Trivializando el sufrimiento

Actualizado
  • 19/03/2012 01:00
Creado
  • 19/03/2012 01:00
PANAMÁ. Desde su lanzamiento hace dos semanas, Kony2012 se ha convertido en la campaña de redes sociales más exitosa de la historia. El ...

PANAMÁ. Desde su lanzamiento hace dos semanas, Kony2012 se ha convertido en la campaña de redes sociales más exitosa de la historia. El video está cerca de cumplir los 100 millones de visualizaciones y ha sido compartido en redes sociales por artistas y otros famosos como Bill Gates, Puff Daddy, Rihanna y muchísimos otros.

Obviamente, su rotundo éxito ha generado un intenso debate global, con artículos, análisis y declaraciones cruzadas siendo publicadas a un ritmo frenético a todos los niveles, desde las revistas especializadas en asuntos internacionales hasta usuarios de redes sociales que hasta hace una semana no sabían quien era Joseph Kony.

EL LRA Y UGANDA

El objetivo de Kony2012 es ayudar a capturar a Joseph Kony, líder del Ejército de Resistencia del Señor (LRA), y sobre quien pesa hace siete años una orden de arresto de la Corte Penal Internacional. El LRA fue creado en el norte de Uganda en 1986, cuando el actual presidente de ese país, Yoweri Museveni, llegó al poder. Su creación respondía a varios problemas en la región, entre ellos el maltrato a la etnia Acholi, que venía desde la época colonial. Inicialmente, el objetivo del LRA—cuyo credo es una bizarra mezcla entre nacionalismo Acholi, cristianismo y brujería—era derrocar al gobierno de Museveni y fundar un estado regido sólo por los diez mandamientos del Antiguo Testamento. Kony asegura tener contacto directo con Dios y poderes sobrenaturales.

La guerra entre el LRA y el gobierno ugandés asoló la región por muchos años. Y la brutalidad del conflicto creció a medida que pasaba el tiempo. Tanto el LRA como el ejército empezaron a sospechar de los lugareños, y en sus ataques a las aldeas realizaban atrocidades impensables. El LRA se especializó en esto, y cada vez fueron más frecuentes las mutilaciones de orejas, narices, labios y miembros. A las mujeres las violaban y se las llevaban para ser usadas como esclavas sexuales. Y a los niños los secuestraban—luego de matar o hacerles a ellos matar a sus padres—para ser soldados.

Además, como todo en África, el conflicto involucró fuerzas externas a Uganda. Durante los 90s, Kony fue apoyado y financiado por Sudán, que le ofreció refugio en el sur del país. Omar al Bashir, presidente de Sudán, apoyó al LRA porque Kampala apoyaba al SPLA (ejército de liberación del pueblo sudanés), que en aquel entonces luchaba por los derechos del sur de Sudán (y cuyo gemelo político, el SPLM, es hoy el gobierno de Sudán del Sur).

En 1996 la situación se volvió insostenible, y el gobierno ugandés decidió evacuar la región y meter a todos sus habitantes en campos de desplazados internos. El conflicto adquirió notoriedad global por los ‘caminantes nocturnos’, miles y miles de niños que caminaban más de 20 kilómetros cada noche hasta Gulu, la capital del distrito, para evitar ser secuestrados. Las impactantes imágenes sacudieron al mundo y ahí nacieron organizaciones como Invisible Children y muchísimas otras.

El 11-S cambió todo. La guerra americana contra el terrorismometió el miedo en el cuerpo a Omar al Bashir, que terminó su idilio con Kony (irónicamente un terrorista cristiano). La pérdida de apoyo y financiamiento sudanés empezó a hacer mella en el LRA, cuyos ataques se volvieron menos frecuentes. La situación fue mejorando gradualmente y, en 2007, Kampala declaró la victoria militar y empezó a desalojar los campos. Kony y su LRA escaparon de Uganda y han seguido cometiendo atrocidades en la República Democrática del Congo, la República Centroafricana y Sudán del Sur. A día de hoy permanecen fugitivos, pero se estima que sus fuerzas son de menos de 1,000 soldados (incluyendo niños). Los ejércitos de éstos tres países, más un grupo de unas 100 tropas de élite estadounidenses enviados hace unos seis meses, trabajan junto con el ejército ugandés para intentar capturar a Kony. Las ONGs que aún quedan en Gulu se enfocan en labores de asistencia y reintegración de las víctimas. Aún hay mucho por hacer.

LA GRAN CONTROVERSIA

Las controversias se podrían agrupar en dos grupos. El primero serían las críticas hacia la situación en sí. Antes que nada, el video no se enfoca en el problema actual—la ayuda a las víctimas—sino en la figura de Kony. El vídeo es extremadamente simplista y pinta al LRA como el mayor problema del norte de Uganda, cuando lo cierto es que hace más de seis años que el LRA no está en la región. Además, en ningun momento se hace mención de las atrocidades cometidas por el ejército ugandés o el SPLA, algunas incluso peores que las cometidas por el LRA. En definitiva, el video reduce una situación extremadamente compleja a una simple lucha entre el bien y el mal.

A un nivel más profundo, la campaña vuelve a mostrar un mundo de africanos sanguinarios, violentos y salvajes y otro mundo de blancos civilizados y preocupados por África que deben correr a su ayuda. Muchisimos analistas han observado el neocolonialismo y la arrogancia cultural en la simplificacion y trivializacion del conflicto más largo de África, un conflicto que llegó a ser llamado ‘el genocidio ugandés’.

La campaña, además, es una muestra magistral de la manipulación psicológica. Hasta ahora, los videos virales en internet habían sido canciones, momentos graciosos o incluso secuencias sin sentido. Con Kony2012, Invisible Children descifró todos los mecanismos que estimulan el cerebro y los unió con su causa. Por primera vez, un grupo con fines políticos utiliza estos elementos para sus propios intereses con un éxito sin precedentes. Sólo podemos imaginarnos lo que el video de Kony2012 supondrá, una vez analizado y diseccionado, para la campaña electoral en EEUU y, de ahí en adelante, para el resto de países. El dilema ético está servido, y dará mucho que hablar.

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