El MEF le responde a Hughes

Actualizado
  • 30/10/2013 01:00
Creado
  • 30/10/2013 01:00
PANAMÁ. En virtud de la publicación del redactor William Hughes de La Estrella de Panamá, a través del cual cuestiona el manejo de la de...

PANAMÁ. En virtud de la publicación del redactor William Hughes de La Estrella de Panamá, a través del cual cuestiona el manejo de la deuda pública y los indicadores utilizados para evaluar los niveles de endeudamiento del país, el MEF desea profundizar en algunos conceptos utilizados por su autor, desglosados en seis aspectos principales.

INDICADORES DE DEUDA

La relación deuda/PIB es el indicador macroeconómico ampliamente utilizado en las evaluaciones de la salud de las economías que realizan periódicamente diversas instituciones como el Fondo Monetario Internacional, las tres principales Calificadoras de Riesgo a nivel internacional, Organismos Multilaterales y, a nivel general, por académicos y expertos en la materia.

A manera de ejemplo, para valorar el nivel de deuda de un país, se pueden citar los indicadores utilizados por Standard & Poor’s1 y Moody’s2: (a) la proporción de los ingresos del Gobierno General utilizados para el pago de intereses, (b) la deuda neta del Gobierno General como porcentaje del PIB, y ésta última calificadora incluye en sus análisis (c) la relación de pagos de intereses del Gobierno como porcentaje del PIB, a fin de evaluar la carga de la deuda y su costo (o asequibilidad).

Puntualmente, para el caso de Panamá, estos indicadores han mostrado una evolución positiva y significante en los últimos años. La deuda pública bruta como porcentaje del PIB ha disminuido de 70.4% en el 2004 a 39.3% al final del año 2012. En ese mismo periodo, el pago de intereses y comisiones ha pasado de representar el 4.8% del PIB a 2.2% del PIB, mientras que la cobertura de pago de intereses del Gobierno Central, en función de los ingresos corrientes, se ha incrementado de 3.0 veces en el 2004 a 8.8 veces en el 2012.

REFINANCIAMIENTO Y SU IMPACTO

Respecto a lo mencionado sobre el hecho de que el refinanciamiento encarece la deuda, somos de la opinión de que el autor no detalla los argumentos que sostienen dicha afirmación. El refinanciamiento obedece netamente al pago de los vencimientos de los recursos de crédito a los cuales ha tenido acceso el país para financiar las inversiones utilizando como mecanismo de financiamiento la adquisición de nuevos empréstitos y/o la emisión de instrumentos de deuda en el mercado de capitales domésticos o internacionales. Los costos del refinanciamiento dependen de las condiciones del mercado y de la adecuada gestión política, económica y fiscal del país, medida, en parte, a través de la calificación de riesgo. En este sentido, en los últimos tres años el país ha mejorado su calificación de riesgo de BBB- a BBB con perspectiva estable, por las tres calificadoras de riesgo reconocidas internacionalmente; lo que se traduce en una ventana de oportunidad para diversificar las fuentes de financiamiento y ampliar la base de inversionistas.

A manera de ejemplo, cabe destacar que la tasa de interés implícita que paga el Gobierno a sus acreedores ha disminuido de 7.25% en el 2004 a 5.73% en el 2012.

Por otra parte, el costo social de destinar ingresos corrientes para el pago del capital de los recursos del crédito adquiridos es muy elevado para cualquier economía, y más aún cuando el país está en un proceso de desarrollar la infraestructura necesaria para impulsar su competitividad en la región. En este sentido, y a diferencia de varios países de Latinoamérica, los recursos que se obtienen del endeudamiento se han destinado para la ejecución de inversiones y no así para gastos corrientes.

CONDICIONES DE MERCADO

Respecto a lo expresado en el artículo, la afirmación de que la ‘parte de los ingresos corrientes destinados al pago de la deuda disminuyó debido a los refinanciamientos hechos por Torrijos’, es importante destacar que para el periodo en mención, las condiciones del mercado eran más favorables respecto a las prevalentes durante la gestión de la Expresidenta Moscoso, pero más desventajosas que las actuales. A manera de ejemplo, presentamos la evolución de la tasa LIBOR 6M y del Bono del Tesoro estadounidense a 10 años desde 1999 a la fecha, donde se puede apreciar que cualquier refinanciamiento realizado en una Administración previa a la del Presidente Martinelli, no pudo acarrear un costo menor.

Aunado a lo expresado en el párrafo anterior, es importante señalar que la obtención del grado de inversión en el 2010 coadyuva a acceder a mejores condiciones y términos de financiamiento.

EFECTO DE LOS PROYECTOS LLAVE EN MANO EN LA DEUDA

Los proyectos llave en mano no consolidan dentro de los registros del saldo de la deuda pública porque los mismos son asignados al Presupuesto General del Estado de la vigencia correspondiente; contabilizándose así en ese momento dentro del gasto público. Adicionalmente y conforme a la Ley 72 de 2011, el Gobierno ha limitado su exposición a este tipo de compromisos al tener un límite del 20% sobre el presupuesto de inversión de cada vigencia fiscal correspondiente.

EXCLUSIÓN DE EMPRESAS ESTATALES EN LA DEUDA PÚBLICA

La decisión del Gobierno Nacional de excluir a ENA, ETESA y Aeropuerto Internacional de Tocumen, S.A. del Sector Público No Financiero se fundamenta en la necesidad de recursos que tenían dichas empresas para acometer sus planes de expansión, sin estar sujetos a las restricciones presupuestarias del Gobierno; aumentando así su nivel competitivo y convirtiéndose en empresas auto sostenibles líderes en la región. Cabe destacar que los compromisos financieros que estas empresas han adquirido están garantizados con los flujos que generan de sus operaciones corrientes.

COMPOSICIÓN DEL SERVICIO DE LA DEUDA

Resulta de orden medular acotar que el servicio de la deuda se compone de los pagos de intereses y del principal del empréstito. El autor propone que se debe evaluar el nivel de endeudamiento de un país comparando el servicio de la deuda con los ingresos corrientes. Así como no es correcto asumir que todos los ingresos de una economía se destinan para pagar la deuda pública, tampoco es adecuado asumir que los ingresos corrientes del Estado se destinarán para servir la deuda, tanto en concepto de intereses como de capital. Los ingresos corrientes se utilizan para afrontar los gastos corrientes, dentro de los que se encuentran los intereses. En este sentido, se puede inferir que es más eficiente comparar los pagos de intereses con los ingresos que se generen en un periodo determinado y el saldo de la deuda con el tamaño de la economía.

A manera de ejemplo, desde el inicio de la actual Administración hasta el cierre del primer semestre, el 25.2% de las inversiones del Sector Público No Financiero han sido financiadas por deuda, lo que indica que los ingresos que genera el Estado le permite cubrir sus gastos operativos y, más del 70% de sus gastos de capital. Es decir, el Presupuesto General del Estado ha pasado de estar orientado al servicio de la deuda a priorizar las inversiones, donde por cada balboa de gasto del Gobierno Central se destinaban 21.2 centavos a pagar intereses en el 2004, a finales del 2012 solo se destinaron 9.5 centavos.

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