Voluntarios panameños construyen 40 viviendas de emergencia

37 veces han fotografiado la casa de Mayra Rodríguez de 50 años y su esposo Luis Quintanilla de 70 años. Llegaron hace dos años a Arraiján con la ilusión de construir su nueva primera vivienda propia. Mayra acababa de quedarse sin trabajo y el sueldo de Luis nos les alcanzaba para arrendar un cuarto, relata TECHO Panamá, una institución latinoamericana liderada por jóvenes universitarios.

Los jóvenes de TECHO Panamá, quienes mediante el trabajo de voluntarios buscan comprometer a toda la sociedad con la realidad que viven miles de familias a través de la construcción de viviendas mínimas y la ejecución de planes de habilitación social, cuentan que Mayra y Luis subieron a la loma más alta de Arraiján y abrieron el campo para llegar a un terreno.

Empezaron a recoger retazos de lata, zinc y retazos de madera, su vivienda estaba asentada en un piso de tierra y el techo de lona publicitaria y plástico Al igual que Mayra y Luis, 39 familias más de Kuna Nega y Arraiján vivían en condiciones similares: pisos de tierra, cuartos de madera, lata y techo agujereados.

Del 4 al 10 de abril, 200 voluntarios panameños entre los 18 y 30 años, convivieron junto a estas familias y construyeron juntos viviendas de emergencia.

TECHO Panamá se propuso este año llegar a construir 507 viviendas para familias que viven en situación de extrema pobreza. Cada vez se encuentra más cerca de cumplir con ese objetivo y brindar a más familias un techo digno, seguro y caliente.