Llegó septiembre y se acaba la flexibilización bancaria; ABP reitera acercarse a los bancos

Actualizado
  • 07/09/2021 11:51
Creado
  • 07/09/2021 11:51
La medida de alivio vence el 30 de septiembre pero todavía hay cerca de 300 mil préstamos, entre todos los bancos, que están pendientes por ser reestructurados

El próximo 30 de septiembre vence el plazo de la flexibilidad bancaria, anunciada en junio pasado por el Gobierno  Nacional, por intermedio de la Superintendencia de Bancos de Panamá, junto con la Asociación Bancaria de Panamá. Esto implica que el 1 de octubre, los clientes deberán retomar el pago de sus compromisos financieros, de acuerdo con lo acordado o negociado.

La flexibilización se hizo para que los clientes que hacían  falta por reestructurar sus compromisos, pudieran hacerlo antes del 30 de septiembre de 2021, sustentaran su situación económica y llegaran a un acuerdo; y dependiendo de la realidad económica de cada persona, el acuerdo de pago y un posible periodo de gracia podría extenderse más allá del 31 de diciembre de 2021.

El presidente de la Asociación Bancaria de Panamá (ABP) Carlos Berguido reiteró hoy en medios locales el llamado a los clientes para que se acerquen  a los bancos, entidades financieras y cooperativas, expongan su situación, para que puedan lograr un acuerdo y restructurar sus préstamos.

Se estima que preliminarmente todavía hay cerca de 300 mil préstamos, entre todos los bancos, que están pendientes y que necesitan ser reestructurados, dijo  Berguido en sus declaraciones. Y aunque todavía es estima que unos 104 mil trabajadores siguen con contratos suspendidos, otros miles perdieron sus empleos y otros están en la informalidad, Berguido dejó claro que "no se ha sugerido una extensión más".

Argumentó que con los diversos programas de alivio que se han dado a los clientes a lo largo de esta pandemia que ya lleva más de  un año y siete meses, "no es necesario que se legisle", porque los bancos lo están haciendo por realidad, porque simplemente "no" hay otro manera de hacer las cosas. 

"Ahora mismo a ningún banco le interesa ir a ejecutar préstamos ni a ejecutar garantías ni a quedarse con casas ni carros de las personas, sería totalmente contraproducente, sería un fracaso", arguyó el banquero, subrayando que "la disponibilidad de seguir ayudando está incluso para esos clientes que no pueden pagar nada".

Berguido reiteró  el llamado de que si  incluso el cliente "no tiene un centavo para pagar sus compromisos" se acerque al banco y lo exprese. "Lo importante es que las personas lo digan , se acerquen  y  no le den la espalda al banco". "Que planteen con transparencia y compromiso su disponibilidad de estar ahí (en el banco) y verá que el banco va a hacer lo posible para ayudarlo, porque al final lo que le interesa al banco es que usted pueda pagar, sino es en meses, dentro de un año, pero que lo hagan", instó.

De hecho, mencionó que el propio acuerdo reglamentario que emitió la Superintendencia de Bancos los permite. “Ese acercamiento es vital, las instituciones bancarias, y de seguro las financieras y las cooperativas están ávidas en ayudar a los clientes, pero para poder hacerlo tienen que saber en qué problemas están, tienen que entender cuál es la situación del cliente, porque de lo contrario si la persona no acude al banco, no toma las llamadas del banco, es imposible saber qué necesita ese cliente”, insistió Berguido.

Compromisos de los deudores

Berguido señaló que los 300 mil préstamos pendientes de acuerdos y reestructuración, significa que al día de hoy cerca del 25% de los contratos de préstamos siguen pendientes de lograr un acuerdo con los bancos y ser reestructurados, por el contrario el 75% del total de los contratos de préstamos que tuvieron en situación de impago y problemas al inicio de la pandemia de la covid-19, ya lo han hecho, según cifras preliminares que maneja.

Destacó que a lo largo de la pandemia, y en el peor momento hubo aproximadamente 1 millón 200 mil contratos de préstamos que entraron en algún tipo de problema de pagos, ascendiendo a un saldo de uno $28 mil millones, lo que representaba un 40% de la cartera total de crédito en el país.

Pero “a medida que ha ido evolucionando la pandemia, los clientes y los bancos han logrado sus acuerdos", afirmó Berguido.

Berguido además subrayó que es muy importante seguir con la reapertura económica e ir quitando las restricciones de movilidad y de horario para que la economía pueda volver a donde debe estar, a su sitial, y recuperar el movimiento económico en general que es lo que va a generar empleos y las posibilidades de recuperar el empleo.

“Si esos pasos no se dan con seguridad (la recuperación) va a demorar, también es importante mejorar un clima de riesgo en el país, para que los bancos, las entidades financieras y cualquier persona que dan crédito se atreva a tomar riesgos nuevamente”, advirtió.

Pero eso se tiene que dar en el contexto de una recuperación económica que todavía “está lenta”, añadió. “Hay que reconocer que se hacen esfuerzos y que el Minsa poco a poco ha ido quitando las restricciones de movilidad, pero nuestro mensaje es igual que lo hemos escuchados de otros gremios del sector privado: mientras más rápido quitemos esas restricciones y no volvamos hacia atrás más rápido la economía va a poder recuperarse y volver a recuperar el nivel de empleos que es lo que al final de cuentas le da la estabilidad económica a esa familia a esa persona y le da la posibilidad de volver acceder al sistema crediticio”, enfatizó.

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