Estrategias de gestión de inversiones

Las estrategias de gestión de inversiones se alinean al objetivo de brindar al inversor la oportunidad de diversificar sus inversiones, es decir que no se concentre sus recursos en una sola clase de activos financieros o en un solo emisor de una clase de activos financieros (Consultar Video Clases de Activos Financieros, Su Ventana Financiera 2018).

A la actualidad se continúan practicando dos tipos de estrategia de gestión de inversiones por parte de los gestores de Fondos o Carteras de Inversión, la Gestión Pasiva o Fondo Indexado y la Gestión Activa.

El que usted distinga entre ambos tipos de gestión es indispensable para que pueda cumplir sus metas y objetivos financieros. Dado que estas prácticas de gestión no se practican de la misma manera, los rendimientos que se obtienen así como los niveles de riesgo a los que usted está expuesto tienden a ser distintos.

¿En qué se diferencia la gestión pasiva de la gestión activa?
La gestión pasiva consiste en la réplica de una referencia de mercado como lo sería un índice, por ejemplo el S&P 500. A partir de esta premisa que se le denomine de igual manera Fondo Indexado. Dado que la gestión pasiva se basa en la presunción de que el mercado transmite toda la información disponible (Teoría de los Mercados Eficientes), no se emplea el análisis por gestores con miras a superar los rendimientos del mercado.

Así como existen opciones conservadoras como la pasiva, existe la gestión activa que se podría describir como agresiva dado que consiste en superar los rendimientos de una determinada referencia de mercado. Para lograr el objetivo, se requiere de la participación de gestores que emplean análisis fundamental y/o técnico con el objetivo de proyectar eventos futuros, establecer posiciones de compra y venta de activos financieros así como estrategias de protección.

Como hemos compartido en el video de esta nota, entre las principales diferencias entre una gestión y la otra lista el nivel de experiencia y participación de gestores con experiencia. En cuanto a los fondos que se gestionan de manera pasiva, los costos para el inversor son menores dado que no se implica la participación de gestores que requiere la gestión activa. Pero esta ventaja en cuanto al costo debe de contemplar que los rendimientos de la gestión pasiva podrían menores a los que potencialmente puedan generarse de la gestión activa. No obstante, la gestión activa implica mayores riesgos.

En base a estos puntos, ¿a qué estrategia cree usted se ajustaría más su perfil de inversor?