Panamá impulsa industria del cine

Actualizado
  • 08/06/2009 02:00
Creado
  • 08/06/2009 02:00
PANAMÁ. Panamá, que ha sido comparada por sus llamativos y nuevos rascacielos con la ciudad de Nueva York, ahora aspira a ser el Hollyw...

PANAMÁ. Panamá, que ha sido comparada por sus llamativos y nuevos rascacielos con la ciudad de Nueva York, ahora aspira a ser el Hollywood latinoamericano.

La recientemente reglamentada Ley 36 de 2007 para el fomento de la industria cinematográfica y audiovisual trae oportunidades, pero también nuevos retos en un país donde la industria es aún incipiente y no hay una cultura masiva favorable a la exhibición de películas nacionales.

Detrás de las cámaras fílmicas, la visión es prometedora. La filmación en Panamá de la película James Bond "Quantum Of Solace" dejó ingresos en el país de entre 10 millones de dólares y 12 millones de dólares y generó más de 350 empleos directos y la contratación de cerca de 3,000 extras.

Otro gancho es la promoción de atractivos turísticos a través de las escenas de las películas y el uso de las instalaciones y locales comerciales. Según un comunicado del Ministerio de Comercio e Industrias, en el 2008, esta industria representó cerca de 19 millones de dólares y en el primer trimestre del 2009, superó los $6 millones.

El director del departamento de asesoría legal de la televisora estatal SERTV , Enrique Noel, explicó que la ley tiene dos componentes importantes que hay que diferenciar. Una, es promover a Panamá internacionalmente para atraer a las empresas cinematográficas con incentivos y sus locaciones, por el otro, que los productores nacionales produzcan sus propias películas y sean consumidas por el público local.

Aunque diferentes motivos están estrechamente relacionadas, sustentó el experto, al asegurar que solo produciendo películas se garantizará tener el suficiente personal capacitado.

Pero el camino no será fácil ni corto. Jhoram Moya, director y guionista panameño, consideró positiva la reglamentación, pero la producción cinematográfica está apenas naciendo y por el momento esta industria tendrá que apoyarse de los nacionales que se prepararon en el extranjero, pues no existe una escuela de cine propiamente dicha en Panamá.

Sobre el potencial de la industria del cine en Panamá no hay duda, pues el país tiene los elementos para atraer a los cineastas.

El periodista y crítico de cine, Rainer Tuñón, reafirmó que gracias a la diversificación cultural se posee una amplia gama de locaciones, pero dependerá de los incentivos que se brinden para atraer a estas multinacionales.

Sin embargo, surge otra inquietud entre los profesionales del séptimo arte. Cuál será el aporte del Estado para fomentar el cine hecho por el talento nacional.

La reglamentación crea el Fondo para el Desarrollo Cinematográfico y Audiovisual Nacional, que será administrado por el Instituto Nacional de Cultura (INAC).

Noel explicó que por medio de concursos se patrocinarán proyectos cinematográficos y será el INAC quien determinará los reglamentos.

Pero antes que existiera la ley, ya algunos productores locales se han beneficiado con fondos internacionales destinados para ese fin, a través del programa IBERMEDIA, gestionado por SERTV.

En los próximos meses estarán circulando películas de producción panameña.

Pero el mayor obstáculo para el productor local es cambiar el comportamiento del público panameño. Aunque la reglamentación de la Ley 36 establece que las salas de cine deben ofrecer como mínimo el 10% total de su cartelera a la producción panameña, las fuentes coincidieron que primero hay que fomentar una cultura audivisual y formar al público para que vaya a ver las películas locales.

Moya, quien en el 2008 ganó el Proyecto 48 de TNT, advirtió que el público panameño debe estar preparado para aceptar el arte audiovisual de su propio patio, pero pronosticó que será un largo proceso.

Por su parte, Noel reconoce que esa cuota no será suplida, al menos a corto plazo, por las películas panameñas. En ese caso, el espacio se cubrirá con obras procedentes de países iberoamericanos.

“No se trata de negar la entrada del cine tradicional, sino de ver cómo cuentan sus historias los otros países”, dijo Noel.

También las televisoras tendrán que hacer su aporte. La ley específica que los operadores de TV abierta tendrán que destinar cada año como mínimo el 10% de su programación a largometrajes, mediometrajes y cortometraje cinematográficos de ficción, documentales, miniseries, telenovelas y películas para TV catalogadas como producción nacional. Cabe destacar que esta parte de la ley fue objeto de polémica por varios sectores, especialmente las empresas privadas involucradas, pero al final será el INAC el encargado de supervisar el cumplimiento de las cuotas de pantalla. Tuñón consideró que en la medida que el sector privado y el gobierno entienda que el cine es un vehículo muy eficiente para desarrollar la cultura y a su vez captar audiencia, aumentará la posibilidad de llenar las salas de cines con obras locales.

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