- 31/01/2017 01:01
Marruecos consiguió ayer volver a la Unión Africana (UA) tras más de 32 años de ausencia voluntaria, en protesta por la admisión de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
Su petición de regreso formulada por el rey Mohamed VI de Marruecos, fue apoyada por una mayoría de 39 jefes de Estado que apeló a los artículos 3 y 4 del acta fundacional de la institución, donde se estipula el respeto a las fronteras de los Estados miembros y se prohíbe el uso de la fuerza entre ellos.
Según fuentes diplomáticas, su aceptación en base a estos puntos del tratado proporciona un nuevo marco a Marruecos y la RASD para resolver su conflicto territorial de forma pacífica bajo los auspicios de la Unión Africana. Marruecos fue uno de los países fundadores de la predecesora OUA (Organización de la Unidad Africana), pero en 1984 abandonó el organismo en rechazo a la admisión de la RASD.
En julio del pasado año, el rey Mohamed comunicó a la Unión Africana la intención de regresar a su ‘familia institucional' y, un día después, veintiocho países africanos aliados de Marruecos presentaron una moción para ‘suspender' la participación de la RASD.
Sin embargo, el Acta Constitutiva no prevé la expulsión de ningún miembro, sino como máximo su ‘suspensión' cuando el Gobierno de un país ha accedido al poder por medios anticonstitucionales.
Este no es el caso de la RASD, donde la sucesión por defunción, del considerado presidente saharaui en el exilio, Mohamed Abdelaziz, se llevó a cabo con normalidad, por no aplicaría esa norma. La Unión Africana es el único organismo internacional en el que la República Saharaui cuenta con membresía plena.