Felipe VI se sube al trono español en una austera ceremonia

Hoy D. Felipe De Borbón y Grecia se habrá convertido en Felipe VI, Rey de España. Todo está preparado para que el acto de coronación, que se celebrará en el Palacio del Congreso de los Diputados, en sesión conjunta con el Senado, esté acorde con las expectativas suscitadas. Esas expectativas son más bien modestas y así, el acto no será muy largo, pues se ha renunciado a la posterior Misa de Acción de Gracias y a un gran desfile militar, que queda reducido a una pequeña representación de los tres ejércitos y de la Guardia Civil.

El Rey Juan Carlos I, padre de Felipe VI, no asistirá al protocolario acto, ni como Rey abdicado ni como padre, lo que es aún más sorprendente. El propio Palacio de la Zarzuela, para acallar los mucho comentarios y dudas, ha despachado el asunto en el sentido de que Juan Carlos I no le quiere restar protagonismo a Felipe VI.

Desde que el Rey comunicó su abdicación han acontecido en España situaciones de distinta importancia y diferente trascendencia. Se han sucedido decenas de manifestaciones a favor de la República y muchas peticiones de convocatoria de referéndum para saber si España quiere seguir siendo una monarquía parlamentaria o una república. Los dos grandes partidos (PP y PSOE) han contestado que la Constitución de 1.978 dejaba ese asunto zanjado a favor de la Monarquía. Dice el refrán que ‘no se pueden poner puertas al campo’ y así no es difícil predecir que en poco tiempo y con algunas elecciones celebradas, y precisamente porque algunos importantes partidos llevarán en su programa el asunto del referéndum, se terminará convocando.

En este momento y según encuestas solventes, la Monarquía ganaría por 15 puntos, pero teniendo en cuenta que los graves errores que en los últimos años cometió Juan Carlos ha hecho que la institución monárquica pasase de ser la más valorada, con 7,76 a 3,25 sobre 10, está claro que el prestigio y respeto de los españoles hacia la monarquía está en caída libre. Sólo si Felipe VI se da cuenta de que los españoles no somos súbditos, sino ciudadanos, tendrá la oportunidad de remontar esa curva tan desfavorable.

Juan Carlos y Sofía van a mantener los títulos de Rey y Reina y además se ha comunicado a la nación que piensan seguir viviendo en el Palacio de La Zarzuela, aunque todo el mundo sabe que desde hace muchos años hacen vida totalmente separada. Sofía se irá definitivamente a vivir a Londres y Juan Carlos vivirá entre Mónaco y Roma, donde ya en este momento, reside la persona que más le interesa. Los nuevos Reyes residirán donde hasta ahora, es decir, en la Casa del Príncipe.

Es costumbre en el mundo democrático darle a todos los gobiernos recién elegidos un llamado ‘período de gracia’, durante el que 90-120 días la oposición y los medios de comunicación se abstienen de grandes críticas, pues se considera que es el tiempo imprescindible que se necesita para aterrizar con cierta solvencia en los nuevos cargos y responsabilidades. Incluso, este período, se aplica a deportistas, toreros y otros profesionales que necesitan de adaptación. Evidentemente y con más motivo, Felipe VI debería de contar con ese período y al menos, por un año. Pero conociendo las costumbres españolas y teniendo en cuenta la carrera que se va a desatar por conseguir las mayores audiencias televisivas, la mayor tirada en las revistas del corazón, es de temer que además de las críticas y ataques que pueda sufrir por su actuación y actividad institucional, reciban, sobre todo a su esposa, la Reina Letizia, censuras desde el primer día.