Todavía falta un largo camino por construir

Actualizado
  • 07/09/2010 02:00
Creado
  • 07/09/2010 02:00
PARÍS. Las sangrientas manifestaciones contra el alza del costo de vida en Mozambique, menos de tres años después de las protestas contr...

PARÍS. Las sangrientas manifestaciones contra el alza del costo de vida en Mozambique, menos de tres años después de las protestas contra la hambruna en 2008, recuerdan todo lo mucho que queda por hacer para proteger a los países más pobres contra la volatilidad de los precios de los alimentos.

En Maputo fue una nueva alza de los precios del pan que encendió la mecha la semana pasada. Las protestas dejaron un saldo de diez muertos en tres días.

Para ello, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha convocado una reunión especial por este tema el próximo 24 de septiembre en Roma. Las cosas no parecen hoy en día tan graves como hace tres años. ‘Las reservas alimentarias fueron reconstituidas con respecto a 2008’, subraya el economista Philippe Hugon, del Instituto francés de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS). La FAO espera que la cosecha cerealera de 2010 sea la tercera más grande de la historia. El experto Víctor Lopes, se Standard Chartered Bank, apunta que esta vez ‘los precios del arroz, muy importante en África subsahariana, y del petróleo, crucial para transportar los cargamentos de alimentos, se mantienen más o menos estables’.

QUEDA MUCHO POR HACER

A pesar de esa diferencia, la crisis mozambiqueña ‘permite llamar la atención una vez más’, estima el analista Abdolreza Abbasian, de la FAO.

En efecto, varios responsables internacionales habían advertido en las últimas semanas que no se habían aprendido todas las lecciones de los incidentes de 2008. ‘Los países están preparados en forma insuficiente’ para una posible alza generalizada de los precios, había dicho a mediados de agosto el relator especial de la ONU para la alimentación, Olivier de Schutter. Para Abdolreza Abbasian, los mercados de materias primas agrícolas ‘aún son muy dependientes de los avatares climáticos’ y los Estados, tanto importadores como exportadores, deben ‘aprender a administrar mejor las reservas’. ‘La agricultura fue descuidada durante 30 años en África, lo que la ha vuelto muy dependiente de las importaciones’, señala Víctor Lopes. ‘Varios países han hecho esfuerzos en los últimos dos años para aumentar su producción nacional. Pero aún queda mucho por hacer’, agregó.

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