Narciso Orán y su sueño de una escuela de pesas en Guna Yala

El proyecto se desarrollaría en la isla guna San Ignacio de Tupile, de donde es oriundo Orán. Después de su retiro, Narciso se ha dedicado a la enseñanza de este deporte poco popular
Orán, de 67 años, aprovechó su vinculación con los niños a través de la educación física, para inculcarles el amor por la actividad deportiva.

Es considerado el atleta de origen indígena más sobresaliente en la historia del deporte panameño. Sus múltiples medallas en torneos regionales y su participación en mundiales y Juegos Olímpicos, así lo atestiguan.

En efecto, Narciso Orán le dio lustre a la halterofilia istmeña durante los casi diez años en los que estuvo involucrado (1973-1981), y después de su retiro se ha dedicado a la enseñanza de este deporte.

Orán, de 67 años, aprovechó su vinculación con los niños a través de la educación física, para inculcarles el amor por la actividad deportiva.

No obstante, su más grande sueño es el de crear una escuela de halterofilia en Guna Yala y, de esta manera, volcar todos sus conocimientos en los prospectos de atletas.

Sin embargo, el asunto no es soplar globos y cambiarlos por botellas; no son tan fáciles las cosas. Necesita del apoyo gubernamental para construir un centro de adiestramiento deportivo, que al mismo tiempo se convierta en una escuela.

Sí, el proyecto es muy ambicioso, pero tiene a su favor, todos los elementos necesarios para triunfar: los prospectos, tanto varones como féminas, el lugar de la futura escuela y, algo muy importante, el beneplácito de las autoridades locales.

El proyecto se desarrollaría en la isla guna San Ignacio de Tupile, de donde es oriundo Orán, quien actualmente adiestra niños desde los 8 años en la comunidad guna de Koskuna, en Veracruz, al oeste de la capital, mientras llega el gran momento.

Un proyecto formal

“Mi proyecto está en un periodo de análisis. Se trata de crear una escuela de levantamiento de pesas en la isla guna de San Ignacio de Tupile, con un gimnasio, dormitorio, comedor, transporte e implementos. Todo lo que se necesita para entrenar a un grupo de jóvenes”, dijo.

El expesista nacional señaló que la idea no es obtener la aprobación para después correr a organizar, por lo que ya creó las bases legales para llevarlo adelante.

“Tengo el visto bueno del sáhila, de la gobernación de Guna Yala y de la federación de pesas, nada más es cuestión de que se controle la pandemia para seguir adelante”, acotó.

Explicó que tiene el área definida para la construcción de la instalación, para lo cual ya cuenta con los planos, que también definen unos terrenos para la cría de pollos, siembra de legumbres e, inclusive, un acuario para la creación de un vivero de peces.

Destacó que hubo un primer intento de crear la escuela en San Ignacio de Tupile, cuando acondicionó un rancho para que sirviera de campo de entrenamiento, pero por diversas razones, principalmente la económica, no pudo seguir adelante.

Orán está convencido que en Guna Yala hay material humano para desarrollar esta disciplina.

Orán está convencido de que en Guna Yala hay material humano suficiente para desarrollar esta disciplina, principalmente en el grupo femenino.

“Se podría desarrollar la halterofilia, sobre todo en las niñas, que tienen el biotipo adecuado, al tener las piernas cortas, gordas y fuertes de trabajar en el campo”, expresó.

“Se empezaría con una base sólida, es solo cuestión de que se formalice y se realice”, matizó.

Prospectos de atletas

Orán entrena a unos ocho niños, la menor de ocho años, que le han demostrado que con disciplina y dedicación, se podría contar con atletas indígenas en esta difícil disciplina.

“Después de mi retiro, me metí de lleno como entrenador voluntario, y en una ocasión le presenté a Pandeportes la idea de que me pidieran prestado al Ministerio de Educación, para trabajar como instructor a nivel comarcal”, señaló.

Dijo que es necesario que las autoridades y las organizaciones deportivas “se metan” en las áreas indígenas, para promover el deporte individual, como la lucha, el ajedrez, el atletismo y el tiro con arco, entre otros.

“Hay que apoyar a los grupos indígenas en la promoción de la actividad deportiva, que está casi abandonada”, añadió.

Actualmente entrena a Juan Batista y a Germán Preciado, quienes se preparan para participar este año en el mundial máster, que se realizará en forma virtual.

La preparación como entrenador

Narciso recorrió todas las competencias regionales y mundiales del deporte: Centroamericanos, Centroamericanos y del Caribe, Bolivarianos, Panamericanos, mundiales y olímpicos.

“Me inicié en 1972 en el gimnasio Chacón Plata, pero también practicaba fútbol y baloncesto, al tiempo que estudiaba educación física en la universidad”, explicó.

Casi al año de entrar al gimnasio tuvo su primera participación internacional, cuando estuvo en un mundial que se dio en La Habana, pero fue en los Juegos Centroamericanos en Guatemala, desde ese mismo año, donde comenzó a darse a conocer.

Su última participación se registró en los Juegos Bolivarianos de Barquisimeto, Venezuela, en 1981, y a partir de allí, se pagó diversos cursos internacionales para el entrenamiento de alto nivel en las pesas.

“Antes nos ejercitábamos con entrenadores empíricos, que instruían con lo que conocían; ahora no, en mi caso, me siento preparado, con base en cualquier interrogante sobre entrenamiento, puedo sustentarlo”, aseveró.

“Se traen técnicos de otros países y se les paga muy bien, en vez de distribuir ese dinero en las provincias, donde están los entrenadores voluntarios”, matizó.

Actualmente, el Instituto Panameño de Deportes (Pandeportes) tiene nombrados solo a dos entrenadores en la halterofilia, disciplina que se practica en todo el país.

Destacó que las autoridades deben organizar una reunión con todos los entrenadores que hay en las pesas, para unificar criterios sobre los métodos que se utilizan para entrenar, tanto a un atleta que se inicia como a uno de alto rendimiento.

“Se hace necesario que organicemos cursos de entrenamiento y, en mi caso, estoy dispuesto a dar a conocer todo lo aprendido en los cursos internacionales a los que asistí”, expresó.

Está convencido de que es necesario que se invierta en capacitaciones, porque eso mejora el nivel de los atletas panameños.

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