horario curricular, sin contar otros miles de colegios donde se aplica como actividad extracurricular. Normalmente, si la autoridad que me está escuchando procede del mundo de la educación, me bastan 15 minutos para que como mínimo en su cabeza quede sembrada la semilla de la duda, porque los argumentos que empleo son en realidad muy poderosos. Si no procede del mundo de la educación, puedo necesitar un poco más de tiempo, para darle más información. Información tengo mucha, contrastable, estudios científicos. Me siento muy seguro cuando hago esto porque sé que estoy respaldado por pruebas irrefutables.

De obtener el apoyo, ¿en cuánto tiempo se podría implementar?

Para lanzar un programa piloto, y en eso nos puede ayudar bastante que ahora en Panamá estáis estrenando un gobierno que tengo entendido viene a mejorar la calidad educativa como una de las altas prioridades, por tanto, si hay voluntad, si hay convencimiento de que el ajedrez es una herramienta muy útil en ese proceso, para montar una experiencia piloto bastaría con un año aproximadamente. Teniendo en cuenta el período escolar panameño, para febrero o marzo de 2021 podríamos tener suficientes maestros de escuela formados con la información básica para aplicar el ajedrez de manera transversal e interdisciplinar, junto con la educación emocional, en clases de matemáticas, lengua, historia, física, etc.

Lo escuché referirse a que en matemáticas y comprensión de lectura se obtuvieron los resultados más bajos de Panamá en las pruebas Pisa, sosteniendo que el ajedrez mejora a los estudiantes en estas dos materias, ¿es su argumento más eficaz?

Si aplicamos un ejemplo pragmático, hay pruebas de que mejora el rendimiento en matemáticas, comprensión de lectura, es útil para trabajar la inteligencia emocional y todo tipo de inteligencia en general. Ahora, si volviera a lo que he dicho antes, si tuviera que ponerle un título a esta entrevista, sería: ‘El ajedrez enseña a pensar', y si cabe un poco más en el titular: ‘El ajedrez enseña a pensar jugando', que es muy importante, si uno está jugando, se está divirtiendo y al mismo tiempo pensando, qué mejor.

Al ajedrez se le vincula a la masculinidad, no hay un campeón mundial en la historia que sea mujer. El mundo del deporte tiende a la inclusión, ¿con el ajedrez hay una percepción errónea?, ¿es tan incluyente como el fútbol, el baloncesto, el voleibol etc.?

Sí, incluso más porque la fuerza física en ajedrez no vale para nada. Un hombre juega mejor al baloncesto que una mujer porque es más fuerte físicamente pero en el ajedrez la fuerza física no vale. La única explicación lógica de que entre los 100 primeros del mundo, en este momento solo haya una mujer, es que hay una educación sexista sobre el ajedrez en la gran mayoría de los países. Es casi tan raro regalarle una muñeca a un niño como un juego de ajedrez a una niña. El ajedrez tiene una etiqueta de masculinidad, si no rompemos esa etiqueta siempre va a haber un número de niñas jugando al ajedrez extraordinariamente más bajo que el número de niños, por tanto la probabilidad de que haya una campeona del mundo pues va a ser muy baja. ¿Cuál es la mejor manera de romper con esto? Introducir el ajedrez masivamente en la etapa preescolar, donde niños y niñas están juntos en clase de manera totalmente indiscriminada y por tanto para esas niñas de tres o cuatro años, el ajedrez va a ser una cosa natural que tienen todos los días en su escuela y no va a haber ningún prejuicio sexista contra éste.

¿Qué desearía que al final quedara como resumen de sus logros?

De todo lo que he hecho en mis 36 años de carrera profesional, lo que más me llena de satisfacción es cuando calculo el efecto multiplicador que tiene formar en el ajedrez a miles de maestros. Yo he formado a más de treinta mil maestros de escuela en 28 países; si multiplicamos treinta mil por el número de alumnos que van a pasar por sus manos a lo largo de su carrera como maestros, ya tenemos millones de niños. Mi gran objetivo es que esos niños crezcan hasta un número inmenso de manera que una gran parte de los habitantes del mundo disfruten de las ventajas de todo tipo que brinda el ajedrez.

¿Escribiríamos: Lentxo García, educador de ajedrez?

Sí, a veces me siento como ¡apóstol del ajedrez!

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