Este martes 18 de marzo se llevó a cabo el sepelio del cantante panameño de música urbana Chamaco.
El artista fue asesinado de varios impactos de bala...
Asiete días de haber asumido la presidencia, Mauricio Macri lanzó sus ‘Macrinomics', al bajar impuestos a empresas del agro e industria, con una liberación cambiaria y devaluación en Argentina, ajuste sin anestesia cuyo riesgo es un duro costo social.
Macri, un liberal de derecha de 56 años, hizo honor a su compromiso de campaña con los ricos e influyentes productores agrícolas y dispuso bajar a cero los impuestos a exportaciones de granos y carnes. Y redujo 5% el gravamen de la soja, oro verde de la nación sudamericana que le reporta casi un tercio de exportaciones anuales por $75 mil millones.
La segunda salva de artillería tributaria apuntó a las exportaciones industriales, reducidas también a cero, aunque estaban en un bajo nivel de 5%. Unos 1,500 industriales lo aplaudieron en un centro de convenciones.
Pero muchos empresarios fabriles dejaron de aplaudir cuando se anunció la eliminación de trabas aduaneras a las importaciones. Rondó el fantasma de la desindustrialización de los años 90.
La política proteccionista de la presidenta Cristina Kirchner creó más de 4 millones de empleos en 12 años de gobiernos peronistas de centroizquierda. Analistas como Dante Sica, de la consultora Abeceb.com. ven con buenos ojos las medidas comerciales.
‘Hay medidas encaminadas a tener reglas normales que permiten estimular la producción agropecuaria, disminuir la actual asfixia tributaria y transparentar normas del comercio internacional', dijo a la AFP. En cambio otros, como Hernán Letcher, de la consultora Centro de Economía Política Argentina, consideran que ‘la apertura económica' es parte de ‘políticas ortodoxas'.