Inexperiencia sonrió a embates de Biden

SAN LUIS, EEUU. Los candidatos a la vicepresidencia de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden y la republicana Sarah Palin, discreparon anoche en su debate sobre cómo hacer frente a los problemas de la economía en ese país.

En el esperado y único debate, realizado en la Universidad George Washington en San Luis (Misuri), ambos aspirantes criticaron sus planes para el recorte de impuestos.

Palin, que saludó a Biden preguntándole “¿puedo llamarte Joe?”, afirmó que es necesario mantener los recortes de impuestos actuales para impulsar la economía y ayudar a crear empleo.

Pero Biden afirmó que él y su cabeza de partido, Barack Obama, recortarán impuestos a quienes tengan ingresos inferiores a 250.000 dólares anuales, “el 95% de la población”, pero los subirán a los más ricos y a las grandes empresas.

Palin replicó que ese plan “olvida a millones de pequeñas empresas” que verían sus impuestos aumentar y su productividad reducirse.

Los dos aspirantes se declararon partidarios de la aprobación del rescate financiero de $700 mil millones para hacer frente a una parálisis en el sistema de crédito que amenaza con extenderse a las economías familiares.

Palin aseguró que McCain fue el primero en lanzar la voz de alarma sobre el funcionamiento de las entidades hipotecarias -el sector hipotecario fue la primera ficha del dominó en caer en la crisis económica actual- y “entonces no se le escuchó”.

Según Biden “es necesario un cambio fundamental en el foco de la política económica” y centrarse en la clase media.

Biden también calificó de “increíble” que McCain dijera que no sabía si se reuniría con el gobierno español.

La referencia a España se produjo tras un acalorado intercambio entre Biden y Palin sobre cómo lidiar con naciones amigas y enemigas.

La gobernadora de Alaska culpó a Obama de querer reunirse con responsables de gobiernos enemigos como el líder iraní, Mahmoud Ahmadinejad “sin condiciones previas”.

Biden puntualizó esa afirmación, al asegurar que Obama nunca dijo que se reuniría “sin condiciones previas”, sino que apostaría por la diplomacia para un acercamiento.